"Súper peso": cómo es el plan del Gobierno para que compita con el dólar
El Gobierno busca llegar a la competencia de monedas con un "súper peso", cerrando todas las canillas de emisión monetaria y esterilizando al menos $ 2,5 billones de la base monetaria ampliada. El Banco Central dio pistas esta semana de cómo piensa lograr la apreciación del peso: espera que en el segundo semestre de 2024 haya un crecimiento de la demanda de dinero del sector privado, hasta el punto de que esa demanda alcance a la oferta que ya hay en el sistema monetario.
El objetivo es que, en un contexto de tasas reales positivas, la demanda de crédito permita desarmar las posiciones de liquidez que tienen hoy los bancos en LeFis y Lecaps.
Se trata de la Etapa III del plan de estabilización que detalló el vicepresidente del Central, Vladimir Werning, a inversores en Estados Unidos. "Tras la eliminación de los pasivos remunerados del BCRA, equivalentes al 6,5% del PBI a fines de abril, la liquidez ociosa se "almacenará" en tenencias bancarias de Lecaps y LeFis, lo que en el futuro impulsará la expansión del crédito bancario al sector privado", explicó el funcionario.
A medida que la demanda de dinero eleve la Base Monetaria y el crecimiento del crédito absorba la liquidez bancaria, las posiciones en Lecap y LeFis de los bancos se desarmarán de forma natural, reduciendo la deuda del Tesoro.
Hay otros factores que también podrían incentivar la demanda de dinero. "La apuesta del Gobierno es que el crecimiento económico, el repunte del crédito privado, las inversiones que lleguen con el RIGI y el blanqueo, aumentarán la demanda de pesos y la única fuente será la liquidez que quedó en la economía, hoy en pases, letras y bonos", aseguró Ramiro Castiñeira, director de Econométrica e integrante del Consejo de Asesores Económicos de Javier Milei.
En un escenario de colapso de la inflación, en el equipo económico creen que, sin una nueva oferta de pesos, la liquidez paulatinamente se transformará en demanda genuina de dinero. La apuesta del Gobierno es que, al reducirse el excedente de pesos en la economía, llegará un punto en que los controles cambiarios ya no serán necesarios dado que la demanda de pesos finalmente igualará la oferta disponible.
Cuáles son las dudas del mercado
Ese plan todavía no convence al mercado. Pese a que el Tesoro logró superávit fiscal primario y financiero en los primeros seis meses del año, los inversores siguen preocupados por la dificultad del BCRA en acumular reservas.
"Están pensando este esquema monetario sin un marco externo complementario. Para que funcione, tenés que tener reservas, acceso al financiamiento y al crédito externo. Hay una serie de condiciones que no están viendo. En el sector externo van a ser menos sustentable porque van a gastar esas reservas en la intervención y no para garantizar los pagos en un contexto donde no tiene acceso al crédito", considera Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go.
El Gobierno subraya el énfasis del ancla fiscal para que el sector privado demande más dinero. Sin embargo, en el mercado estiman que el superávit del Tesoro no alcanza para otras cuestiones, como pagar los vencimientos de deuda. Según Menescaldi, es insuficiente "porque regeneraste la deuda en pesos y la duplicaste desde noviembre".
"Para que aumente la demanda de dinero tienen que levantar el cepo (lo cual implica que sea fácilmente convertible la moneda) y que la tasa de interés sea positiva en términos reales", aseguró Emiliano Anselmi, economista jefe de PPI.
El Gobierno, en tanto, no se apresura en levantar las restricciones cambiarias. Primero quiere secar la plaza de pesos y consolidar la baja de la inflación.