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El drama de Piura: agua por horas, presión baja y proyectos paralizados


                                 El drama de Piura: agua por horas, presión baja y proyectos paralizados

Mala gestión. Más de medio millón de personas de los 3 distritos más grandes de Piura reciben agua de mala calidad o no acceden a ella. Dependen de 2 fuentes: la planta de Curumuy y una red de 36 pozos. Ambas están en crisis y generan la cuarta parte de la demanda. Vecinos cuentan su diario calvario para obtener el vital recurso.

En el asentamiento humano San Sebastian, en Piura, todos los días miles de personas, incluyendo niños y adultos mayores, deben levantarse antes de las 5 a.m. para juntar agua en baldes. Si no lo hacen hasta las 10 a. m., se quedan sin el vital recurso y deben esperar hasta el día siguiente a que regrese el servicio en las casas y hacer la misma rutina.

Además, deben tener mucha paciencia porque la presión en las tuberías domiciliarias es muy baja. Por ello, los caños en esta parte de la provincia de Piura están cerca del suelo.

Casi 200.000 sin agua

La crisis por la falta de agua golpea con fuerza la provincia. En la ciudad de Piura, según estimados del INEI, en 2022 había 929.063 habitantes. De esta cifra, 575.218 están repartidos en sus tres distritos más grandes: Piura (184.732), Castilla (193.225) y Veintiséis de Octubre (197.261).

Eso fue hace dos años, actualmente, hay mayor población, pero no existen cifras actualizadas al respecto.

Lo que sí se conoce es que la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento Grau (EPS Grau), encargada de llevar agua y alcantarillado a las casas, solo tiene en esas tres jurisdicciones 98.388 conexiones, lo que implicaría 393.552 personas con el servicio.

Esto significa que, con la referencia más conservadora de hace dos años, casi 200.000 piuranos (181.666) no tienen acceso al vital elemento.

Sin embargo, el problema es más grave aún. Los que sí tienen conexión a la red reciben un servicio restringido, por horas, con baja presión y, en algunos casos, con agua no apta para el consumo humano, como pudo comprobar La República durante un recorrido.

Medio millón de piuranos son los que padecen por el mal servicio que reciben de la empresa de agua potable y alcantarillado. Hay quienes tienen agua con olor a óxido. Foto: Almendra Ruesta/URPI-LR

Infraestructura en declive

Los tres distritos mencionados cuentan con dos fuentes de agua. La primera es una red de 36 pozos tubulares que se alimenta de un acuífero subterráneo en decadencia. “De 70 litros han pasado a producir en algunos casos hasta 15 litros, menos de la cuarta parte”, detalla el actual gerente de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento Grau (EPS Grau), Marco Vargas Trelles.

La segunda es la planta de tratamiento de agua potable de Curumuy, infraestructura con 17 años de antigüedad que recibe el agua del río Chira.

Esta planta produce 600 litros de agua por segundo, es decir, solo el 25% de lo que se necesita para cubrir la demanda de la población, que se calcula en 2.400 litros por segundo.

S/300 millones en deuda

Vargas Trelles, quien fue nombrado luego de que la OTASS (Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento) asumiera la administración temporal, hace 9 meses, para intentar rescatar a la entidad, advierte que uno de los mayores problemas de la EPS Grau es una deuda de casi 300 millones de soles, lo que dificulta tener una gestión eficiente.

Sobre la calidad del agua, el gerente reconoció que, en muchas ocasiones, gestiones anteriores ejecutaron obras sin control. Esto generó, por ejemplo, la mezcla entre agua salada y dulce, lo que obligó al cierre de cinco pozos. “Casi el 30% de los pozos que tenemos produce agua alta en sales, por lo que tenemos que combinarla con el agua de la planta”, asevera.

Los sin agua. La población de los distritos más grandes de Piura está cansada de pagar altos montos y recibir un servicio de mala calidad o no acceder al agua. Por ello, alistan nuevas protestas. Foto: Almendra Ruesta/URPI-LR

“Declaren la emergencia”

Frente a este panorama, el decano del Colegio de Ingenieros de Piura, Hermer Alzamora, se mostró consternado ante lo que calificó como un colapso total del sistema de agua y alcantarillado en Piura.

En ese sentido, criticó la labor del Gobierno central. “Se debe declarar en emergencia el agua y alcantarillado en Piura”, sentenció el especialista.

Ahora bien, la negligente fiscalización de la EPS Grau y las municipalidades a los proyectos inmobiliarios durante los últimos años ha contribuido a que se agudice esta crisis. Además, se ha convertido en una fuente de conflicto en esta lucha por el agua en Piura.

Por ejemplo, los vecinos del condominio Oasis, que acoge a más de 400 familias, se movilizaron una vez más al grito de “¡queremos solución!”.

Harry Román, uno de los residentes en este proyecto, explica que cuando adquirieron su departamento les prometieron agua durante las 24 horas. Ahora solo puede acceder a dos horas en la mañana, dos horas en la tarde y una hora en la noche.

Esto se debe a que, hasta la fecha, la inmobiliaria no ejecutó la construcción de una fuente propia de agua potable a pesar de que este era uno de los requisitos técnicos que debía cumplir para que las autoridades otorguen la viabilidad al proyecto.

“Tengo que levantarme tempranito para juntar agua que encima no se puede usar para tomar ni cocinar por su mala calidad”, asevera la vecina Anaclaudia Vásquez.

