Assange queda en libertad: «Soy culpable de hacer periodismo»
Julian Assange ha quedado en libertad este miércoles tras haberse se declarado culpable de un cargo de espionaje por obtener y publicar secretos militares de EE.UU. El fundador de WikiLeaks ha comparecido ante un juez en el territorio estadounidense de las Islas Marianas y se ha dirigido después a su Australia natal. «Soy culpable del cargo», declaró Assange a la juez. A sus 52 años, se reencontrará con su mujer y resto de la familia en su país. Llevaba un traje oscuro y una corbata marrón, y tomó asiento entre sus abogados, según muestran las imágenes distribuidas por las agencias. El acuerdo se firmó el miércoles por la mañana en un tribunal federal en Saipan, la capital de las Islas Marianas del Norte, un estado libre asociado estadounidense en el Pacífico que está relativamente cerca de Australia. Una condición de Assange era no pisar territorio continental de EE.UU. por temor a ser torturado, según dijo. Había estado encarcelado en el Reino Unido desde 2019, tratando de eludir la extradición a EE.UU., que le buscaba al haber sido imputado por un gran jurado por 18 delitos relacionados con el espionaje. Un gran jurado es un tribunal de ciudadanos que decide sobre imputaciones en delitos de Espe tal gravedad con asistencia de la fiscalía. El fundador de WikiLeaks dijo que su delito fue el de «trabajar como periodista, animar a mi fuente a proporcionar información que se decía clasificada con el fin de publicar esa información. Creo que la Primera Enmienda [de la Constitución] protegía esa actividad…». Assange añadió: «Creo que la Primera Enmienda y la Ley de Espionaje están en contradicción entre sí, pero acepto que sería difícil ganar tal caso dadas todas estas circunstancias». La Ley de Espionaje condena la sustracción de información clasificada. La Primera Enmienda protege la libertad de expresión. La fiscalía norteamericana le acusa de haber incitado la soldado Chelsea Manning a sustraer información de redes clasificadas cuando servía en Irak en 2010. Manning fue condenada a 35 años en consejo de guerra y fue indultada por Barack Obama en 2017. Así, este 26 de junio Assange admitió el delito imputado y quedó en libertad, tras haber cumplido una condena de cinco años de prisión, que son los que estuvo en detención previa a juicio mientras se decidía su extradición. Antes, Assange huyó de una investigación de la justicia de Suecia, que le requería para juzgarle por dos denuncias de dos mujeres por agresión sexual. Ese caso nunca se llegó a instruir y juzgar por la fuga de Assange. Entre 2012 y 2019, el fundador de WikiLeaks estuvo refugiado en la embajada ecuatoriana de Londres, donde le concedió asilo el expresidente Rafael Correa. Tras una serie de encontronazos con el sucesor de este, Lenin Moreno, a cuenta de informaciones y opiniones sobre las elecciones de EE.UU. de 2016 y sobre injerencia en la crisis independentista de Cataluña, Ecuador le retiró el asilo y permitió su detención por parte de Reino Unido. Al frente de WikiLeaks, Assange ha hecho algunas de las revelaciones más incendiarias para el ejército y la diplomacia de EE.UU. Gracias a las filtraciones obtenidas de la soldado Manning, publicó pruebas de abusos en Irak y Afganistán y comunicaciones secretas de la diplomacia norteamericana. Su portal publicó un video que mostraba un helicóptero militar de EE.UU. disparando y matando a dos periodistas y varios civiles iraquíes en 2007. El primer ministro australiano Anthony Albanese había planteado un indulto a Assange cuando visitó la Casa Blanca el pasado mes de octubre. Hablando en el parlamento de su país el martes, dijo: «Independientemente de las opiniones que la gente tenga sobre las actividades del señor Assange, el caso se ha prolongado demasiado. No hay nada que ganar con su continua encarcelación y queremos que sea devuelto a Australia». La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa blanca, Adrienne Watson, dijo el martes: «Esta fue una decisión independiente tomada por el Departamento de Justicia y no hubo participación de la Casa Blanca en la decisión del acuerdo de culpabilidad».