Así son las emociones que amenazan la mente de Riley en 'Del revés 2'
Con lo que le había costado a Alegría soportar (literalmente a veces) a Tristeza y darle autoestima... y va ahora e irrumpe la adolescencia. Ira está que explota, Asco vive como si el mundo oliera a brócoli y Miedo... bueno, Miedo existe, es, está, y es suficiente. Toda precaución es poca para la nueva etapa. Riley Andersen, la protagonista de 'Del revés 2', crece en el debut en la dirección de Kelsey Mann , y con ella la sala de mandos de su mente, preparada para hacer frente al caos de la pubertad con más catárticas emociones. Al tiempo que los brackets y los granos, le brotan a la protagonista de 'Del revés 2' los colores, o sea, la Ansiedad, la Envidia, el Aburrimiento y la Vergüenza. Noticia Relacionada video-noticia No Riley ya no es una niña y llega a la pubertad con nuevas emociones en 'Del Revés 2' EFE Londres (Reino Unido), 13 jun (EFE).- Riley ya no es una niña y llega a la pubertad con nuevas emoci... Irrumpen como un elefante en una cacharrería estas nuevas emociones para hacer saltar por los aires la asentada (desde hace una década) paz del interior de esa niña a la que le gustaba hacer el mono con su padre y, de repente, quiere encajar en el instituto, ser la mejor en hockey, ser guay, pero buena, ser mala y sentirse bien, ser lista, no ser tonta. Vamos, lo quiere todo y lo quiere ya, como manda la edad el pavo, y si no... ¡Que no, Nostalgia, que a ti aún no te toca! Así son las nuevas emociones de 'Del revés 2' Ansiedad Ya quisiera la Terremoto de Alcorcón, o cualquier buena Dana. Tiembla la mente de Riley, se avecina tromenta. Imaginen al Michael de 'The Office' hasta arriba de cafeína y a mil revoluciones. O a doble velocidad, que pega más con las nuevas generaciones. Manipuladora, mandona, naranja. Y despeinada. Ojo, que también se bloquea. ¿Qué pasa cuando a la Ansiedad le da un ataque? Uf. Respira, respira. Aburrimiento Se llama Ennui porque el hastío, como todo, suena mejor en francés. Y más con la voz (en la original) de la actriz Adèle Exarchopoulos. Podría ser vaga, pero es más útil ser sarcástica. Sirve para todo, basta con cambiar el tono, y hablar despacio. Eso sí, mejor tumbada y con un móvil. Y el cuello, claro, de lado. Vergüenza Como si un gigante se escondiera detrás de una moneda: absurdo y, en el fondo, entrañable. Un despropósito, pero muy tierno. Grande, tímido, lleno de buenas intenciones. Y muy, muy rosa. Envidia Si Robert Redford susurraba a los caballos, ella a Ansiedad. Es pequeña pero convincente; la voz de la conciencia, pero de la mala. El Lobo de Caperucita pretendió engañar a la niña de rojo disfrazándose de abuela; ella toma la forma de una niña de ojos dulces pero siempre, siempre es celosa.