«Me apetece salir, lucir escote, ligar, tener sexo... Es como volver a los 16 pero con 55 años»
Rocío Ramos-Paúl es psicóloga y educadora de menores, muy reconocida por asesorar a los padres como 'Supernanny'. En esta ocasión nos acompaña en Diálogos de Familia en una faceta personal muy diferente. No viene a hablarnos de niños con enormes rabietas, ni de adolescentes enfurruñados con el mundo que se encierran en su habitación... Hoy quiere hablar de mujeres y de su realidad cuando alcanzan una etapa de la vida en la que ya no hay reglas y pasan los cincuenta años. Rocío, ¿qué te ha llevado a escribir tu último libro, la novela 'La resaca dura tres días' donde narras las aventuras y desventuras de un grupo de amigas que ya han cumplido el medio siglo? Pues me animó el hecho de que yo estoy en la misma etapa y me pasan cosas muy divertidas. Me parecía fantástico tener la experiencia, poder contarla y que la gente se vea identificada. Pienso que es una fase de las mujeres que no tiene histórico porque mi madre no era como yo soy ahora con 53 años. Las mujeres de 55 no tienen a quien mirar para compararse, pero sienten ganas de hacer muchas cosas. Me apetecía hacerles como un homenaje. La menopausia es una fase que asusta a muchas mujeres, ¿cómo se puede ir de la mano de esta etapa vital y no contra ella? En la novela se hace referencia a la menopausia y aparecen mujeres que ya la han pasado. Yo creo que esta etapa empuja a hacer un cambio, una renovación, a dejarse llevar. Las mujeres hemos tenido siempre a ese Pepito Grillo, como vienen en el libro, que te marca lo que hay que hacer en cada momento. Yo le cayó un poquito y hago lo que quiero... Las mujeres que aparecen en esta novela ponen la excusa de la menopausia por la revolución que están viviendo y, entonces, a veces deciden separarse de su pareja, montar una empresa, volver a estudiar, buscar un trabajo, cortarse el pelo, salir más... o, como yo, que acabo de escribir este libro. Es decir, nos invita a renovarnos. La parte positiva de esta etapa es que permite reinventarnos. Hay una frase en el libro que me encanta que dice «si llueve, coge agua». Y nos define muy bien. Ya no estamos para dejar pasar trenes ni nada. Es decir, que si te viene algo, cógelo y dedícate a sentir, experimentar y a pasártelo pipa sin reglas. Noticias Relacionadas estandar No «Los fantasma de la infancia son mucho más decisivos en la vida adulta de lo que nos pensamos, para bien y para mal» Laura Peraita estandar No Un influencer de 89 años José Abad, más de 340.000 seguidores: «Cuando no me siento joven, recuerdo cuando lo fui» Laura Peraita En tus páginas aseguras que es un momento en el que «tengo las hormonas disparadas. De repente me apetece salir, vestir con escote y minifalda, ligar, pasarme con las copas, estar a todas horas de fiesta, tener más sexo..., ¿Qué pasa? ¿Volvemos a una especie de adolescencia? Creo que sí. Las mujeres que pasan la menopausia se pueden ver muy identificadas con lo que pasa en el libro porque pasan por esta revolución que te acerca mucho a la adolescencia. Incluso hay muchas que cuando deciden retrasar la maternidad tienen adolescentes en casa mientras ellas se están pasando la menopausia. El choque de trenes es alucinante porque es hormona contra hormona. Efectivamente, las mujeres nos vemos en un momento que nos recuerda a esos 15 o 18 años, pero con experiencia, con otra situación completamente distinta, pero que sí que te revuelve. familia_0022 Mencionabas antes a Pepito Grillo, ¿cómo hacer que se calle de una vez para que no nos afecte a nuestra salud mental? Lo tienes que hacer callar tú. O tú o tus amigas o la gente que tienes cerca porque tiene mucha fuerza, es una mochila que llevamos desde hace mucho tiempo. Te dice 'las cosas o se hacen así o están mal hechas' y no es así, tienes que hacer planes distintos, salir y dejarte llevar un poco por lo que te apetezca, y probar cosas, intentarlo... Realizar cosas que no has hecho hasta este momento. La resaca dura tres días, pero ¿a qué resaca te refieres exactamente? El título juega un poco con las físicas, por supuesto, pero habla también de esa parte de la etapa más blandita, que tiene que ver con la menopausia también, cuando nos enfrascamos