Se desploma el precio de la soja: cuántos dólares quedan por liquidar al BCRA
La caída de la cotización internacional de la soja, en su nivel mínimo en los últimos cuatro años, abre un nuevo frente de tormenta para el Banco Central. Ante la caída del precio de la commodity, disminuye el stock de dólares que ingresará a las arcas del BCRA.
Según estimaciones del mercado, quedan 26 millones de toneladas por liquidar. El precio que se paga en los puertos de Argentina por exportar soja trepa a u$s 421 la tonelada, por lo que esa cantidad representa u$s 11.135 millones.
En tanto, el precio de la tonelada en Chicago operó ayer a u$s 403,64, reflejando una abultada oferta mundial y las buenas calificaciones de la cosecha estadounidense, que continúan presionando al mercado.
La caída de los precios y la percepción de un atraso del tipo de cambio desincentivan las liquidaciones de divisas de los exportadores, en un momento en que el Banco Central tiene serias dificultades para acumular reservas. Según informó ayer la entidad, las reservas brutas cerraron en u$s 27.608 millones, tras una intervención en el mercado de cambios que implicó la venta de divisas por u$s 62 millones.
"Es una mala noticia para el ingreso de dólares del Banco Central porque tenés un stock dado que es la producción de este año. Lo que queda por vender ahora tiene un menor precio que antes. Claramente el impacto sobre las reservas es negativo", explicó a El Cronista David Miazzo, economista y director de Data Miazzo.
A principios de julio se había vendido el 46% de la producción de soja de la campaña. Ese nivel es superior al 45% de los dos años previos, pero inferior al promedio de 49% de los últimos cinco años. Esos datos revelan que los productores están liquidando divisas a un ritmo normal.
Con las cantidades en parámetros normales, el precio empieza a cobrar una importancia vital. "En lo que va de julio, la comercialización viene a buen ritmo. La baja del precio internacional claramente no es un incentivo a apurarse a vender. Si actualmente tenemos los precios más bajos de los últimos cuatro años, nadie tiene ningún apuro a salir a desprenderse de la mercadería", asegura Miazzo.
"Claramente la caída no es un incentivo. Más, en un contexto donde cada vez hay un mayor consenso de que el tipo de cambio está atrasado y va a ser difícil sostenerlo mucho tiempo más", agrega.
Sin embargo, en el mercado sostienen que, aunque tarden, los productores terminarán liquidando, aunque si se profundiza la caída del precio, eso implicará menos dólares para las reservas. "Los dólares tarde o temprano entran. Gran parte de la campaña se vende antes de que arranque la próxima cosecha. No es que no van a ingresar, sino que ingresan a un ritmo más lento", concluye Miazzo.