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La historia de la bailarina que quedó plasmada en la moneda del Bicentenario de la Anexión

La historia de la bailarina que quedó plasmada en la moneda del Bicentenario de la Anexión

Karla Bustos Villavicencio fue elegida para que su silueta vestida con traje típico fuera el relieve de la moneda del Bicentenario de la Anexión

La joven Karla Bustos Villavicencio fue elegida para que su figura con traje típico quedara plasmada en la moneda conmemorativa del Bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya.

Una joven bailarina de folclor quedó plasmada en una moneda muy especial, la de ¢500 que conmemora el Bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica. Karla Bustos Villavicencio, estudiante de 18 años, vecina de Alajuelita y con raíces guanacastecas, fue la elegida para engalanar la moneda.

Esta muchacha, que cursa el sexto año en electromecánica en el Colegio Técnico Profesional de Hatillo, es una apasionada por el baile folclórico, disciplina que practica desde hace ocho años. Ella es parte del grupo Mi linda Costa Rica, de Zapote.

Es una joven aplicada en sus estudios y a la que le gusta asistir a la iglesia. La elección de Karla como imagen de la moneda conmemorativa se dio de la siguiente manera: hace un tiempo, un conocido de la bailarina que labora en el Museo del Oro, la contactó para que les ayudara a posar para una fotografía vestida con traje típico.

“Cuando me contaron que era para usarse en la moneda del Bicentenario, en ese momento sentí mucha felicidad, creo que es algo que abrirá muchas puertas en mi vida”, comentó Karla en entrevista telefónica con La Nación.

La fotografía se tomó en el Museo de Oro, en San José. “Hice mi postura y quedó todo bien. Tengo muchos sentimientos, el saber que soy yo quien estará en esa moneda me provoca mucha alegría”, agregó la joven.

Karla confiesa que el amor por el baile folclórico afloró en ella un tiempo después de empezarlo a practicar. Ella asegura que con el paso de los años, poco a poco, esta expresión artística fue metiéndose en su corazón.

Para Karla, cuyos abuelos maternos son oriundos de Guanacaste, ser parte de la historia de la celebración del Bicentenario de la Anexión es también una gran responsabilidad.

“La cultura es de suma importancia para nuestra sociedad. Estoy muy orgullosa de representar nuestras tradiciones”, agregó.

Este miércoles 24 de julio, Karla fue parte del acto de presentación de la moneda, que se realizó por la tarde en la Iglesia Colonial de Nicoya, en Guanacaste.

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Las mujeres monedas y billetes de Costa Rica

En la historia de la numismática costarricense hay pocas mujeres representadas en monedas y billetes. Mariela Agüero, curadora de numismática de los Museos del Banco Central, explicó que en los medios de cambio hubo diferentes representaciones de la figura femenina; sin embargo, no han sido principales como la masculina.

La primera imagen de una mujer que se vio en una moneda fue representada con un busto, en 1845. “Este fue un resello (no un grabado) que se ponía sobre las monedas para que pudieran circular”, comentó la experta.

Sin embargo, en 1847, fue la primera vez que en Costa Rica se grabó la imagen de una mujer en un medio de pago; se trató de la moneda conocida como ‘Mariquita’, que conmemoró la Constitución de 1847.

“‘La Mariquita’ es la imagen de una joven india que se acuñó en una moneda de plata que se llama real”, agregó la curadora.

La nueva moneda conmemorativa del Bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya es bimetálica.

Aproximadamente un año después, la imagen de una india se plasmó en una moneda de oro cuyo valor era de dos escudos. A esta se le conoce como ‘La india parada’, ya que refleja a una mujer con enaguas de plumas y sus flechas. “Es una representación de la libertad y la independencia, más que en ese momento pasábamos a ser una República”, explicó Agüero.

Además, en el tema de los billetes, hubo alegorías con mujeres representando temas como la libertad o la agricultura, como se aprecia en el recordado billete de ¢5. En otros casos, como en el billete de ¢50 del Banco de Costa Rica de 1901, la curadora destacó la aparición de mujeres vestidas al estilo romano y griego con togas.

La moneda de la

“Hay también un tipo de mujer que yo llamaría ‘mujer anónima’, que se usaron entre 1900 y 1950. Se trata de mujeres no identificadas, pero que están representadas en fotografías de plantaciones de café, cargando piñas o en conversaciones entre campesinos. Además, están estas mujeres que tienen un papel importante en la vida rural y agrícola del momento. Las podemos ver, pero no sabemos quiénes son”, manifestó la curadora.

El billete de ¢5 es uno de los mejores ejemplos de cómo la imagen de la mujer se usaba en alegorías impresas en billetes de Costa Rica.

Agüero comentó que entre 1940 y 1996 hubo un silencio en la numismática y en los medios de pago sobre la imagen de la mujer. Fue una época en la cual se vio mayor representación de personajes masculinos importantes para la historia.

Fue en 1997 cuando en el billete de ¢10.000 se usó la imagen de la educadora Emma Gamboa. Ya en la nueva familia de billetes, pero en la denominación de ¢20.000, apareció el rostro de la escritora y política Carmen Lyra.

Sobre la moneda del Bicentenario de la Anexión

El año anterior, el Banco Central de Costa Rica emitió dos monedas conmemorativas de ¢500, una por el 175 aniversario de la República y otra por los 75 años de la Abolición del Ejército Nacional.

En el caso de la moneda del Bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, el Banco Central tendrá a la venta los ejemplares. Los interesados en adquirirlas deben de reservarla en línea por medio un formulario, el cual estará disponible en sus páginas de Facebook e Instagram el 26 de julio, a partir de las 9:30 a. m.

Billete de ¢50 del Banco de Costa Rica de 1901, en el que se aprecia la figura de una mujer vestida con toga.

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