en un tema tres días dándole vueltas y dándole vueltas. Y vale, tres días, pero no más. No más preocupaciones. Con la edad relativizamos mucho. Lo importante es lo importante, pero es verdad que de vez en cuando nos dan esos pequeños bajones, te metes en casa, no quiere salir, te lames tus propias heridas... Vale, pero tienen que ser sólo tres días. Me parecía bonito establecer el mismo tiempo para los dos tipo de resaca: la del alcohol y la mental. Es verdad que cuando tenemos una edad sales, te pasas de copas y necesitas tres días para recuperarte, pero también hay que darle el mismo tiempo a aquello que nos rumia. El alcohol también aparece en varias secuencias del libro, como en esos miércoles de 'cañas y coñas' en el que el grupo de amigas se reúne como punto de desahogo. Sí, el alcohol aparece porque forma parte de las relaciones sociales. Tomarse unas cañas o copas es algo que muchas personas hacen y recuerda incluso a etapas pasadas de cuando iban a las fiestas en la universidad, con la pareja, los amigos... Hay escenas muy divertidas en la que en el grupo de amigas una descubre que otra tiene un pelo largo en la barbilla, como consecuencia de la edad; que cuando van a cenar necesitan ya las gafas de ver, lo que las delata como cincuentonas... ¿Qué mensaje positivo darías a las mujeres que sufren para que vivan con mucha más tranquilidad esta etapa? Humor, humor y humor. Rodearte de gente con humor. Cuando tienes cincuenta y tantos te tienes que rodear muchísima gente que sea vital, que te lleve o que se deje llevar porque no todas las personas son igual de divertidas. El humor es fundamental, no para esto, sino para todo en la vida. Y si tienes un pelo largo en la barbilla, pues te ríes, y si tienes cuerpo pera, pues también. Hay que banalizar porque la vida es así y más vale reírse y no estar tan pendientes de la opinión de los demás. ¿Eres mayor? Pues te lo has ganado. ¿Qué influencia tienen en todo esto las redes sociales? El hecho de que aparezcan constantemente mujeres estupendas de 55 o 60 años y caer en la tentación de compararse, ¿ayuda a motivarse para estar mejor o, por el contrario, ayuda a frustrarse? Pues yo creo que una decide lo que quiere. Hay todo un capítulo dedicado a esto en el libro porque cada uno debe ser libre para decidir lo que quiere. Si tú quieres dedicar tu vida a hacer gimnasia, comer bien y sano, adelante. Si quieres comer sano y tomarte tus cañas, pues adelante también. Si deseas estar más gorda, más delgada, más fuerte, ir al psicólogo, salir todos los viernes... Las normas me las pongo yo. Hemos tenido una vida muy marcada por los hijos pequeños, la casa, el trabajo y es hora de decidir por nosotras y vivir una vida sin reglas. ¿Crees que ha habido, no obstante, un avance porque ya se habla con más naturalidad de la menopausia y todo lo que conlleva? Yo creo que sí. Quizá hay demasiada información ahora sobre ella. Después de la menopausia hay vida, después de los cincuenta hay vida, por eso me planteé que yo quería hablar de las mujeres de más de 50. A mí me gusta la idea, ya no solo de hablar de la menopausia, sino de la vida que viene después. MÁS INFORMACIÓN noticia No Es más fácil decir «no quiero tener hijos» a «no puedo tenerlos», pero igualmente se juzga a la mujer noticia No «No somos conscientes de la importancia de tener a nuestra familia» noticia No Catalina Hoffmann: «He entrenado a cientos de niños que han pasado de sacar ceros a sobresalientes» En el libro haces una sutil invitación al lector a saber un poco más sobre lo que le pasa a este grupo de amigas pasados los años. ¿Vas a escribir una segunda parte? Pues no lo sé exactamente, porque esto es un proyecto súper personal. Tengo muchas ganas de ver qué opina la gente acerca de lo que he escrito hasta ahora. Más que una novela, yo le llamo ficción que, precisamente, se me ha ocurrido dentro de esta etapa. Primero quiero comprobar si le gusta a la gente, si se lo pasa bien y, luego, ya veremos. De momento sé que pienso hacer un fiestón cuando cumpla los 60 y quiero seguir escribiendo mucho de lo divertida que es la vida, seguir experimentando y sintiendo que al final es un poco el mensaje: No dejes de sentir por la edad que tienes; si llueve, coge agua.