¿Cómo juega la generación Z? Buscan videojuegos mas sociales, creativos e inclusivos
Los nacidos a mediados de los 90 y los primeros años 2000 tienen unos gustos y hábitos que difieren a los de anteriores generaciones. Analizamos qué caracteriza a los jugadores de la Generación Z.
Si eres un millennial, es decir, que naciste entre los años 80 y mediados los 90, seguro que para ti los videojuegos significan algo muy concreto. Durante tu infancia un producto de entretenimiento interactivo que mirabas con cierta fascinación, y que al principio disfrutabas tanto en los salones recreativos como en los bares, en forma máquina arcade, y en tu casa y la de tus amigos o familiares, gracias a algún modesto ordenador doméstico o consola. Cada juego que querías jugar en casa tenías que comprarlo, y si se trataba de una consola de 8 y 16 bits, seguramente te podías permitir muy pocos videojuegos al año, que tu familia te regalaba en fechas señaladas, como Navidad o cumpleaños. Además, habrás jugado cientos de horas en solitario, prefiriendo incluso hoy en día las experiencias para un jugador, y si tuviste suerte también te lo pasaste en grande jugando en multijugador con tus amigos, pero de una manera diferente a lo que hoy en día estamos acostumbrados, todos apretados en el mismo sofá, codo con codo, y prestando atención a un mismo televisor.
En cambio, si perteneces a la Generación Z, es decir, que naciste a mediados de los 90 y principios de la década de 2000, los considerados como primeros nativos digitales, lo que significan para ti los videojuegos y cómo los consumes seguro que es bastante diferente respecto a un millennial. Jugar online y disfrutar de elaborados títulos free-to-play sin gastar un euro es algo tan natural como comprar un juego, y seguro que has usado más de una vez un juego como lugar de reunión y para chatear con tus amigos, como hacíamos los millennial hace ya más de 20 años en el MSN Messenger de Microsoft. A continuación, vamos a realizar una modesta radiografía de cómo son los jugadores de la Gen Z, y ver si son tan diferentes a los millennial como a veces se piensa.
A qué juega la Generación Z
Como un resumen rápido y general de cómo son los miembros de la Generación Z, se los describe como nativos digitales que son hábiles con los dispositivos tecnológicos y las redes sociales, prefiriendo YouTube, TikTok, Instagram y los servicios de streaming sobre los medios tradicionales, y disfrutan de las experiencias personalizadas y la inmediatez, acostumbrados al acceso instantáneo a la información y el entretenimiento. Es una generación que valora la diversidad y la inclusión, mostrando una fuerte conciencia social y ambiental, y en términos de educación y trabajo buscan flexibilidad y un equilibrio entre la vida laboral y personal, a menudo optando por formas no tradicionales de aprendizaje y empleo.
En lo que se refiere a sus gustos por los videojuegos, disfrutan tanto de shooter competitivos como Overwatch y Apex Legends, como como de inmersivos y absorbentes RPG de mundo abierto y para un jugador como The Witcher 3 o Elden Ring. Una tendencia importante entre los gamers de la Generación Z son los juegos que apuestan por la creatividad y la expresión personal, al estilo de Minecraft y Roblox, experiencias en las que pueden construir, crear y compartir sus creaciones, viendo aquí una clara ruptura con los millennial, que no conectan tanto con este tipo de propuestas. A la inversa, vemos como los juegos de coches, un género muy popular durante los años 90, no importan tanto a la Gen Z, algo que quizá tenga que ver con que este grupo de población cada vez se saca menos el carnet de conducir y por tanto están menos interesados en este género, que ya no es tan importante como antaño.
También es una generación que ha crecido jugando a juegos independientes, lo que implica disfrutar de historias más diversas y audaces respecto a los tradicionales juegos comerciales, y que exploran temas sociales y personales, incluyendo cuestiones de identidad, género, orientación sexual o salud mental, algo que demandan estos jugadores. Y también vivieron en primera persona el auge de los esports, que no ven como algo hostil, y pueden disfrutar como espectadores de partidas de League of Legends y enterarse de lo que está pasando, a diferencia de muchos millennial.
