La segunda represa hidroeléctrica más grande del mundo está en Sudamérica: evitó una guerra entre 2 países
La segunda represa hidroeléctrica más grande del mundo, ubicada en Sudamérica, es considerado un hito de la ingeniería y la diplomacia. Esta megaconstrucción es capaz de generar una inmensa cantidad de energía renovable, además de haber jugado un papel crucial en evitar un conflicto armado. La represa hidroeléctrica de Itaipú, con una impresionante capacidad instalada de 14.000 MW, se encuentra en la frontera entre Paraguay y Brasil, a lo largo del río Paraná, y es un ejemplo notable de cooperación entre naciones.
La construcción de Itaipú fue impulsada por la necesidad de resolver disputas territoriales y satisfacer la creciente demanda de energía en la región.
La segunda represa hidroeléctrica más grande del mundo está en Sudamérica
Situada entre Hernandarias (Paraguay) y Foz do Iguaçu (Brasil), la represa de Itaipú tiene una longitud de 7.919 metros y una altura máxima de 196 metros, el equivalente a un edificio de 65 pisos. Esta imponente estructura está compuesta por una combinación de concreto, roca y tierra, y cuenta con 20 turbinas de 700 MW cada una, distribuidas equitativamente entre Brasil y Paraguay. La capacidad instalada de Itaipú es de 14.000 MW, lo que la posiciona como la segunda más grande del mundo, solo superada por la presa de las Tres Gargantas en China.
Desde su inauguración, Itaipú ha sido reconocida por su alta eficiencia y capacidad de generación. En 2016, produjo suficiente energía para abastecer a Argentina durante más de un año, o a Londres durante tres años, destacándose como una fuente clave de energía renovable en Sudamérica.
¿Cómo evitó una guerra la represa hidroeléctrica de Itaipú?
La historia detrás de la construcción de Itaipú está marcada por conflictos territoriales y tensiones diplomáticas. Tras la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870), Paraguay perdió una gran parte de su territorio a manos de Brasil, lo que dejó las fronteras entre ambos países indefinidas y propensas a disputas. En 1965, la ocupación militar brasileña en la zona reclamada por Paraguay aumentó las tensiones, lo que llevó a una intervención diplomática por parte de Estados Unidos.
La firma del Acta de Iguazú en 1966 fue un momento decisivo que permitió la colaboración binacional para la construcción de la represa de Itaipú. Este acuerdo no solo evitó un posible conflicto armado, sino que también estableció las bases para una cooperación a largo plazo en el aprovechamiento de los recursos hídricos del río Paraná.
Características de la represa hidroeléctrica de Itaipú
La represa de Itaipú es una maravilla de la ingeniería moderna. Su estructura principal es una presa de gravedad hueca, diseñada para utilizar un 35% menos de concreto que una presa sólida, manteniendo la resistencia necesaria para soportar la presión del agua. Las turbinas están diseñadas para operar en diferentes frecuencias, con 10 unidades a 50 hertz para Paraguay y 10 a 60 hertz para Brasil, todas con una tensión nominal de 18 kilovoltios.
El embalse creado por Itaipú abarca un área de 1.400 km², con un volumen de agua de 29 millones de m³. Además, cuenta con 14 compuertas en el vertedero, que pueden liberar hasta 62.200 m³ de agua por segundo, lo que equivale a 40 veces el caudal medio de las cataratas del Yguazú. Asimismo, su construcción involucró la desviación del séptimo río más extenso del mundo, un proyecto que requirió tres años y la remoción de 50 millones de toneladas de tierra y roca.
La represa de Itaipú ha sido reconocida como una de las "Siete Maravillas del Mundo Moderno" por la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles en 1995, destacando su impacto tanto en la ingeniería como en la diplomacia.