Qué alimentos no se deben cocinar en el microondas: las cinco preparaciones que podría costarte la vida

Al ser un electrodoméstico muy popular, muchos creen que se puede cocinar cualquier plato. Sin embargo, es todo lo contrario.

El microondas es uno de los electrodomésticos más usados en la cocina y que más de una vez te puede sacar el apuro. Generalmente, es usado para recalentar la comida o infusiones como el café o té si es que está muy frío.

Una de las recetas populares que se puede preparar en microondas es el famoso bizcochuelo en taza que se prepara con cuatro ingredientes: leche, huevo, cacao y una pizca de polvo para hornear. 

Sin embargo, hay quienes usan erróneamente el electrodoméstico para cocinar ciertos alimentos que podría ser peligroso para la salud.

¿Qué alimentos no se pueden cocinar en el microondas?

Según un artículo publicado en The Healthy, los siguientes alimentos son peligrosos para cocinar en el microondas.

Huevo duro

Con cáscara o sin, los huevos duros pueden explotar cuando se calientan en el microondas. Esto se da por la acumulación de vapor dentro del huevo, incluso puede explotar después de haber sido retirado del microondas. 

Por eso, siempre es mejor cortarlos en pedazos pequeños antes de calentarlos.

Leche materna

Esto puede crear "puntos calientes" que terminan en quemaduras en la boca y la garganta del bebé. Por otra parte, el plástico de la mamadera puede liberar sustancias químicas nocivas al ser calentado. 

Por lo tanto, siempre será la mejor opción calentarla en una olla con agua caliente.

Carnes procesadas

Al tener conservantes y productos químicos, las carnes procesadas pueden volverse perjudiciales cuando se recalientan en el microondas.

Arroz

Es peligroso recalentar el arroz por la presencia de una bacteria llamada Bacillus cereus. La bacteria produce esporas que pueden sobrevivir al calor del microondas y derivar en intoxicación alimentaria.

Pollo

Puede contener bacterias como la salmonela. El microondas no garantiza que el calor elimine la bacteria. El pollo siempre debe ser cocinado al horno para asegurar la eliminación total de todas las bacterias.