Según un estudio que acaba de publicar Newzoo titulado How consumers engage with games today, el género favorito de la Gen Z son las aventuras, seguido de los juegos de lucha, los shooter y los battle royale; entre los millenial, también son las aventuras, seguidas de los puzles y los shooter y juegos de coches, que empatan en porcentaje. ¿Y cuáles son las franquicias más populares entre la Gen Z? Pues Minecraft, Call of Duty, Grand Theft Auto, Fortnite, EA Sports FC / FIFA, Candy Crush, Roblox y Mario, en este orden. Tras revisar multitud de estudios como este, vamos descubriendo que en cuanto a gustos, los millennial y la Generación Z no son realmente tan diferentes.
Cómo juega la Generación Z
Aunque las consolas y los ordenadores siguen siendo tan populares como en los años 90, la Generación Z ha cambiado significativamente su manera de jugar y acceder a los videojuegos, influenciada por la accesibilidad y la flexibilidad que ofrece la era digital. La proliferación de juegos para móviles ha marcado un cambio paradigmático en la forma y el lugar donde se juega, y los smartphones han facilitado jugar en cualquier lugar y momento, convirtiendo el tiempo de inactividad en oportunidades para sumergirse en sus juegos favoritos.
Como os podéis imaginar, estando todo el día pegados al móvil, evidentemente la Gen Z juega mucho más a juegos para móviles, y según un estudio, un 21 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años tienen más de 10 juegos instalados en su teléfono, frente a tan solo un 6 % entre los 25 y 34 años; un 16 % de la Gen Z descarga varios juegos a la semana, frente a un 10 % de los millenial.
Si bien los servicios de juego en la nube como NVIDIA GeForce Now o Xbox Cloud, por su filosofía, se alinean con el estilo de vida móvil y dinámico de la Generación Z, acostumbrada a servicios de alquiler y suscripción en todos los ámbitos de la vida, desde Netflix a Uber pasando por Airbnb (no tendrás nada y serás feliz), es cierto que el juego en la nube todavía no ha terminado de despegar del todo, aunque veremos qué ocurre en los próximos años. ¿Peligran las consolas tradicionales? Es posible, pero nos llevan advirtiendo de estos desde hace muchos años, y no parece que esté cerca de ocurrir.
Los servicios de suscripción como Xbox Game Pass y PlayStation Plus sí que han llegado para quedarse, y parece que han conectado perfectamente con la Generación Z, al ofrecer una biblioteca de títulos por una razonable tarifa mensual, proporcionando una solución económica al alto coste tradicional de los juegos, y permitiendo picotear y experimentar con todo tipo de géneros y títulos sin ningún compromiso, algo del gusto de este perfil de consumidor.
Además, como comentábamos al principio, la integración de características sociales dentro de los juegos ha convertido el gaming en una actividad social esencial. Los jugadores de la Generación Z utilizan frecuentemente el chat de voz, la transmisión en vivo y los modos multijugador en línea para conectarse con amigos y construir comunidades alrededor de sus juegos favoritos. También disfrutan de estar durante horas viendo a sus streamer favoritos jugando a videojuegos, y socializando en el chat con los miembros de la comunidad, teniendo aquí otra de las evidentes rupturas generacionales con los millennial, que no entienden qué hay de divertido en ver a otros jugar.
Ser gamer es una identidad de la que ya no se avergüenzan
En los años 80 y 90, ser aficionado a los videojuegos a menudo llevaba a que las personas te etiquetaran como "rarito" o "friki". Este estigma social se debía en parte a la percepción de los videojuegos como una actividad solitaria y poco convencional, asociada con la introversión y la desconexión social. Los videojuegos en esa época no eran tan omnipresentes ni tan aceptados en la cultura popular, lo que contribuía a que quienes disfrutaban de ellos pudieran sentirse aislados o incomprendidos. Sin embargo, con el paso de los años, esta percepción ha cambiado drásticamente, y por fortuna, la Generación Z ha crecido en un mundo donde los videojuegos no solo son aceptados, sino celebrados, y pueden enarbolar sin ningún estigma social la identidad gamer. Según recoge este estudio, más miembros de la Generación Z se consideran gamers que dentro de los millenial.
Según un estudio publicado por Newzoo, un 88 % de los millenial juega a videojuegos, una cifra sorprendentemente alta, y muy parecida a la Gen Z, con un 86 %. Como comentamos antes, donde hay una mayor diferencia es a la hora de ver jugar a través de plataformas como Youtube y Twitch, ya que un 67 % de los millenial reconoce hacerlo, frente al 79 % de la Gen Z, que tienen más naturalizada esta práctica.
