Muere Pablo Victoria, el catedrático que denunció el genocidio de Simón Bolívar contra los españoles

Pablo Eduardo Victoria Wilches , guerrero incansable contra la Leyenda Negra y artífice de una infinidad de investigaciones que desmitificaron la imagen idílica del revolucionario Simón Bolívar , ha fallecido esta madrugada a la edad de 81 años. Lo ha hecho tras no poder superar una dura enfermedad, aunque sabedor de que sus muchos años de estudio desvelaron a la sociedad las peripecias de héroes españoles que habían caído en el olvido como Blas de Lezo y el Virrey Eslava ; los dos personajes que, más allá de sus diferencias, defendieron Cartagena de Indias de la flota inglesa en 1741. Victoria no fue un catedrático universitario al uso. Colombiano de nacimiento, pero con nacionalidad española, obtuvo un doctorado en Economía en Estados Unidos y otro en Filosofía en España por la Universidad Complutense de Madrid. Desde entonces, unió a estos mundos sus otros dos grandes intereses: la política –local y nacional– y el pasado imperial a ambos lados del Océano Atlántico. La vida le hizo, en definitiva, recorrer un millar de caminos. Por un lado fue senador, parlamentario del Congreso de Colombia y precandidato a la Presidencia por el Partido Conservador del mismo país. Por otro, fue miembro de la Academia Bolivariana de Historia y de la Academia de Historia Eclesiástica de Bogotá. Aunque la política le afectó hasta el punto de obligarle a mudarse a España tras ser amenazado de muerte. Aunque jamás abandonó su faceta de economista –fue profesor de esta materia en distintas universidades internacionales y miembro de la Sociedad Colombiana de Economistas– sus intereses acabaron por empujarle hacia el estudio del pasado. Así lo demuestra el que, de los más de veinte libros que alumbró, más de la mitad estuvieran dedicados a la historia. Desde ' El día en que España derrotó a Inglaterra' , hasta ' Cuba, 1898. La conjura del miedo '. Este último, publicado hace apenas un año por la editorial Edaf. Dentro del ámbito de la historia, Victoria dedicó el grueso de sus libros a desmitificar ese discurso hegemónico que, según desveló en una entrevista con ABC en 2019 , divide todavía la Guerra de Emancipación entre patriotas y traidores (americanos y españoles) y califica a los rojigualdos de asesinos y opresores. Para él, una serie de maniqueísmos recurrentes que tan solo anhelan generar un caldo de cultivo contra la península ibérica entre los países latinoamericanos. «Los españoles han asumido la Leyenda Negra como cierta y verdadera, cuando es completamente falsa. España nunca cometió atropellos desde sus instituciones en América y, de hecho, protegió a las minorías como negros e indígenas. Por algo los indios, sobre todo en el sur de Colombia, permanecieron fieles a la corona hasta el final», explicaba Victoria en declaraciones a ABC hace apenas un lustro. Victoria también dedicó sus esfuerzos a desvelar el verdadero rostro de un personaje como Bolívar, mitificado por una buena parte de la sociedad latinoamericana. En sus palabras, este militar «no ha tenido biógrafos, sino aduladores que le presentan como alguien magnánimo, despegado de pasiones, inteligente y culto». Un error, pues, aunque era ilustrado, perpetró «asesinatos con una crueldad tremenda». En su investigaciones, de hecho, sostenía que este abyecto personaje «aspiraba a establecer una dictadura en los territorios americanos con el apoyo de Inglaterra y de algunas provincias» locales para, así, «coronarse emperador del continente». En uno de sus últimos ensayos, 'El terror bolivariano' (La Esfera de los Libros), Victoria sostenía, en base a documentación inédita, que los autoproclamados como libertadores eliminaron de forma premeditada a miles de españoles. Y todo, motivado por Bolívar, quien, en sus palabras, era «alguien inmensamente cruel y cuya motivación era acaparar poder y ser un dictador toda su vida».