'The Acolyte': Disney contra el mundo
El reciente lanzamiento de ' The Acolyte ' del universo ' Star Wars ' se ha convertido en una guerra abierta y cruel entre Disney y una gran parte de fans de la célebre saga. Mientras que los críticos cercanos a la casa del ratón, que viven de tener acceso previo a los contenidos y necesitan apoyar a la empresa para seguir manteniéndolo, han sido extremadamente favorables a la nueva serie, los críticos independientes y la audiencia general han atacado despiadadamente a esta nueva entrega con una catastrófica valoración de tan solo catorce por ciento en RottenTomatoes . ¿A qué se debe el rechazo frontal del nuevo producto de Disney ? ¿Cuáles son las claves de la polémica? En resumen, se reducen a dos: por un lado, está la reciente deriva woke de los contenidos de una marca teóricamente orientada a familias, jóvenes y públicos infantiles y por otro la total y alarmante falta de calidad de ' The Acolyte ' en sí. Con un total de siete episodios lanzados y a la espera de la entrega final de ' The Acolyte ' ya podemos hablar con conocimiento de causa del bajísimo nivel creativo y de calidad de el último producto de la saga ' Star Wars'. 'The Acolyte ' sencillamente no está a la altura de los 180 millones de dólares de presupuesto con los que ha contado. El primero de los problemas son unos personajes que no solo acusan un caso extremo de unidimensionalidad sino un total desprecio por sus motivaciones principales. Valga como ejemplo el caso de la secta de brujas lesbianas con el don de la inmaculada concepción, que afirman que sus poderes nunca han de usarse como arma para, en la escena inmediatamente posterior, usarlos como tal. O la asesina de jedis que se niega a asesinar jedis desprevenidos por la espalda. En ' The Acolyte ' No hay a qué atenerse y las decisiones de los personajes sólo sirven al propósito de hacer avanzar la trama a base de incongruencias. El segundo problema son los escenarios y el vestuario, mucho más parejos a una producción de teatro de barrio que de una producción de casi doscientos millones de dólares. Los interiores son oscuros y claustrofóbicos y el abuso del desenfoque de fondo hace que cada nueva localización se parezca a todas las anteriores. Star Wars ha de ser espectacular, exótico, deslumbrante y ' The Acolyte ' sólo transmite aburrimiento estético. Y el tercero y mayor de los problemas son la trama y el guión. Se suele decir que los personajes sólo pueden ser tan inteligentes como lo sean sus guionistas. Definitivamente los guionistas de ' The Acolyte ' no parecen pertenecer a MENSA con el torrente constante de trucos baratos, recursos facilones y supuesto secretos y giros de guión paupérrimamente escondidos tras personajes evidentes desde el primer minuto. En definitiva ' The Acolyte ' se acerca mucho más al fan fiction que a una producción multimillonaria y profesional de uno de los estudios más grandes de la industriaaudiovisual. Un hate watch en toda regla para los fans de la vergüenza ajena. Para entender las extremas políticas de diversidad e inclusión de Disney tanto a nivel empresarial como de contenidos es necesario analizar los sistemas de cotización pública en Estados Unidos . Desde la implantación de índices de valoración de diversidad e inclusión que afectan a la valoración de las empresas en los mercados de valores, Disney ha favorecido la elección de sus guionistas, directores y productores sobre la base de su raza, género y orientación sexual en lugar de sus méritos profesionales. Sólo así puede asegurarse un alto índice que mantenga el valor de sus acciones que, por cierto, han caído más de un 32 por ciento en los cinco últimos años. La sustitución de la meritocracia por la política de cumplir requisitos arcoíris ha resultado en un peligroso descenso de calidad en sus productos que las audiencias han empezado a rechazar frontalmente. Recordemos por ejemplo el fracaso de ' She-Hulk ', una comedia legal para cuyo guión y dirección Disney contrató a Jessica Gao que admitió públicamente su inexperiencia e incluso falta de interés en el género legal. Pero la diversidad forzada y la inclusión obligatoria de minorías no se limita a la plantilla de Disney. En la última década la empresa estadounidense ha recibido innumerables críticas por el cambio de raza de varios personajes protagonistas de sus historias clásicas como ' La Sirenita ' y ' Blancanieves '. Y la respuesta sistemática de Disney a las críticas ha sido la peor posible: enfrentarse a los fans, acusarlos de racismo y homofobia y jugar la carta del victimismo y la misoginia. Atacar a tu fuente de ingresos no parece la mejor estrategia, desde luego. ' The Acolyte ' debería ser la oportunidad para que Disney entendiera que, a sus fans, les dan igual la raza, el sexo o la orientación sexual de sus personajes mientras las historias sean de calidad. Disney haría bien en recordar que ' Rogue One ' fue un éxito de taquilla con Felicity Jones como protagonista, ' Andor ' cautivó a los fans con el mexicano Diego Luna al frente y ' Black Panther ' batió récords con un reparto mayoritariamente negro con la misma base de fans. Es hora de que Disney reflexione y se dé cuenta de que sus fans no rechazan sus ideas, rechazan la baja calidad de desastres como ' The Acolyte '