Cuánto dinero gasta la Generación Z en videojuegos
En plena crisis de la industria de los videojuegos, en un año desastroso en el que ya se ha despedido a 11.000 trabajadores, es normal cuestionarse si todo lo que conocíamos hasta el momento está en peligro, y si ante semejante ofertas de servicios de suscripción y juegos gratuitos free-to-play, cada vez más complejos y espectaculares, la Generación Z gasta menos dinero en videojuegos que las precedentes. Pues según un estudio, la probabilidad de que un miembro de la Gen Z gaste dinero en videojuegos (60 %) es casi idéntica a la de un millenial (61 %), y solo es un poco inferior en la nueva Generación Alpha (58 %), los nacidos a partir de 2010, que evidentemente todavía son muy jóvenes y tienen menor poder adquisitivo, por lo que es pronto para sacar conclusiones
Realmente, los millennial y la Generación Z no son jugadores tan diferentes
Como conclusión, podemos decir que la Generación Z es la que ha vivido en primera persona la normalización de los videojuegos en la cultura contemporánea, y esta generación ha traído consigo unos cuantos cambios muy positivos a este arte y forma de entretenimiento. Por ejemplo, ha promovido una mayor inclusión y diversidad, lo que ha llevado a desarrolladores creen personajes de diferentes géneros, razas y orientaciones sexuales, promoviendo un entorno más inclusivo y representativo en los videojuegos, incluido dentro de los estudios.
Los han convertido en una plataforma para socializar y conectarse con otros, y muchos juegos actuales están diseñados con características sociales integradas, así como ofrecen experiencias jugables que se basan en la colaboración y la comunicación entre los jugadores. También han incentivado que sean lugares en los que, además de divertirte, te puedes expresar creativamente, con multitud de juegos en los que crear y construir es una parte esencial de la experiencia.
Cada generación de personas es diferente, los eventos históricos, los avances tecnológicos y los cambios en las normas sociales y culturales durante los períodos formativos de cada grupo hace que así sea. Por tanto, cada generación de jugadores tiene sus particularidades, ninguna es mejor que otra, y todos deberíamos poner de nuestra parte para entender y comprender mejor estas diferencias, que mirando un poco con lupa, no son tantas entre la Generación Z y los millennial.
Si eres un millennial, es decir, que naciste entre los años 80 y mediados los 90, seguro que para ti los videojuegos significan algo muy concreto. Durante tu infancia un producto de entretenimiento interactivo que mirabas con cierta fascinación, y que al principio disfrutabas tanto en los salones recreativos como en los bares, en forma máquina arcade, y en tu casa y la de tus amigos o familiares, gracias a algún modesto ordenador doméstico o consola. Cada juego que querías jugar en casa tenías que comprarlo, y si se trataba de una consola de 8 y 16 bits, seguramente te podías permitir muy pocos videojuegos al año, que tu familia te regalaba en fechas señaladas, como Navidad o cumpleaños. Además, habrás jugado cientos de horas en solitario, prefiriendo incluso hoy en día las experiencias para un jugador, y si tuviste suerte también te lo pasaste en grande jugando en multijugador con tus amigos, pero de una manera diferente a lo que hoy en día estamos acostumbrados, todos apretados en el mismo sofá, codo con codo, y prestando atención a un mismo televisor.
En cambio, si perteneces a la Generación Z, es decir, que naciste a mediados de los 90 y principios de la década de 2000, los considerados como primeros nativos digitales, lo que significan para ti los videojuegos y cómo los consumes seguro que es bastante diferente respecto a un millennial. Jugar online y disfrutar de elaborados títulos free-to-play sin gastar un euro es algo tan natural como comprar un juego, y seguro que has usado más de una vez un juego como lugar de reunión y para chatear con tus amigos, como hacíamos los millennial hace ya más de 20 años en el MSN Messenger de Microsoft. A continuación, vamos a realizar una modesta radiografía de cómo son los jugadores de la Gen Z, y ver si son tan diferentes a los millennial como a veces se piensa.
