El despido de Garro cierra la última puerta para sumar macristas al Gobierno
El despido de Julio Garro terminó de eclosionar el vínculo entre el macrismo y el gobierno de Javier Milei. Sin embargo cerca del expresidente, a quien la noticia lo encontró de viaje y a punto de regresar a Buenos Aires, no lo toman como una afrenta contra el PRO sino como un modo de gestión y de "maltrato permanente".
"No hay dirigentes del espacio político del PRO que quieran colaborar con la gestión", cerraron la última puerta de entrada al Poder Ejecutivo, si es que aún quedaba alguna abierta. El macrismo insiste en que quieren que le vaya bien a Milei pero no comparten el vínculo con los funcionarios y la sucesión de despidos.
Varios de las últimas salidas tienen ADN macrista o cercanos al expresidente: los hermanos Pablo y Joaquín de la Torre de Capital Humano; Vicente Ventura Barreiro, un hombre cercano a Cristian Ritondo desplazado como el número 2 de Patricia Bullrich y ahora Garro, exintendente de La Plata y saliente subsecretario de Deportes de la Nación.
En todos los casos, aclaran, aceptaron los cargos a título personal. No hubo, no hay y ya no habrá ningún acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza para sumar funcionarios. "No hay ni habrá fusión, no cogobernamos y no hay garantías de ningún tipo para sumarnos", subrayan ya sin disimulo en la fuerza que creó Macri y que está a punto de ser relanzada.
Aunque hay quienes describen malestar o enojo, las fuentes consultadas advierten que el despido de Garro no puede analizarse sin el contexto. Señalan que es una cadena más de un eslabón en el que incluyen desde figuras de largo vínculo y estrecha cercanía con Milei como lo fue Nicolás Posse y como intenta seguir siéndolo el legislador porteño Ramiro Marra.
Posse dejó de ser jefe de Gabinete porque Milei evaluó que no agilizaba la gestión y lo echó sin mediar una charla entre ambos. A Marra, que fue candidato a jefe de gobierno de la Ciudad fue Karina Milei quien le mandó a intervenir el bloque, intentó quitarle la jefatura, lo dividió y ahora pelean por el sello LLA en la Justicia Electoral.
En todos los casos median denuncias públicas o judiciales. De Posse se dijo que mandó a espiar incluso a la hermana del Presidente. A De la Torre y a Barrerio los denunciaron judicialmente y les colgaron sospechas de corrupción. A la mayoría, además, les lanzaron la artillería de redes sociales.
A Garro lo "despidió" Daniel Parissini, más conocido como el "Gordo Dan" y se sumaron desde el presidente Milei a la vicepresidenta Victoria Villarruel. De la misma manera -apuntan distintos voceros- al también despedido asesor económico y empresario textil Teddy Karagozian lo confrontó en redes el subsecretario de Prensa de Presidencia Javier Lanari y al consultor Fausto Spotorno a quien cruzó el propio jefe de Estado.
En siete meses muchos funcionarios -más o menos visibles, de mayor o menor rango- fueron corridos de manera "llamativa" coinciden las fuentes consultadas. Y agregan que en la función pública aún hay unos 1500 empleados de jerarquía y poder de decisión de la gestión anterior. Si siguen, es por falta de reemplazos, alegan.
En ese marco y tras la larga seguidilla de despidos a todos aquellos que cuestionaron alguna decisión o emitieron opinión propia es difícil que dirigentes del PRO acepten sumarse, en caso de ser convocados.
Milei echó a Julio Garro de la Subsecretaría de Deportes tras la polémica con Messi - El Cronista
Este jueves el propio jefe de Gabinete Guillermo Francos dio las razones del nuevo desplazamiento. Contó en una entrevista radial que Milei se sorprendió al enterarse de la crítica de Garro a Lionel Messi por el cántico racista contra Francia, un cántico que por otra parte no se vio completo porque el jugador Enzo Fernández, que estaba en vivo en las redes, cortó la transmisión.
"Sucedió que un cántico que se generó en la alegría del vestuario después de un triunfo costoso, provocó comentarios. Y ahí el subsecretario hizo una apreciación que al Presidente le pareció desafortunada. Al Presidente y a mucha gente", reveló Francos antes de reunirse con los jefes de los bloques de diputados dialoguistas en Casa Rosada.
Y contó cómo se cerró el episodio: "A mí me lo dijo el Presidente: '¿Qué está diciendo el subsecretario? Esto no tiene nada que ver con lo que pensamos'". Después de eso Garro puso su renuncia a disposición. No tuvo chance de aclaración ni de pedido de disculpas.