Gritos en Cádiz contra el exceso turístico
Imagen de contrastes la que se ha producido este sábado en Cádiz. Por un lado, en torno a unos 2.000 gaditanos salían a la calle a manifestarse contra el exceso turístico que sufre la capital gaditana desde hace años y que por lo tanto no se trata de un hecho novedoso ni extraordinario, y por otro, el gran número de turistas que se concentraban en la jornada matinal del sábado por el centro de la ciudad. Muchos de ellos grababan atónitos la escena, y muchos de ellos incluso se alejaban de los gritos y la protesta al percibir que dichos cánticos iban en su contra. Según informa La Voz de Cádiz , a las 12.00 horas del mediodía estaban citados los manifestantes en la plaza del Palillero. La ligera lluvia, protagonista en las primeras horas de la mañana, hizo dudar a muchos. Apenas había un centenar de personas a escasos minutos de la hora fijada, pero a medida que fueron pasando los minutos y la concentración se desplazaba hacia la plaza de San Juan de Dios para acabar en el Ayuntamiento la protesta, el número de manifestantes iba creciendo hasta rondar las 2.000 personas. Gaditanos de todas las edades participaban en la protesta, con una alta presencia de jóvenes, el sector de la sociedad con más problemas para acceder a una vivienda digna. Una de las plataformas convocantes era Cádiz Resiste. María Sánchez, una de sus portavoces, afirmaba que el motivo de la protesta se debe a que «se llega a una acumulación de hartura, como decimos aquí, de una situación que se convierte insostenible para los vecinos de Cádiz, que se enfrentan cada vez más a no poder desarrollar su vida en su tierra, a ver cómo suben los alquileres, ven como la proliferación de las viviendas turísticas no tiene control ni mesura, y como cada vez más se tienen que ir de sus casas porque el precio no es asumible». Una paradoja, Cádiz vive del turismo , y los manifestantes denuncian el exceso turismo. «Nosotros no estamos en contra del turismo, nosotros queremos el turismo como una industria más de nuestra ciudad, y que lleve trabajo real y bueno a nuestra gente, pero lo que no puede pasar es que los echen de sus casas, por eso creemos que debe existir un equilibrio, y se deben tomar medidas para que este equilibrio sea una realidad». Jesús Ruiz, también portavoz de Cádiz Resiste, señalaba que «la situación puede ser reversible, pero tiene que haber voluntad política, hemos puesto sobre la mesa algunas medidas muy viables, tanto a nivel local como autonómico y estatal que puede aportar una mejoría en la ciudad, ahora hace falta la voluntad política para revertir », y agregaba que «este modelo turístico invasor está impuesto desde hace muchos años. Queremos que esto sea un punto de inflexión para la ciudadanía, y necesitamos políticas reales para acabar con esta salvajada». La manifestación chocó con la presencia de numerosos turistas por las calles del centro de la capital. No había ningún crucero atracado en el puerto, pero aún así el número de viajeros en Cádiz era elevado. Imagen de contrastes, una protesta contra el exceso turístico, y por otro la amplia presencia de turistas en las calles. Partían los manifestantes pasadas las 12.00 del mediodía desde la plaza del Palillero y ponían rumbo en un primer momento hacia la Plaza de las Flores por la calle Columela. Comandaba la manifestación una pancarta de la plataforma Cádiz Resiste en la que se podía leer: «Recuperemos nuestros barrios». Unos metros atrás, otra gran pancarta de la plataforma de vecinos y amigos del Pópulo con el lema: « Menos apartamentos turísticos y viviendas vacacionales, y más viviendas para los gaditanos». Una protesta muy ruidosa con gritos como «Cádiz no se vende, Cádiz se defiende», «No me gusta que mi casera sea alemana» o «Un turista más, un vecino menos». Curioso al menos, que durante el cántico contra «Mi casera alemana», un grupo de alemanes se quedaban atónitos ante la escena. Continuaba la protesta, cada vez más multitudinaria, muchos vecinos se iban uniendo al enterarse el motivo de la misma. Una de estas vecinas decía: «A ver si acaban ya con los pisos turísticos, que ya ni nos conocemos, y vamos a tener que aprender idiomas para comunicarnos entre nosotros». Continuaba la protesta hacia la Catedral por la calle Compañía, una pequeña calle llena de negocios enfocados al turismo . Atravesaron el barrio del Pópulo hasta llegar a la plaza de San Juan de Dios, lugar en el que se encuentra el Ayuntamiento de Cádiz.