Al respecto, Vargas acepta que existió falta de seriedad por parte de la EPS Grau al otorgar la factibilidad a los proyectos inmobiliarios pese a no contar con fuentes propias de agua.

Ante ello, hizo un llamado para que Contraloría y el Ministerio Público investiguen a sus antecesores.

“Agua con óxido”

Una situación similar se presenta en la urbanización Santa Margarita. La dirigente de la asociación de propietarios Ana Bobbio recuerda que, hace más de 10 años, la inmobiliaria ejecutó un pozo tubular con menos de 80 metros de profundidad sin tomar en cuenta que el acuífero se encuentra a más de 100 metros.

Esto dio como resultado agua con excesivo contenido de sal y cloruro, lo que la convertía en un recurso no apto para el consumo humano.

“El agua que llega a nuestros grifos tiene color y olor a óxido. (Por eso) vamos a buscar el agua para beber y cocinar a otras zonas”, señala.

“Mi familia gasta en la semana 20 soles en pasajes sin contar el dinero que dejamos a quienes nos brindan el recurso. Hay familias que gastan hasta 200 soles al mes, fuera del recibo que debemos pagar de forma mensual a la EPS Grau”, agrega Bobbio.

Los sin agua. La población de los distritos más grandes de Piura está cansada de pagar altos montos y recibir un servicio de mala calidad o no acceder al agua. Por ello, alistan nuevas protestas. Foto: Almendra Ruesta/URPI-LR

Empresa con alto rechazo

La Defensoría del Pueblo informó que, en los últimos cinco años, han recibido 425 quejas en contra de la EPS Grau.

La entidad detalló que, del total, 60 corresponden solo al 2024. Esto convierte a dicha empresa en la que genera mayor descontento en la población a nivel regional.

“Si no se hace un trabajo conjunto entre los Gobiernos nacional, regional, local y la EPS Grau para programar inversiones en los próximos tres o cinco años, vamos a seguir sufriendo”, asevera el jefe de la Oficina Defensorial de Piura, César Orrego.

Por su parte, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) reportó que el departamento de Piura suma 306 interrupciones del servicio de agua potable en los primeros cuatro meses del año, las que afectaron a 151.239 viviendas.

Harían cinco nuevos pozos

En tanto, la EPS Grau viene realizando un estudio del acuífero para confirmar si es viable la ejecución de cinco nuevos pozos tubulares que beneficiarían a las urbanizaciones Santa Margarita, Bancarios, Cossio del Pomar, Enace y UPIS Pueblo Libre.

Asimismo, se planea reforzar con un nuevo equipamiento los pozos ya existentes para elevar la presión y atender las zonas altas de la provincia.

No obstante, advierten los expertos, todas estas son soluciones temporales para un problema que supera a las autoridades locales y requiere del Gobierno central.

“Normalmente, los pozos que se van perforando ya nacen con un alto contenido de salinidad. En otros términos, se invierte para obtener agua de mala calidad. Se necesita una solución de aquí a 30 años. Cada vez vamos perdiendo más pozos y la brecha se va ampliando”, advierte Francisco Arteaga, catedrático de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura.

Nuevas obras

Especialistas, autoridades y dirigentes de la sociedad civil coinciden en que la solución definitiva se encuentra en implementar una nueva red de agua y alcantarillado en los tres distritos más grandes, así como en la ampliación de la planta de Curumuy.

El primer proyecto incluye a 94 asentamientos humanos ( 466.521 habitantes ) , de los cuales 37 tendrán agua por primera vez y 57 requieren renovación para mejorar la calidad.

Ambas iniciativas se encuentran a cargo del Ministerio de Vivienda y la población protesta por la demora. Según la EPS Grau, se estima que la buena pro de la primera obra se entregará hoy y de la segunda a mediados de mes.

Varias familias se sienten estafadas porque compraron propiedades donde hoy reciben el agua solo por horas. Foto: Almendra Ruesta/URPI-LR

“No más retrasos”

“Se ha modificado nuevamente el cronograma (de la red para los asentamientos). En este año y medio del Gobierno de Dina Boluarte hubo postergaciones. Este proyecto está desde el 2015, no vamos a tolerar otro retraso”, subraya el dirigente Wilder Farfán, quien anunció que en caso no se avance en la fecha prevista impulsarán un paro provincial.

Según las estimaciones, ambos proyectos podrían culminarse a fines del 2027. Si esto no ocurre, no solo se agravará la crisis por la falta de agua, sino que podría crecer la proliferación del dengue, enfermedad causada por el zancudo que se reproduce en los recipientes con agua, elemento que nunca está ausente en los hogares piuranos. Urgen soluciones.❖

Redes de desagüe y pistas en pésimo estado

● Pero además del agua, Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre enfrentan otros problemas: el colapso de las redes de desagüe y el mal estado de las pistas. En el primer caso, el rebalse de las aguas servidas está ligado al mal estado del sistema de agua y alcantarillado y de las plantas de tratamiento de aguas residuales, infraestructuras que en muchos casos tienen más de 20 años de antigüedad.

Sobre las vías dañadas, en numerosas ocasiones los alcaldes han puesto énfasis en que no pueden emprender proyectos, ya que muchos de los sectores que requieren de estos trabajos forman parte del megaproyecto de agua y alcantarillado para los 94 AAHH, el que tendría que ejecutarse primero.

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