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Copa América 2024: los 7 minutos de Scaloni y los negocios del Tío Sam

El torneo de selecciones más importante del continente americano compite casi a la par con la más sofisticada Eurocopa. Ese espejo de superación por ahora tiene un punto débil en el estado de los campos de juego y otro aspecto positivo: las mejoras de la tecnología sumada al arbitraje (VAR) para la revisión de jugadas con cámaras de alta definición.

Con cada nueva edición, se renuevan los talentos futbolísticos y crece la pasión por las divisas nacionales.

Sin embargo, ciertas decisiones disciplinarias suelen generar polémica, reclamos y reacciones. Por estas horas han cobrado relevancia las sanciones a reconocidos seleccionadores por causa que sus equipos "salieron tarde al campo de juego".

El castigo por la impuntualidad

Lionel Scaloni fue suspendido por la CONMEBOL no pudiendo cumplir sus funciones en el partido frente a la Selección de Perú. Además, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) recibió una multa de u$s 15 mil que la entidad rectora del fútbol sudamericano le descontará de los porcentajes sobre derechos de TV, publicidad y recaudaciones.

Walter Samuel (integrante del cuerpo técnico) debió asumir el rol de DT interino, con presencia en la conferencia de prensa -previa y post- partido. En tanto, Scaloni debió conformarse mirar el partido desde un palco alto del Hard Rock Stadium de Miami, sin contacto ni comunicación alguna con sus dirigidos y ayudantes ni con los periodistas.

El motivo de la sanción fue la demora en regresar el equipo luego del entretiempo contra Canadá (5 minutos) y ante Chile (2 minutos), mientras se mostraba en las pantallas del estadio la cuenta regresiva oficial de los 15 minutos del descanso.

Esta sanción inapelable responde al siguiente orden: 1° infracción: advertencia; 2° infracción: suspensión más una multa a la asociación nacional. También resultaron suspendidos por un partido Ricardo Gareca (Perú), Fernando Batista (Venezuela) y a Marcelo Bielsa (Uruguay), quien se perderá este lunes el partido frente a EE.UU. tras haberse cronometrado 1 minuto y 30 segundos de tardanza en el entretiempo contra Bolivia, sumada a una anterior contra Panamá.

Así los hechos, cabe una duda: ¿Es pura coincidencia que todos los sancionados sean DT argentinos? En el fútbol siempre se tejen conjeturas y sospechas.

Un denunciante perturbado por la derrota

El estadounidense Jesse Marsch, DT de Canadá, al término del partido con Argentina dio su temprana alerta: "Argentina debería ser multada. Cuando estaban esperando volver a la cancha miraban en las imágenes de video y analizaban cómo querían jugar contra nosotros". 

De esta insólita manera, Marsch trató de diluir -públicamente- su responsabilidad y la de sus jugadores ante el gol definitorio de Julián Alvarez al minuto 49 (apenas iniciado el segundo tiempo).

El descargo de Walter Samuel

El DT alterno hizo su descargo en la rueda de prensa previa al partido contra a Perú: "Scaloni está un poco amargado por la situación porque nos consideramos un cuerpo técnico correcto y nunca tuvimos este tipo de sanciones". 

Y amplió: "Fue un golpe. A veces uno se puede quedar hablando cosas de fútbol en el vestuario, pero nunca buscamos sacar ventaja. Estamos sorprendidos. En estos seis años creo que sólo tuvimos una amarilla y fue a mí".

El reglamento tiene por objetivo garantizar que sean respetados los principios de integridad, imparcialidad, igualdad y juego limpio (Fair Play), entre otros, buscando asegurar "... el equilibrio de las disputas y la credibilidad de todos los involucrados en la competición..."(art.4°).

El reclamo solidario del DT Jorge Fossati

El uruguayo Jorge Fossati, experimentado seleccionador de Perú, asumió la defensa de sus colegas con críticas a la CONMEBOL: "Creo que merecería un "ajustecito" para ver si nos dan los tiempos necesarios, para que no se cometa el grave de error de salir un par de minutos tarde y que los responsables seamos los técnicos, como si le dijéramos a los jugadores y seamos responsables de que un jugador se quede más", declaró luego del partido con Argentina.

