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El frío acentúa la pobreza en Buenos Aires: la mitad de la población argentina la padece

Abc.es 

No son casos aislados. Actualmente, el 50% de los argentinos viven en situación de pobreza. El fenómeno tampoco es nuevo. De hecho, el hambre lleva años instalado en una Argentina en la que ver familias enteras revolviendo los cestos de basura se ha transformado ya en parte de un paisaje tan desolador como habitual. Sin embargo, este año la pobreza se ha acentuado con creces. Y a esto se suma la llegada del frío, inédito en Buenos Aires, que en las últimas semanas se ha acercado a los 0 grados. La emergencia de la pobreza ha llevado incluso a la mismísima Catedral de Buenos Aires a transformarse en un comedor. El drama de la falta de alimento y las bajas temperaturas, que este mes ya se han cobrado cuatro vidas. La noticia del fallecimiento de varias personas que vivían en las calles porteñas causó estupor semanas atrás en Buenos Aires, una ciudad muy desacostumbrada a estos niveles de frío durante el invierno. Según información proveniente del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza alcanza actualmente a más del 54% de la población del país , un dato que resulta más que alarmante en una nación que continúa siendo rica en recursos naturales. Sin embargo, de la mano de la tragedia ha surgido también la solidaridad: asociaciones y organismos sin fines de lucro han puesto manos a la obra para ayudar a aquellos que menos tienen. Para combatir las gélidas noches de invierno, la misma Catedral de Buenos Aires ha abierto sus puertas cuando las noches se volvieron insoportables en la Plaza de Mayo , donde habitualmente se sirve la mesa para las personas que no tienen la posibilidad de acceder al lujo del calor de un hogar. «Comenzamos con recorridas por distintos puntos de la ciudad, y hoy hace 13 años que compartimos una mesa digna de lunes a domingo en Plaza de Mayo», cuenta en diálogo con ABC Martín Giovio, director de la asociación Red Solidaria, que alimenta diariamente a ciudadanos en situación de calle a muy pocos metros de la Casa Rosada. A continuación, explica: «Generamos un encuentro donde es muy importante el plato de comida , el abrigo, la frazada, y también un poco de música, arte, espectáculos, un abrazo, una mirada, una escucha. Sentarnos a compartir la mesa que nos iguala, dignifica». Pero esta no es la única iniciativa que desarrolla la asociación: este invierno los autobuses de larga distancia se han transformado en auténticas habitaciones que albergan día a día a quienes hoy más sufren. De hecho, este año más de 300 personas fueron alojadas allí para salvar sus vidas del frío. «Cuando la temperatura baja los 5 grados, las chances que se produzca un fallecimiento por hipotermia son aún mayores», apunta Giovio. Al recorrer las calles argentinas, es posible encontrarse con –al menos- dos escenarios vinculados al drama de la pobreza. Por un lado, están aquellas familias que viven desde hace largos años en la indigencia, habida cuenta de que el hambre no es un fenómeno que haya comenzado este año. Pero hay también un segundo grupo: el que integran todos aquellos que acaban de estrenarse en la pobreza , producto del crecimiento del desempleo o del elevado precio de los alimentos –en algunos supermercados de Buenos Aires, los productos son más caros que en los europeos-. De este fenómeno da cuenta un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), que señala que en el primer trimestre del año se produjo un fuerte incremento en la cantidad de población urbana que se encuentra tanto en situación de indigencia como de pobreza. A todos ellos, que meses atrás no imaginaban que las calles de su ciudad se convertirían en su hogar, también van destinadas estas iniciativas que traen la luz de la solidaridad a un escenario que muestra cada día más oscuro.

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