Fernando Alonso ya avisó durante el GP de España de F1 que tanto en Barcelona, como en las próximas citas de Austria (este fin de semana) y Silverstone (la próxima), le tocaría "apretar los dientes" y "sufrir". En Montmeló, logró rendir por encima de lo esperado con un 11º en 'qualy' que le sirvió para arrancar 10º, pero no tuvo ritmo con un coche con muy poco agarre y mayor degradación en carrera, lo que le hizo acabar 12º. Ponía entonces los ojos y el foco el GP de Hungría, donde espera que llegue un importante paquete de mejoras con el que dar un gran paso al frente. Aunque prefería no hacer promeses y demostrarlo con "más hechos".
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