Este sistema inmoral, maléfico, perverso, diabólico, tiene que desaparecer
Lo que estamos viviendo es la guerra espiritual más grave de todos los tiempos. Satanás ataca a la Iglesia y al mundo por todos los frentes, no queda nada sano. Para establecer una nueva era espiritual que ya está anunciada, es preciso destruir, arrasar esta sociedad.