El 'oro rojo' que se degusta en una costa de Alicante con playas paradisíacas y 26 banderas azules
Para que a un alimento se le llame el ' oro rojo ', debe tener propiedades poco comunes y de gran valor. Así lo entienden quienes sirven en la mesa la ñora , un pimiento rojo que tras un secado proporciona un sabor excepcional a los arroces, entre otros platos típicos alicantinos. Además, se puede degustar en una zona de costa de apenas 40 kilómetros que concentra playas paradisíacas y menos concurridas que otros destinos Mediterráneos, con nada menos que 26 banderas azules . La Vega Baja del Segura es el «lugar idóneo para disfrutar del verano y pone a tu alcance numerosas actividades para conectar con su esencia, vivir los encantos del Mediterráneo y dejar atrás el estrés y las prisas», destacan desde el Consorcio para el Desarrollo Económico de la Vega Baja ( Convega ). «Ofrece planes que van desde el turismo activo al gastronómico , pasando por la riqueza de sus municipios de interior, vestigios históricos y fiestas populares, que permiten la perfecta combinación entre ocio activo, descanso y relax», describen desde este organismo comarcal. Cada uno de los 27 municipios que conforman este territorio se complementan unos a otros, de manera que sustentan una oferta turística amplia. La diversidad paisajística hace que tanto vecinos como visitantes dispongan de un amplio abanico de opciones para disfrutar de su patrimonio natural y cultural. Aquí van algunos de los puntos fuertes del verano en la Vega Baja del Segura, con su litoral, su huerta, el río Segura, la sierra, palmerales , lagunas, parques y parajes naturales , un auténtico mapa del tesoro repleto de rincones encantadores por descubrir. Un destino para esa desconexión, con aguas cristalinas y arena fina para darse un buen 'capusón' en las playas y calas de Guardamar del Segura, Torrevieja, Orihuela y Pilar de la Horadada. El litoral de esta comarca, con 26 banderas azules que certifican su calidad, es de lo más fascinante que podrás encontrar en el Mediterráneo, un escenario único para disfrutar de bonitos atardeceres, leer un libro con el sonido del mar de fondo o simplemente pasear y desconectar de todo. Historia, cultura, tradiciones y costumbres, hacen que la comarca tenga identidad propia y, aunque con una base común, cada pueblo ofrece su singularidad, complementándose unos a otros, de manera que sustentan una amplia y diversa oferta turística. No hay verano que se precie sin fiestas populares y en la Vega Baja del Segura el calendario de festejos en verano es amplio y divertido. Una buena parte de los 27 municipios que conforman la comarca celebra durante la época estival sus fiestas patronales a las que hay que sumar los festejos en pedanías o las celebraciones en honor a la Virgen del Carmen o las Hogueras de San Juan. Días de chupinazos , verbenas, pólvora, desfiles rodeados de humor, majestuosas entradas de moros y cristianos y mucha diversión. En todos estos actos la alegría toma las calles y las bandas de música de la comarca, que son un patrimonio cultural y una seña de identidad de la Vega Baja, ponen el ritmo y la emoción. Ese sentimiento de música y emoción es el que reina en el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía de Torrevieja, de Interés Turístico Internacional y medalla del mérito cultural de la Generalitat Valenciana, otra de las citas que no te puedes perder. Se celebrará del 21 al 27 de julio y la de 2024 será una edición muy especial ya que el certamen alcanza su 70 aniversario. «Combinar litoral e interior en la Vega Baja es la opción ideal tanto para los amantes de la montaña como para los que prefieren la playa, ya que dispone de preciosos parques naturales, parajes de ensueño, vías ferratas increíbles o playas kilométricas», tal como resaltan desde Convega. La orografía de este territorio favorece la práctica de todo tipo de deportes como senderismo , montañismo, running o golf, sin olvidar las rutas de cicloturismo para los aficionados a las dos ruedas. Mención especial merecen en esta época del año actividades acuáticas para todas las edades como paddle surf, windsurf, buceo o snorkel, entre otros. Sin duda, un plan para coronar un día de playa con amigos o familia y protagonizar anécdotas para recordar. Se puede observar la «espectacular» fauna y flora de las praderas de posidonia , una especie fundamental de nuestra biodiversidad porque contribuye a la oxigenación del agua y sirve de reserva para peces, moluscos y crustáceos. La Vega Baja cuenta con un rico patrimonio culinario, diverso, tradicional y creativo, primando la calidad de los productos de proximidad y autóctonos. Esta riqueza se plasma en cada una de las recetas con las hortalizas y verduras de su huerta o con pescados tan apreciados como las doradas, pescadillas, lubinas, sepias, rodaballos, salmonetes, meros, lenguados, sardinas y boquerones Las ensaladas de salazones o el pulpo seco son imprescindibles del verano, junto al arroz a banda o el caldero guardamarenco o torrevejense, uno de los platos tradicionales más exquisitos de la comarca. Su preparación a fuego lento y la sabiduría heredada generación tras generación, lo ha convertido en uno de los grandes reclamos de cualquiera que visite la Vega Baja del Segura. El caldero recibe su nombre por la olla de hierro fundido que empleaban los pescadores para elaborarlo. Una de las curiosidades que lo rodea es que, aunque es un plato único, el arroz y el pescado se sirven por separado convirtiéndose en una experiencia culinaria diferente a la del resto de arroces. Además, se elabora con ese 'oro rojo' de la comarca, la ñora de Guardamar del Segura que es tan prestigiosa que hasta tiene una semana gastronómica junto al langostino, otro producto autóctono que solo se pesca entre mediados de mayo y finales de agosto en la zona de confluencia de agua procedente del Segura y la salada del mar y se caracteriza por los tonos azulados en su cola. La ñora comparte prestigio con el melón de 'Piel de Sapo' durante la temporada de verano en la huerta de la Vega Baja del Segura. Es el postre perfecto para terminar una buena comida veraniega por su frescura y dulzor. Las huertas de San Fulgencio, Dolores, Catral y Formentera del Segura son las encargadas de cultivar el melón de piel de sapo entre marzo y abril para que en verano podamos disfrutar de su extraordinario sabor. Cuenta con multitud de variedades, diversidad de sabores y es uno de los grandes atractivos no solo a nivel provincial sino también, a nivel europeo. La «Vega Baja del Segura, tu tierra y la mía», una comarca «con mucho que ofrecer, en la que encontrarás una agenda repleta de planes para dejarte llevar y disfrutar este verano», apostillan.