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Estados Unidos confía en apoyo a OTAN pese a auge de extrema derecha en Europa

Washington. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo este lunes que espera que los aliados europeos sigan apoyando firmemente a la Organización del Tratatado del Atlántico Norte (OTAN) tras la victoria de la extrema derecha en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia.

Blinken se abstuvo de comentar directamente el triunfo de la ultraderecha en Francia, pero se refirió en general al fortalecimiento de la OTAN desde que Rusia invadió Ucrania.

Extrema derecha gana primera vuelta de elecciones legislativas en Francia

“La alianza se está moviendo para garantizar que tengamos las defensas adecuadas donde se necesitan, donde son importantes”, dijo Blinken en el centro de estudios Brookings Institution.

“Ha sido una trayectoria clara durante los últimos tres años y medio. En realidad no creo que eso cambie, independientemente de la política del momento en Europa”, afirmó.

“Tenemos aliados muy fuertes, socios muy fuertes”, afirmó, y mencionó a Italia, encabezada por su líder más derechista desde la Segunda Guerra Mundial, la primera ministra Giorgia Meloni, quien se opone a algunos de sus aliados políticos al apoyar Ucrania.

Desde la invasión rusa, la OTAN sumó dos nuevos miembros, Finlandia y Suecia, lo que eleva el total a 32. Veintitrés de ellos cumplen ahora el objetivo fijado hace una década de gastar el 2% del PIB en defensa.

La Agrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen y sus aliados, ha sido acusada de mantener estrechos lazos con Rusia pero su líder, Jordan Bardella, quien podría convertirse en el próximo primer ministro, dijo en un debate reciente que no permitirá que Rusia “absorba un estado aliado como Ucrania”.

La OTAN celebrará una cumbre por su 75º aniversario en Washington la próxima semana.

Auge de extrema derecha

La alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron y la coalición de izquierdas inician este lunes una semana de campaña decisiva en Francia para evitar la llegada de un nuevo gobierno de extrema derecha en la Unión Europea.

El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados obtuvieron más del 33% de votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas el domingo.

Agrupación Nacional puede obtener la mayoría simple, e incluso absoluta, de los 577 diputados de la Asamblea Nacional (cámara baja) tras el balotaje previsto el 7 de julio, allanando el camino a un gobierno ultraderechista.

“La extrema derecha está a las puertas del poder”, “ningún voto debe ir a RN”, advirtió el domingo por la noche el primer ministro, Gabriel Attal. Sin embargo, esta posibilidad no se anuncia fácil.

Francia escoge a sus 577 diputados en sendas circunscripciones uninominales, con un sistema mayoritario a dos vueltas. Al balotaje pueden acceder en cada circunscripción dos, tres o más candidatos.

Con un RN en posición de fuerza, la presión se recrudeció sobre sus rivales para que se retiren en caso de balotajes con tres candidatos y aumentar así las opciones del mejor posicionado contra un rival ultraderechista.

“Tras la conmoción, hacer frente unidos”, llamaba este lunes en portada el diario de izquierda Libération, junto a una imagen en blanco y negro del candidato de extrema derecha a primer ministro, Jordan Bardella, de 28 años.

Los partidos franceses han aplicado tradicionalmente la política del “cordón sanitario” para aislar al partido heredero del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas.

Pero el principal escollo para su aplicación son las reticencias del oficialismo a llamar a votar por candidatos de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), partido que Macron calificó de “antisemita” y “antiparlamentario”.

Pese a esas críticas que LFI rechaza categóricamente, la izquierda --desde el sector socialdemócrata hasta el anticapitalista-- se presentó unida en el Nuevo Frente Popular (NFP), que llegó en segunda posición el domingo con casi el 28% de los votos.

Macron, cuyo bloque de centroderecha terminó tercero con solo 20% de votos, llamó a una alianza “amplia” contra la extrema derecha durante la segunda vuelta, pero sin aclarar si apoyarán a candidatos de izquierda radical.

“Necesitamos una mayoría absoluta”

La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la Liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi en 1945, sumaría un nuevo país en la UE gobernado por esta tendencia, como Italia.

Toda Europa tenía el lunes los ojos puestos en Francia. “Nadie puede permanecer indiferente [...] si en casa de nuestro cercano socio y mejor amigo un partido que ve en Europa el problema y no la solución gana ampliamente”, declaró el lunes la jefe del diplomacia alemana, Annalena Baerbock.

El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó que mantiene la “esperanza en la movilización de la izquierda francesa”.

En Reino Unido, que el jueves celebra elecciones legislativas, el jefe del partido laborista Keith Starmer, estimó que la “lección” que saca de los comicios franceses es que se debe “responder a las preocupaciones cotidianas” de los electores.

Otros en cambio recibieron con entusiasmo el resultado, como la dirigente italiana de ultraderecha, Giorgia Meloni, que celebró que la “demonización” de la extrema derecha ya no funciona.

Rusia dijo que sigue “muy de cerca las elecciones en Francia”. La victoria de la ultraderecha podría debilitar la política de Macron de apoyo a Ucrania, frente a Rusia. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercana a la Rusia de Vladimir Putin, asegura que apoya a Kiev y que quiere evitar una escalada con Moscú.

Macron, cuyo mandato termina en 2027, provocó el adelanto electoral a raíz de la victoria de RN en los comicios europeos en Francia y ahora se arriesga a compartir el poder con un gobierno de otro color político, a menos de un mes de los Juegos Olímpicos de París.

“Necesitamos una mayoría absoluta” para poder gobernar, dijo Le Pen el domingo en su feudo de Hénin-Beaumont, en el norte. Su programa aboga por recrudecer el control de la inmigración, más “autoridad” en la escuela y reducir la factura energética de los hogares, entre otras medidas.

Si no logran la mayoría absoluta, Francia podría vivir un período de bloqueo institucional con tres bloques en el Parlamento --izquierda, centroderecha y extrema derecha-- y sin posibilidad de convocar nuevos comicios hasta dentro de un año.

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