El Parlament da el primer paso para reformar el Reglamento para que pueda votar Puigdemont

El Parlamento de Cataluña ha aprobado este jueves tramitar, en lectura única, la reforma parcial del Reglamento para ampliar la delegación de voto de los diputados y permitir el voto telemático, lo que posibilitará que puedan hacerlo los electos huidos en el extranjero, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el exconsejero Lluís Puig, ambos de Junts, y mientras no vuelva a España, también Ruben Wagensberg (ERC). Este primer trámite se ha superado gracias a los votos del PSC, Junts, ERC, Sumar y la CUP, los cinco grupos que han presentado la propuesta de reforma. El texto también permitirá que la CUP se pueda constituir como grupo parlamentario, al margen del grupo misto, con la cesión temporal de un diputado por parte de otro partido, evitando así que compartan grupo mixto con Aliança Catalana durante la presente legislatura, según ha informado Ep. El plazo para presentar enmiendas acabará hoy a las 15.30 horas, y se llevarán a debate en un pleno agendado para el 25 de julio, en una sesión que, para que la medida salga adelante, necesitará el voto favorable de la mayoría absoluta de la Cámara autonómica, que está asegurado porque los cinco grupos superan los 68 votos. La iniciativa propone modificar cuatro artículos del Reglamento del Parlament y añadir otro y dos disposiciones transitorias, con el objetivo de ampliar supuestos de delegación de voto, regular el voto telemático, flexibilizar el procedimiento de adscripción de diputados a otros grupos, y modificar la mayoría necesaria para aprobar declaraciones institucionales. Respecto a la delegación de voto, hasta ahora existían los supuestos de maternidad, paternidad, hospitalización, enfermedad grave e incapacidad prolongada, al que la reforma añade el de «situaciones excepcionales debidamente justificadas a criterio de la Mesa en que, para impedir el desarrollo de la fundación parlamentaria y atendidas las especiales circunstancias, se consideren suficientemente justificado». El texto también prevé que en esas circunstancias se pueda solicitar el voto telemático, que podrían pedir también diputados con compromisos de representación institucional del Parlament o la Generalitat en el extranjero que les impida asistir a una votación. Asimismo, en una nueva disposición transitoria, la propuesta explicita que podrán delegar el voto «los diputados que se encuentren dentro de las causas incluidas en la Ley orgánica 1/2024, del 10 de junio, de amnistía» siempre y cuando haya cualquier procedimiento abierto sobre si se les aplica esa ley. Sobre la adscripción de los diputados a grupos parlamentarios, la reforma contempla que, en los cinco primeros días de cada periodo de sesiones, un diputado pueda cambiar de adscripción incluso si los grupos ya están constituidos, con el visto bueno previo del portavoz del grupo al cual se quieren adscribir. En otra disposición transitoria, la propuesta prevé que, si se aprueba la reforma parcial, se dispondrá de un «periodo excepcional de 10 días para realizar cambios en la adscripción de los diputados a otros grupos parlamentarios, así como la posibilidad de constituir nuevos grupos parlamentarios». Finalmente, la propuesta modifica las mayorías necesarias para aprobar declaraciones institucionales en el Parlament: en vez de la unanimidad que hacía falta hasta ahora, pasaría a ser suficiente el voto favorable del presidente de la Cámara y una mayoría cualificada de dos tercios de la Junta de Portavoces. El diputado de PSC Ferran Pedret ha defendido que la iniciativa facilita que el voto telemático se pueda hacer «sin tener ningún problema desde el punto de vista de su encaje constitucional», y ha explicado que su redacción se inspira en artículos del Congreso y del Senado. «Es buena noticia que el Parlament gane más herramientas en clave antirrepresiva», ha sostenido la diputada de ERC Marta Vilalta, tras celebrar que Junts y PSC se sumen a la iniciativa en esta legislatura para mejorar cuestiones clave del reglamento y garantizar derechos políticos, ha dicho textualmente. La diputada de Junts Jeannine Abella ha negado que la regulación del voto telemático sea «una legislación 'ad hoc' porque es una práctica normal y normalizada en muchos parlamentos», por lo que ve una anomalía que el Parlament no dispusiera de ello, y ha celebrado el cambio de opinión que, en su opinión, supone que los socialistas impulsen el documento en vez de acudir al Tribunal Constitucional. Para la diputada de los comunes Susanna Segovia, la ampliación de los supuestos de delegación de voto y el voto telemático es un «deber» que tenían pendiente, más allá de que facilite el voto de Puigdemont y Puig, pero también ha aplaudido que permita cambios en la adscripción de los diputados a grupos parlamentarios. Desde la CUP, el diputado Dani Cornellà ha celebrado la tramitación de la iniciativa con el apoyo de algunos partidos que, a su juicio, se han visto a hacerlo «más por aritmética que por cambios reales», así como que el texto les permita constituirse como grupo propio y no tener que compartirlo con Aliança. Por su parte, el diputado del PP Juan Fernández cree que es una modificación «exprés y a medida para los partidos independentistas y el PSC para que voten dos diputados fugados de la justicia», y ha pedido explicaciones al presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, sobre los problemas de inseguridad, educativos y económicos que, según él, hay en Cataluña. En la misma línea se ha pronunciado el diputado de Vox Joan Garriga, que ha acusado a independentistas y socialistas de preocuparse «en facilitar la delegación del voto de golpistas y huidos de la justicia». «¡Señoras de la CUP, no huyan asustadas del grupo mixto que nos los pasaremos muy bien!», ha exclamado la diputada de Aliança, Sílvia Orriols, que cree que la modificación da luz verde al transfuguismo provisional para que la CUP pueda tener cargos y retribuciones para beneficiar a la extrema izquierda.