World News in Spanish

Pazo de San Mauro, el vino que encierra la historia de la albariño y de Pontevedra

Abc.es 

Cada 15 de enero, la pequeña capilla de San Amaro ubicada dentro del Pazo de San Mauro , construido en 1591 y rodeado de verdes viñedos que descienden en bancales hasta el río Miño, límite entre Galicia y Portugal, cambia su silencio y recogimiento habitual por las voces de las misas que allí se celebran y los peregrinos que acuden a pedirle al santo que les cure sus problemas reumáticos. En una tierra húmeda y laboriosa como Salvatierra, en el extremo más meridional de Pontevedra, no es raro que sea uno de los más venerados. La pequeña talla de madera ha sido restaurada con mimo, igual que toda la propiedad, por Pelayo de la Mata, marqués de Vargas y al frente del grupo vinícola homónimo con el que elabora en esta antigua casa solariega que adquirió en 2003 vinos que rinden culto al sabor y saber de las Rías Baixas. La finca alberga, además del templo y la viña, un gran hórreo de la época; una preciosa casa típica de dos plantas y varias habitaciones, decorada exquisitamente por la familia; amplios jardines cargados de árboles centenarios, laureles y hortensias, y la bodega , por cuanto siempre, a la manera de un 'chateu' francés, la vida allí ha estado unida a la uva en un mismo entorno y ritmo. En este pazo histórico, Marqués de Vargas elabora dos blancos: Pazo de San Mauro , un 100% albariño, y San Amaro , 'blend' de esa uva rubia y loureiro, una variedad local presente solo en una hectárea de las 30 de viñas de más de 35 años que poseen en este suelo arcilloso con canto rodado y base granítica. Ambas se vendimian de forma manual siguiendo su filosofía de elaborar con plantas propias de alta calidad y de parcelas singulares, que dan lugar a vinos especiales . Estos buscan expresar el carácter particular de esta zona fronteriza, llamada Condado de Tea, donde hay más sol y más verano que en el resto de la DO, dando lugar a largas maduraciones que, a las notas de manzana verde de la albariño le añaden las florales y le restan acidez. Pazo de San Mauro recibe a visitantes que buscan experiencias 'boutique' y poder conocer por dentro cómo se elaboran etiquetas especiales como estos dos vinos de finca. Duran una hora y media aproximadamente, cuestan 40 euros por persona (máximo seis) y solo se pueden hacer tras reserva previa . Un experto en enoturismo enseña la capilla, los jardines, la bodega, el viñedo, la playa y un mirador desde el que se pueden apreciar todas las terrazas cargadas de plantaciones hasta el río y la cercana orilla portuguesa. En el recorrido explica la manera de trabajar en la marca y termina con una cata de los dos vinos que puede hacerse dentro de la bodega o en el comedor de la vivienda principal. En este paisaje de granito y verde intenso , con una copa, el plan del día -Vigo está a una media hora en coche y allí hay abundante oferta de alojamiento y restauración- es completo.

Читайте на 123ru.net