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Cuando el mal aliento va más allá de un problema de higiene

Las palabras “mal aliento” normalmente se asocian con una mala higiene bucodental. En muchas personas esto puede ser así, pero en otras, el mal olor que se despide al hablar o abrir la boca puede ser síntoma de problemas más serios que deben descartarse o tratarse a tiempo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que además del descuido de la salud bucodental, hay tres enemigos del aliento: el fumado, la ingesta de bebidas alcohólicas y la mala alimentación. Pero estos “enemigos” son temporales. En casos más serios, infecciones bacterianas, abscesos, enfermedades gastrointestinales, tumores benignos e incluso cáncer pueden provocar el mal aliento.

En la gran mayoría de los casos, quien tiene halitosis o mal aliento no se percata de ello ni de lo incómodo que puede ser para quienes tiene alrededor. Además, las otras personas difícilmente se lo harán notar, porque consideran irrespetuoso comentarlo o no quieren hacerle pasar un mal momento.

Por esta razón, esta semana en Siéntase Pura Vida se hablará sobre la halitosis, sus causas, sus características, qué se puede hacer para remediarlo y en qué momento es necesario buscar ayuda profesional. Para responder estas preguntas se contó con la ayuda de la odontóloga Yessenia Monge Herrera.

“Es un olor desagradable que despedimos por la boca. Las causas pueden ser variadas, desde enfermedades periodontales (en las encías), resequedad en la boca, hasta otras gastrointestinales e incluso renales, por eso es bueno estar pendientes”, comentó Monge.

Sin embargo, la especialista enfatizó que lo primordial en estos casos es visitar a un odontólogo, que será quien lo ayude a determinar si se debe a un problema de higiene bucodental, a lesiones más serias en la boca o a enfermedades para las que debe referir a un médico.

Por ejemplo, en 2019, un estudio encontró que el 96% de los adultos de la Gran Área Metropolitana (GAM) tiene gingivitis moderada. Aunque esta no necesariamente está relacionada con la halitosis, sí da cuenta del descuido que hay en el cuidado de la salud bucodental.

El origen del mal aliento

De acuerdo con Monge, hay personas que son más sensibles a la acumulación de bacterias en la boca que otras, y en estos casos, sumados a una higiene no tan rigurosa, pueden ir dando como resultado un aliento poco agradable.

Monge expresó que la enfermedad que tiene más relación con el mal aliento es la enfermedad periodontal. Es una inflamación en la encía que se produce por la acumulación de restos de comida. Si la gente no tiene un cepillado y una higiene correcta, esos restos de comida se mezclan con la saliva y forman una placa que se acumula alrededor de los dientes y se descompone.

“Es como cuando uno deja un alimento descomponerse, eso va a generar mal olor. En los dientes, la placa libera gases y esos gases son los que provocan el mal aliento”, explicó.

Esto podría solucionarse de manera sencilla si se hace un cepillado de dientes riguroso, pero también si se utiliza el hilo dental, dado que este llega a sitios donde el cepillo no puede llegar. También es necesario cepillar la lengua.

Quienes tienen problemas de caries y no se han percatado, eso provoca mal aliento.

“No todas las caries avisan ni provocan dolor. Cuando un nervio muere, pasó por un proceso inflamatorio y ya se les hizo un ‘cráter’. Y esto provoca mal olor”, destacó Monge.

La odontóloga recordó que es necesaria la visita cada seis meses, para que el profesional haga su valoración, una limpieza más profunda y vea si hay algún problema.

Por otra parte, quienes tienen prótesis o algún tipo de ortodoncia deben tener un tipo de higiene más específica que deben vigilar con su odontólogo.

Dentro de otras causas está la resequedad, que puede ser provocada por algunas enfermedades o medicamentos. Esto también despedirá un mal olor en la boca.

Además, en algunas personas hay ciertos alimentos que pueden provocarles mal aliento, por eso es usual que los odontólogos hagan interconsultas con otros profesionales de la salud, como médicos o nutricionistas.

Por ejemplo, quienes tienen reflujo podrían tener cambios en su aliento, debido a los gases que emanan del estómago hacia el esófago.

En casos más graves, el cáncer de esófago también provoca halitosis. Por eso, es necesario hacer ese tipo de revisiones para que el odontólogo pueda referir de ser necesario.

“Yo tuve una señora que vino con un tumor gigante, ya se eso se salía de mis manos y la referí con un maxilofacial. En otros casos se refiere con un odontólogo patólogo. O se refiere con un gastroenterólogo. Hay muchas interconsultas que hacemos por varios temas”, expresó.

Otras enfermedades con problemas de aliento

Según la enciclopedia Medline Plus, la halitosis por enfermedades también tendrá sus aromas característicos.

  • Un aliento que huele a frutas es un signo de cetoacidosis, que puede ocurrir en la diabetes. Esto se da cuando el cuerpo empieza a descomponer la grasa demasiado rápido. Esta es una afección potencialmente mortal.
  • El aliento que huele a heces se puede presentar con el vómito prolongado, especialmente cuando hay una obstrucción intestinal. También se puede presentar temporalmente si la persona tiene puesta una sonda a través de la nariz o la boca hasta el estómago para drenar los contenidos gástricos (sonda nasogástrica).
  • En personas con insuficiencia renal crónica, el aliento puede tener un olor similar al amoníaco (también descrito como un olor parecido a la orina o a “pescado”).
  • En quienes tienen insuficiencia hepática el aliento es más bien similar al moho.

El tratamiento del mal aliento

El tratamiento variará según la causa. En los casos más sencillos retomar la higiene básica bastará.

En quienes tienen problemas de resequedad hay medicamentos y enjuagues que pueden ayudar a disminuir dicha condición y con ello el mal olor.

También es necesario buscar ayuda profesional con carácter de más urgencia si presenta aliento fuerte y a la vez signos de una infección respiratoria, como fiebre, tos o dolor facial con secreción de la nariz.

También si hay secreciones con pus o manchas en su boca o lengua.

Un diagnóstico a tiempo permitirá que la enfermedad pueda tratarse, y con esto se irá el mal aliento.

¿Hay forma de prevenir el mal aliento?

Monge recordó que sí hay forma de minimizar el riesgo de halitosis. Para ello se requiere disciplina. Un chequeo dental cada seis meses permitirá revisar a la persona y ver si algo está mal.

Desgraciadamente, lamentó la especialista, eso no es lo más común en Costa Rica.

“No es lo mismo encontrar una lesión pequeñita a que dejés de ir cinco años y el problema se haga grande. No te esperés a que te duela algo, porque puede estar avanzando y no te das cuenta”, concluyó.

Siéntase Pura Vida y visite al odontólogo.

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