Como un resumen rápido y general de cómo son los miembros de la Generación Z, se los describe como nativos digitales que son hábiles con los dispositivos tecnológicos y las redes sociales, prefiriendo YouTube, TikTok, Instagram y los servicios de streaming sobre los medios tradicionales, y disfrutan de las experiencias personalizadas y la inmediatez, acostumbrados al acceso instantáneo a la información y el entretenimiento. Es una generación que valora la diversidad y la inclusión, mostrando una fuerte conciencia social y ambiental, y en términos de educación y trabajo buscan flexibilidad y un equilibrio entre la vida laboral y personal, a menudo optando por formas no tradicionales de aprendizaje y empleo.
En lo que se refiere a sus gustos por los videojuegos, disfrutan tanto de shooter competitivos como Overwatch y Apex Legends, como como de inmersivos y absorbentes RPG de mundo abierto y para un jugador como The Witcher 3 o Elden Ring. Una tendencia importante entre los gamers de la Generación Z son los juegos que apuestan por la creatividad y la expresión personal, al estilo de Minecraft y Roblox, experiencias en las que pueden construir, crear y compartir sus creaciones, viendo aquí una clara ruptura con los millennial, que no conectan tanto con este tipo de propuestas. A la inversa, vemos como los juegos de coches, un género muy popular durante los años 90, no importan tanto a la Gen Z, algo que quizá tenga que ver con que este grupo de población cada vez se saca menos el carnet de conducir y por tanto están menos interesados en este género, que ya no es tan importante como antaño.
También es una generación que ha crecido jugando a juegos independientes, lo que implica disfrutar de historias más diversas y audaces respecto a los tradicionales juegos comerciales, y que exploran temas sociales y personales, incluyendo cuestiones de identidad, género, orientación sexual o salud mental, algo que demandan estos jugadores. Y también vivieron en primera persona el auge de los esports, que no ven como algo hostil, y pueden disfrutar como espectadores de partidas de League of Legends y enterarse de lo que está pasando, a diferencia de muchos millennial.
Según un estudio que acaba de publicar Newzoo titulado How consumers engage with games today, el género favorito de la Gen Z son las aventuras, seguido de los juegos de lucha, los shooter y los battle royale; entre los millenial, también son las aventuras, seguidas de los puzles y los shooter y juegos de coches, que empatan en porcentaje. ¿Y cuáles son las franquicias más populares entre la Gen Z? Pues Minecraft, Call of Duty, Grand Theft Auto, Fortnite, EA Sports FC / FIFA, Candy Crush, Roblox y Mario, en este orden. Tras revisar multitud de estudios como este, vamos descubriendo que en cuanto a gustos, los millennial y la Generación Z no son realmente tan diferentes.
Aunque las consolas y los ordenadores siguen siendo tan populares como en los años 90, la Generación Z ha cambiado significativamente su manera de jugar y acceder a los videojuegos, influenciada por la accesibilidad y la flexibilidad que ofrece la era digital. La proliferación de juegos para móviles ha marcado un cambio paradigmático en la forma y el lugar donde se juega, y los smartphones han facilitado jugar en cualquier lugar y momento, convirtiendo el tiempo de inactividad en oportunidades para sumergirse en sus juegos favoritos.
Como os podéis imaginar, estando todo el día pegados al móvil, evidentemente la Gen Z juega mucho más a juegos para móviles, y según un estudio, un 21 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años tienen más de 10 juegos instalados en su teléfono, frente a tan solo un 6 % entre los 25 y 34 años; un 16 % de la Gen Z descarga varios juegos a la semana, frente a un 10 % de los millenial.
Si bien los servicios de juego en la nube como NVIDIA GeForce Now o Xbox Cloud, por su filosofía, se alinean con el estilo de vida móvil y dinámico de la Generación Z, acostumbrada a servicios de alquiler y suscripción en todos los ámbitos de la vida, desde Netflix a Uber pasando por Airbnb (no tendrás nada y serás feliz), es cierto que el juego en la nube todavía no ha terminado de despegar del todo, aunque veremos qué ocurre en los próximos años. ¿Peligran las consolas tradicionales? Es posible, pero nos llevan advirtiendo de estos desde hace muchos años, y no parece que esté cerca de ocurrir.
