Cae la confianza en el Gobierno: el presente aún le gana al largo plazo
Construir expectativas es una de las tareas más difíciles para los gobiernos, en particular cuando lo que tienen delante son indicadores mixtos: en el mundo de Javier Milei y Luis Caputo, los positivos todavía están lejos de la gente y los negativos saturan el día a día.
El Indec informó una mejora anual y mensual del Estimador de Actividad de mayo, la primera desde el cambio de gobierno. Pero ese número está traccionado por un puñado de sectores, en particular el agro, que duplicó los malos datos de la cosecha 2023. Para el ciudadano de a pie, la economía continúa envuelta en un estado de recesión. Los rubros donde más pesa el empleo (la industria, el comercio y la construcción) muestran variaciones negativas de dos dígitos.
El Gobierno también recibió con satisfacción el dato de inflación de junio, ya que si bien tuvo un leve rebote, estuvo por debajo de lo que esperaba el mercado. ¿Se siente en los bolsillos? Todavía poco, porque el incremento que arrastran en estos meses los servicios públicos aleja la sensación de que la batalla contra la inflación va por el buen camino.
El superávit fiscal, el principal escudo del programa económico, tampoco es un dato que entusiasma. Incluso hasta algunos economistas lo consideran relativo, ya que saben que el número final suele conseguirse gracias a atrasos en pagos de volumen significativo.
En la calle, la aprobación de la Ley Bases y la firma del Pacto de Mayo tampoco movió el amperímetro. Eran movidas institucionales imprescindibles, requeridas para dar una señal de gobernabilidad a empresarios e inversores. El impacto de sus reformas se verá recién a mediano plazo. Y las de efecto inmediato, como la restitución de Ganancias, no mejorarán la popularidad del Gobierno.
Por estas razones, no debe sorprender la caída del Indice de Confianza que mide la Universidad Di Tella, que en julio anotó una baja de 3,7% sobre los valores del mes previo. Está incluso por debajo de lo que registraron Mauricio Macri y Alberto Fernández con la misma cantidad de meses de gestión.
En resumen, los sectores que generan más empleo todavía siguen con números negativos frente a 2023, la inflación baja pero todavía le gana a los salarios, y el Congreso aprobó leyes pero la política solo muestra internas. Con Caputo concentrado en el frente cambiario y monetario, y Milei mas atento a las redes sociales, hay un vacío de comunicación que no se llena con conferencias de prensa. La confianza en el rumbo se construye con liderazgos inspiradores que se hagan cargo del presente.