Willy reduce a Finlandia y España se jugará el pase a los Juegos contra la temible Bahamas
España está a un solo paso de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París y esa es la mejor noticia que se puede extraer de su duelo ante Finlandia. Los nórdicos, aunque no cuentan en este Preolímpico con su mejor jugador, el NBA Lauri Markkanen, fueron capaces de mostrar al mundo todos los defectos del equipo español, como su falta de capacidad para cerrar el rebote o sus desconexiones en defensa. Males que casi le cuestan el partido a la selección pero que fueron disimulados por la descomunal actuación de Willy Hernangómez . El pívot, autor de 28 puntos, hizo lo que quiso en la zona nórdica y cuajó su mejor actuación en mucho tiempo. El madrileño, con Brown como compinche y con Scariolo tapando sus defectos, es todo un líder cuando se viste de rojo y amarillo. Hará falta que repita sus prestaciones este domingo, pues España se enfrentará en la final a la temible Bahamas, un conjunto que cuenta con tres jugadores (Ayton, Gordon y Hield) muy bien considerados en la NBA. Solo el vencedor estará en los Juegos. Lorenzo Brown solo tiene ojos para Willy Hernangómez . Se entienden con solo un gesto, una simple mirada, y el madrileño, con el estadounidense suministrándole balones de forma cíclica, se siente el mejor. Esa fue la combinación que dirigió a la selección en los primeros minutos ante Finlandia. Buenos ataques contrarrestados por el frenético ritmo nórdico, encomendados los chicos de Lassi Tuovi al mantra de que menos es más. Era evidente que la calidad de España era muy superior, pero su rival estaba lanzado y no encontraba toda la oposición que debería cuando se dirigía hacia el aro. La ventaja finlandesa era de tres puntos al final del primer cuarto. El duelo era de lo más caótico, lleno de imprecisiones y precipitación, y en ese anárquico escenario Brizuela se sintió como pez en el agua. El vasco hacía mucho daño con su uno contra uno y, tras sumar seis puntos casi consecutivos, España encontró un clavo al que agarrarse para salir del bache. Pradilla y Garuba le dieron mucho empaque a la defensa y, por primera vez, Finlandia comenzó a sentirse algo incómoda. Brown asumió galones en el ataque aunque no se le ve del tono fino en el lanzamiento y, tras siete puntos con su firma, el cambio de dinámica se hizo efectivo. Repitió el base en la última jugada del primer tiempo, finiquitada con una bella entrada a canasta. No estaba siendo la mejor actuación de España pero al menos, al descanso, ya ganaba por ocho. Tras la reanudación, Willy volvió a castigar la zona escandinava. Repleto de confianza, el pívot se inventaba puntos de la nada, era un boxeador acorralando a su rival en la esquina a base de mamporros. Aldama, tras un espectacular triple desde la esquina y dos tiros libres, elevó la ventaja española hasta los nueve puntos. Pero era la defensa lo único que chirriaba de la actuación española, muy poco contundente e inocente, pues las armas nórdicas eran escasas y conocidas y aún así, los chicos de Scariolo eran incapaces de apaciguarlas. Todo lo bueno que había construido España se derrumbó de forma dramática. Un triple de Little puso tres arriba a Finlandia y a la selección le dio un ataque de nervios. No conseguía asegurar el rebote en defensa y los cortes de Gustavson , el mejor de su escuadra, eran un galimatías. La situación era crítica pero el héroe pelirrojo, Alberto Díaz , apagó el fuego con dos triples espectaculares y un robo que acabó en canasta de Brizuela. Aldama siguió la estela y con otro triple y un gran mate tras rebote ofensivo devolvió la esperanza a los suyos. El tiroteo era espectacular, porque Finlandia afinó mucho su disparo desde la larga distancia y la igualdad era máxima. Tensión crepuscular en Valencia pues solo uno accedería a la final. Y fue Willy el encargado de cerrar su gran actuación con cuatro puntos que supieron a gloria. Lo peor ya había pasado y España solo tuvo que dejar pasar el tiempo hasta la bocina final. Bahamas, el último desafío para estar en los Juegos.