Los servicios de suscripción como Xbox Game Pass y PlayStation Plus sí que han llegado para quedarse, y parece que han conectado perfectamente con la Generación Z, al ofrecer una biblioteca de títulos por una razonable tarifa mensual, proporcionando una solución económica al alto coste tradicional de los juegos, y permitiendo picotear y experimentar con todo tipo de géneros y títulos sin ningún compromiso, algo del gusto de este perfil de consumidor.
Además, como comentábamos al principio, la integración de características sociales dentro de los juegos ha convertido el gaming en una actividad social esencial. Los jugadores de la Generación Z utilizan frecuentemente el chat de voz, la transmisión en vivo y los modos multijugador en línea para conectarse con amigos y construir comunidades alrededor de sus juegos favoritos. También disfrutan de estar durante horas viendo a sus streamer favoritos jugando a videojuegos, y socializando en el chat con los miembros de la comunidad, teniendo aquí otra de las evidentes rupturas generacionales con los millennial, que no entienden qué hay de divertido en ver a otros jugar.
En los años 80 y 90, ser aficionado a los videojuegos a menudo llevaba a que las personas te etiquetaran como "rarito" o "friki". Este estigma social se debía en parte a la percepción de los videojuegos como una actividad solitaria y poco convencional, asociada con la introversión y la desconexión social. Los videojuegos en esa época no eran tan omnipresentes ni tan aceptados en la cultura popular, lo que contribuía a que quienes disfrutaban de ellos pudieran sentirse aislados o incomprendidos. Sin embargo, con el paso de los años, esta percepción ha cambiado drásticamente, y por fortuna, la Generación Z ha crecido en un mundo donde los videojuegos no solo son aceptados, sino celebrados, y pueden enarbolar sin ningún estigma social la identidad gamer. Según recoge este estudio, más miembros de la Generación Z se consideran gamers que dentro de los millenial.
Según un estudio publicado por Newzoo, un 88 % de los millenial juega a videojuegos, una cifra sorprendentemente alta, y muy parecida a la Gen Z, con un 86 %. Como comentamos antes, donde hay una mayor diferencia es a la hora de ver jugar a través de plataformas como Youtube y Twitch, ya que un 67 % de los millenial reconoce hacerlo, frente al 79 % de la Gen Z, que tienen más naturalizada esta práctica.
En plena crisis de la industria de los videojuegos, en un año desastroso en el que ya se ha despedido a 11.000 trabajadores, es normal cuestionarse si todo lo que conocíamos hasta el momento está en peligro, y si ante semejante ofertas de servicios de suscripción y juegos gratuitos free-to-play, cada vez más complejos y espectaculares, la Generación Z gasta menos dinero en videojuegos que las precedentes. Pues según un estudio, la probabilidad de que un miembro de la Gen Z gaste dinero en videojuegos (60 %) es casi idéntica a la de un millenial (61 %), y solo es un poco inferior en la nueva Generación Alpha (58 %), los nacidos a partir de 2010, que evidentemente todavía son muy jóvenes y tienen menor poder adquisitivo, por lo que es pronto para sacar conclusiones
Como conclusión, podemos decir que la Generación Z es la que ha vivido en primera persona la normalización de los videojuegos en la cultura contemporánea, y esta generación ha traído consigo unos cuantos cambios muy positivos a este arte y forma de entretenimiento. Por ejemplo, ha promovido una mayor inclusión y diversidad, lo que ha llevado a desarrolladores creen personajes de diferentes géneros, razas y orientaciones sexuales, promoviendo un entorno más inclusivo y representativo en los videojuegos, incluido dentro de los estudios.
Los han convertido en una plataforma para socializar y conectarse con otros, y muchos juegos actuales están diseñados con características sociales integradas, así como ofrecen experiencias jugables que se basan en la colaboración y la comunicación entre los jugadores. También han incentivado que sean lugares en los que, además de divertirte, te puedes expresar creativamente, con multitud de juegos en los que crear y construir es una parte esencial de la experiencia.
Cada generación de personas es diferente, los eventos históricos, los avances tecnológicos y los cambios en las normas sociales y culturales durante los períodos formativos de cada grupo hace que así sea. Por tanto, cada generación de jugadores tiene sus particularidades, ninguna es mejor que otra, y todos deberíamos poner de nuestra parte para entender y comprender mejor estas diferencias, que mirando un poco con lupa, no son tantas entre la Generación Z y los millennial.