Un doctor avisa ante las picaduras de garrapata: "Se debe eliminar lo antes posible sin tirar ni rascarse"
El doctor Julio Muñoz, médico preventivista del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, ha advertido que las picaduras de garrapatas son más frecuentes en el periodo estival y recomienda que si ya ha picado uno de estos animales, «se debe eliminar lo antes posible, pero sin tirar de ella ni rascarse». Su picadura puede ser transmisora de la enfermedad de Lyme, la fiebre botonosa mediterránea o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
El profesional recomienda revisar bien el cuerpo después de haber estado en el campo, especialmente si se ha estado entre la maleza. Además, es fundamental tomar precauciones al tener contacto con animales que puedan tener garrapatas. Si ya ha picado una, «se debe eliminar lo antes posible, pero sin tirar de ella ni rascarse».
«Tampoco se debe usar algodón empapado en alcohol, ni aceite ni vaselina. Ni presionarla para que no disperse su sangre y tampoco esperar a ver si se desprende sola», ha aconsejado el doctor Muñoz, quien lo que recomienda es que se extraiga «cuidadosamente con pinzas de borde romo (para no seccionarla), cogiéndola lo más cerca posible de la cabeza. Así se evita que la boca del parásito quede adherida a la piel».
Con el verano, las picaduras de garrapatas son más frecuentes ya que su metabolismo se activa gracias al calor. No solo son peligrosas para las mascotas, sino también para la salud de las personas, ya que no suelen provocar dolor debido a que inoculan con su saliva una sustancia anestésica y anticoagulante.
A partir de la picadura, la garrapata se alimenta de la sangre que necesita para su ciclo vital. Y suelen buscar lugares húmedos como las ingles, las nalgas, las axilas, el ombligo, la parte posterior de las piernas, las orejas y el cuero cabelludo, según ha detallado el grupo sanitario en un comunicado.
El doctor Julio Muñoz ha subrayado que las picaduras de garrapata constituyen un motivo de consulta «muy frecuente, sobre todo en la época estival». El profesinal avisa que «extremar las precauciones en verano es fundamental, sobre todo, porque aumentan las excursiones al campo, que es el lugar donde más abundan ya que suelen vivir en zonas boscosas y hierbas altas».
El especialista señala que «la globalización y el cambio climático están contribuyendo a la expansión de enfermedades que antes no se encontraban en nuestras latitudes. Las garrapatas, al igual que otros vectores, se están adaptando a nuevas áreas, lo que incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades».
Si los síntomas son fiebre, dolor muscular y de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos o debilidad, se debe acudir a un centro médico y extremar las precauciones sobre todo si se ha estado en el campo. Su picadura no suele ser peligrosa, y puede aparecer enrojecimiento y picor de la piel alrededor de la zona afectada, que incluso puede ir acompañada de un hinchazón o sarpullido, pero en ocasiones sí que aparecen complicaciones.
Para el especialista, «en el momento que la persona a la que ha picado empieza a tener síntomas como dolor en la zona de la picadura que no se reduce, fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos o debilidad, debe ponerse en manos de un profesional médico«.
Pueden ser portadoras de otras enfermedades
Aunque la mayoría de las picaduras de garrapata pasan desapercibidas porque no dan problemas, pueden ser portadoras de otras enfermedades. «En raras ocasiones, pueden ser portadoras de la fiebre botonosa mediterránea provocada por una bacteria llamada Rickettsia Conorii, que se encuentra en un 20 por ciento de las garrapatas. Entre los síntomas más habituales: fiebre y la aparición de un punto negro característico en la zona donde picó la garrapata», ha detallado.
Otra de las patologías que pueden transmitir es la enfermedad de Lyme. «Es fácil confundirla con una gripe, ya que sus síntomas son muy similares. Otra de las señales es que tras la picadura aparece un sarpullido en la zona donde ha picado. Eso ocurre entre 3 y 30 horas después», ha comentado el doctor Muñoz, quien ha afirmado que «ambas pueden resolverse sin dificultad con antibióticos si se cogen a tiempo».
En los últimos años, han surgido otras enfermedades transmitidas por garrapatas que están cobrando importancia en España. «Entre ellas se encuentra la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Esta enfermedad, aunque rara, es grave y puede causar fiebre alta, dolor muscular, mareos, rigidez, dolor de cuello, dolor de espalda, dolor de cabeza, irritación de los ojos y fotofobia. En los casos graves, puede llevar a hemorragias internas y externas«, ha advertido el especialista.