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La fuente de la Plaza de la Concordia se convierte en piscina olímpica

Abc.es 

El sol aprieta fuerte en Sevilla y estar en la calle se hace insoportable. Todos buscan la manera de mitigar el calor : buscando la sombra de un naranjo, refugiándose en algún bar, resguardándose en alguna tienda o centro comercial e, incluso, entrando en cualquier iglesia o capilla. Sin embargo, no todas las formas de evitar el calor son las más ortodoxas posibles. Así, durante el mediodía de este jueves, un individuo no ha dudado en lanzarse a la fuente de la Plaza de la Concordia para refrescarse. Lo más curioso es que, a tenor de las imágenes disponibles, esta persona ha aprovechado para practicar un poco de natación . En ellas, puede observarse cómo el bañista adopta una postura muy similar al estilo libre de natación o crol. Todo ello, unido al intenso color azul que desprenden las imágenes, genera un curioso efecto óptico que convierte a la fuente de la Plaza de la Concordia en una piscina olímpica a los pies de la antigua iglesia jesuita de San Hermenegildo , hoy en restauración . Apesar de días de calor intenso como el de hoy, estos comprortamientos no son comprensibles. Se trata de una conducta inapropiada y que plantea riesgos para la salud públic a. En este sentido, hay que señalar que las fuentes públicas no están diseñadas para ser usadas como piscinas. Estos elementos ornamentales suelen tener sistemas de circulación y tratamiento del agua que no están preparados para un uso recreativo. Bañarse en una fuente, por tanto, puede alterar estos sistemas y comprometer la calidad del agua. No han trascendido detalles sobre la identidad del bañista, por lo que no es posible determinar si era sevillano o, por el contrario, un turista . Asimismo, y a pesar del intenso calor, no se conocen los motivos que han llevado a este individuo a bañarse en esta fuente pública. Cabe recordar que las ordenanzas municipales prohíben el baño en las fuentes públicas, cuya sanción oscila entre los 50 y los 299,99 euros . Más allá de la posible multa, es necesario tomar conciencia de que las fuentes son parte del patrimonio urbano y cultural de Sevilla. Por esta razón, bañarse en ellas no solo atenta contra la normativa municipal, sino que afecta a la imagen de la ciudad . Luchar contra el calor debe hacerse desde el civismo y ello no justifica llevar a cabo un comportamiento inapropiado.

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