La industria reclama que lleguen señales positivas "en breve": los efectos de la inflación y el desempleo
La Ley Bases ya es una realidad y ahora el Gobierno tiene las herramientas que pedía para poder llevar adelante su plan de gestión. Según afirma, con esto, además de la mejora de la economía que -según la visión oficial- ya se empieza a percibir, ahora llegará el tiempo de comenzar a ver la parte ascendente del proceso de recuperación.
La industria -sobre todo algunas ramas como las que tienen que ver con el consumo en general, sufren desde hace rato una baja en sus números-, y está a la espera de que la situación comience a cambiar. Aunque los cálculos que hacen no son siempre positivos.
"El mejor escenario que estamos planteando es que la actividad no siga cayendo", marcaron desde una empresa de consumo masivo.
Según analiza la industria, con la ley ya validada por el Congreso "ahora empieza a correr el reloj de arena", y los resultados deberían comenzar a llegar, y en un plazo relativamente corto.
Desde IDEA, por ejemplo, reconocen que "el primer cuatrimestre fue muy duro", aunque las expectativas están puestas en lo que ocurrirá a partir de ahora.
"Se aplicó un ajuste ortodoxo y todos sabíamos que terminaba en la recesión que vemos hoy. De todos modos, pareciera que lo peor ya pasó", explicó Daniel González, director ejecutivo de IDEA.
Por su parte, Gabriela Renaudo, presidenta del 60° Coloquio y group country manager de Visa para Argentina y Cono Sur, resaltó que "después de todo esto tienen que venir las señales positivas, y sería muy importante que sea en el corto plazo".
En lo que coinciden los empresarios es en que, por más que la Ley Bases haya visto la luz en el Congreso, se deben primero acomodar algunas variables macro. Una de ellas es la inflación, y si bien es cierto que se viene dando una baja, otro de los puntos negativos sobre los que se pone el ojo es la falta de recuperación del poder de los sueldos.
De acuerdo con el último relevamiento del Indec, el índice de salarios registró en abril -el último mes relevado oficialmente- un aumento del 10,5%, con lo que superó por 1,7 puntos porcentuales a la inflación general de ese mes (8,8%).
Sin embargo, esta ecuación benefició solo a ciertos trabajadores. Los únicos que lograron superar a la inflación en ese mes fueron los asalariados del sector privado registrado, con mejoras promedio de 12%, 3,2 puntos por encima del IPC de ese mes.
En cambio, los empleados públicos tuvieron una pérdida salarial de 7,5% -similar al 7,8% de los informales- y quedaron 1,3 puntos porcentuales por debajo de la inflación, una tendencia que se repite.
Los efectos de la baja del consumo
"Que hay una baja del consumo es real y nos pega de lleno; es algo que venimos sintiendo y por ahora no encontramos el piso. Si no se empieza a ver un cambio claro de tendencia, habrá que ver qué ocurre con las plantas", sostuvieron desde una empresa que, ante el menor nivel de consumo, ya debió licenciar personal y recortar algunas líneas de producción". "Necesitamos que haya una reacción y que sea lo más pronto posible", afirman casi con un dejo de esperanza.
Además, apuntan que se precisa hacia adelante "un horizonte de certezas" que de previsibilidad.
Dentro de este contexto también se da una cuestión en el plano laboral. Desde ya el tema de la recomposición de los salarios es un tema que está sobre la mesa, aunque ahora de alguna forma también hoy va acompañada de la discusión por la continuidad de los puestos laborales.
La sensación de la industria es que hoy la foto laboral no es buena, aunque esto se debe a un tema coyuntural. Y aquí los empresarios también advierten que "si no se logran mejorar realmente las variables macro la situación difícilmente cambien, más allá de la Ley Bases".