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Las etiquetas «cero» se estancan: seis de cada 10 vehículos en España son diésel

Abc.es 

Más de 17 millones de vehículos en España, el 59% del parque, tienen motor diésel, es decir, seis de cada diez vehículos. Una cifra que contrasta con la de eléctricos, poco más de 170.000 y representado en 0,6% del total. Los de motor de gasolina superan los 10 millones (35%), y los bifuel o de gas se quedan en un 5,3% con algo más de millón y medio de unidades. Son cifras facilitadas por Solera tomando los registros de MSI, y que demuestran que menos del 6% del parque tiene una combustión que pueda ser considerada «sostenible». En un parque de 29.118.072 vehículos tan solo el 1,2 % dispone de etiqueta medioambiental «Cero». El distintivo ECO de la DGT lo llevan en su parabrisas 1.383.066 coches (4,7%) , 11.679.881 tienen la pegatina verde o «C» (40,1%), y 8.210.401 tiene la de color amarillo «B» (28,2%). Todavía 7.484.110 vehículos circulan sin distintivo medioambiental por nuestras carreteras, pese a que cada vez cuentan con más restricciones, como las Zonas de Bajas Emisiones que impiden su acceso al centro de las principales ciudades. Según José Luis Gata, responsable de Negocios de Solera España , esto se debe fundamentalmente a la falta de accesibilidad de este tipo de coches por parte de las clases medias. «Los planes Moves no funcionan porque las ayudas se están dando a las personas que no tienen problemas económicos a la hora de comprar un coche eléctrico», asegura el directivo. desde su punto de vista, para logar una descarbonización efectiva de la automoción en España «lo que realmente hace falta es ayudar para que quien tenga un coche sin pegatina pueda cambiarse a uno con ella». Con el ritmo de electrificación actual, según sus estimaciones, en 2030 España no llegará siquiera al millón de coches electrificados (híbridos o eléctricos) de los cuales casi medio millón serán eléctricos puros. Según Martín Tejero, Key Account Manager de Solera, «actualmente la evolución del parque muestra que la etiqueta Cero está estancada y, en cambio, crece la Eco y la C. La primera de ellas es solo el 5% del parque, pero parece que está siendo el vehículo de entrada a la electrificación. A día de hoy no hay planes para cambiar la etiqueta y ser más restrictivos con la etiqueta eco, por lo que se prevé una foto estable del parque salvo que haya algún cambio administrativo que ahora no se percibe. En todo caso puede haber un replanteamiento del calendario para el fin de la combustión y eso dará más tiempo al taller para adaptarse». El estudio de Solera va más allá y contempla la repercusión de la implantación del vehículo eléctrico en el sector del recambio y los talleres. Y lo cierto es que, aunque la factura de la reparación mecánica en un coche eléctrico es un 28% inferior de media que en uno de combustión, y que un vehículo eléctrico deja de equipar piezas de mecánica por valor de casi 21.000 euros, la lentitud con la que este tipo de coches están creciendo en el mercado hace que los cambios no sean inminentes. Según Solera con un vehículo de combustión la facturación media alcanza los 513 euros, cantidad que se reduce a los 368 euros en un eléctrico. No obstante, dado que en España a finales del año pasado sólo había 170.581 vehículos eléctricos en circulación, su aportación a los ingresos de la posventa por mecánica es de momento de apenas 62,7 millones de euros. En general, el coste de mantenimiento de un eléctrico es un 29% más económico que un gasolina, un 21% que un diésel y un 25% que un híbridos. En realidad, desde el punto de vista del taller, sólo la partida de los neumáticos les es más rentable con un eléctrico que con uno de combustión. Si esta foto la vemos en coste por kilómetro (a 3 años y 90.000 km), vemos que la diferencia es más estrecha entre un eléctrico y un diésel, «sólo» un 27%. Con un híbrido es un 33% y con un gasolina, un 42%. Pese a que estas cifras podrían ser favorables para los consumidores a la hora por decantarse por un coche eléctrico, la falta de accesibilidad de este tipo de coches por parte de las clases medias supone un importante freno. Falta infraestructura de recarga pública, su adquisición es más cara, y existen innumerables trabas para acceder a las ayudas del Plan Moves , lpor lo que tampoco extraña que solo el 3,2% de los hogares tenga un coche electrificado. Y, de todos ellos, prácticamente el 40% son hogares con ingresos por encima de los 3.000 euros mensuales, según datos del INE«, explica José Luís Gata. Además, tal y como ya se está avanzando en otros países como Francia, la electrificación pude traer un nuevo tipo de fiscalidad. Según la Agencia Tributaria, la electrificación ha bajado la cuota media de ingresos por vehículo en un 3,3% de 2022 a 2023, por lo que está sobre la mesa establecer un nuevo tipo de impuesto según el peso del vehículo. Esto perjudicaría principalmente a los SUV eléctricos y electrificados, que por un lado los más pesados, y por otro los que más están creciendo en porcentaje de ventas. .

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