Y agregó dando muestras de sensatez: "Hay que mirar muchas cosas. Cuando termina el primer tiempo, no es el momento de poner el cronómetro, sino cuando llegas al vestuario. En varios estadios, el vestuario está como a un kilómetro y eso hay que mirarlo. No me parece bueno para la fiesta que es la Copa que el entrenador principal no pueda estar por este simple detalle, aunque cuando uno trabaja con un cuerpo técnico, que no esté el principal no va a afectar".

Una mirada sobre el código disciplinario

A esta altura del análisis, vale detenerse brevemente en las fuentes que habilitan a contar los minutos para sancionar "a los que llegan tarde".

El reglamento CONMEBOL para la Copa América 2024 tiene por objetivo garantizar que sean respetados los principios de integridad, imparcialidad, igualdad y juego limpio (Fair Play), entre otros, buscando asegurar "... el equilibrio de las disputas y la credibilidad de todos los involucrados en la competición..."(art.4°).

Dada la magnitud y trascendencia del evento deportivo, deben evaluarse con mesura ciertas reglas para evitar cometer arbitrariedades tales como suspender al DT como si fuera el único y principal responsable de la demora.

Bajo esta directriz tan inflexible como anacrónica, el órgano disciplinario está liberando de toda culpa a los verdaderos responsables oficiales del partido (árbitro, árbitros asistentes, cuarto árbitro, veedor, delegado o comisario de partido, inspector de árbitros, delegado, responsable u oficial de la seguridad), quienes deberían encargarse de exigir puntualidad a los protagonistas. 

Por estos días, la CONMEBOL debería prestar mayor atención sobre aquellos árbitros renuentes en adicionar minutos según el tiempo real y efectivo de las constantes interrupciones del juego (muchas de ellas premeditadas) que le restan continuidad y empobrecen al espectáculo.

Los negocios del Tío Sam

La Copa América organizada por la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) es valorada como el torneo de selecciones más antiguo del mundo y por ello, el país anfitrión deberá contar con obras de infraestructura (construcción de estadios y accesos, redes viales, transportes, hotelería, seguridad, logística y servicios varios) comparables con los mundiales FIFA o la Eurocopa (UEFA).

Según el sitio especializado en finanzas Valora Analitik, Colombia (2001) invirtió unos u$s 110 millones de dólares. Venezuela (2007) u$s 1200 millones; Argentina (2011) u$s 230 millones; Chile (2015) u$s 150 millones. En contraposición, EE.UU. no necesitó de grandes inversiones para esta Copa al disponer de excelentes instalaciones (14 estadios) e infraestructura hotelera y de transportes con capacidad para recibir a millones de aficionados.

El MetLife Stadium donde jugaron Argentina y Perú, ubicado en East Rutherford, Nueva Jersey, a sólo 25 minutos de Nueva York, es uno de los estadios más grandes y modernos de EE.UU. (capacidad 82.500), inaugurado en 2010 con un costo total de u$s 1600 millones. 

Sirvió como sede de la Copa de Oro (CONCACAF), el Super Bowl de la NFL y partidos regulares de la Liga Nacional de Fútbol Americano (New York Giants y New York Jets), el Wrestlemania de la WWE (lucha libre profesional) y en las últimas semanas, de los recitales de los Rolling Stones y de George Strait.

Según estimaciones de la agencia de mercadeo deportivo Shine Entertainment Media, el balance de esta Copa arrojaría entre 500 y 600 millones de dólares de ganancias, considerándose como un ensayo de cara al mundial FIFA 2026 que EE.UU. compartirá con Canadá y México. 

Sólo en la ciudad de Miami se proyecta recibir a 9 millones de visitantes (3 millones por Copa América + 6 millones por el Mundial 2026). En 2023, Miami superó los 27 millones de turistas (cifra récord) con una recaudación de más de u$s 21.000 millones. En este tipo de mega eventos, las tarifas hoteleras aumentan entre un 60 y 70% los valores habituales.

Este renovado fervor por los negocios ligados al fútbol tras el impacto que provocó el arribo de Leo Messi a la MLS (Inter Miami CF), que incluye un "boom" inmobiliario y hasta un polo gastronómico, nos hace rememorar a la emblemática figura del Tío Sam, aunque en esta ocasión, sólo se trata de convocar a los fanáticos futboleros que recorren el mundo y a las múltiples audiencias de consumidores.

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