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¿Qué está pasando con el Centro de Agua de Toledo?

Abc.es 

Corría el año 2011 cuando por fin se hizo realidad una vieja demanda del barrio de Palomarejos y de todo Toledo. Abría sus puertas el Centro Municipal de Agua en la calle Andalucía, en el lugar donde se ubicaba el antiguo polideportivo. Una infraestructura de 6.000 metros cuadrados que incluía dos piscinas cubiertas, zona de spa (piscina de hidromasaje, duchas bitérmicas y secuenciales, sauna y baño turco), salas de fitness con máquinas deportivas y de gimnasio, además de un amplio solárium y varias pistas de pádel. La concesión por 40 años de la gestión del centro recayó en la empresa Supera, que tiene otros centros similares en diferentes localidades de la geografía española. La acogida de este centro por parte de los toledanos fue entusiasta. Desgraciadamente, en los trece años que han transcurrido desde su inauguración a bombo y platillo por el entonces alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page , los miles de usuarios que han pasado por estas instalaciones han visto cómo se han ido degradando los servicios prestados por la empresa concesionaria. Los más antiguos nos acordamos de cuando había varios monitores en la sala de fitness , los cuales te facilitaban en papel un plan de entrenamiento si así se lo solicitabas (tablas de ejercicios que luego se guardaban en unos casilleros con el nombre y la foto del monitor). En estos momentos sólo uno de estos monitores se pasea por la sala, y no siempre. Aclaremos que no tenemos nada que objetar a la profesionalidad de los trabajadores del centro, técnicos, recepcionistas y personal de limpieza y mantenimiento. Lo que decimos es que resultan a todas luces insuficientes. Podría hablar de las deficientes condiciones higiénicas de las instalaciones (quien esto escribe ha visto cómo los goterones de sudor pueden mantenerse en el parqué durante días), o del mal funcionamiento de las máquinas deportivas, que pueden tardar semanas e incluso meses en arreglar, o de la temperatura del agua en invierno, pero prefiero centrarme en el calor, en el sofocante calor que los usuarios del centro tenemos que sufrir porque no funciona, o porque no lo hace correctamente, el aire acondicionado. La calidad del aire interior en un centro de fitness es esencial para crear un entorno seguro y saludable para entrenar. Pensar en el bienestar y la comodidad de los usuarios debe ser una prioridad para la empresa concesionaria de las instalaciones y para su propietario, el Ayuntamiento de Toledo . No es necesario demostrar que unos niveles inadecuados de temperatura, ventilación, dióxido de carbono u oxígeno en el aire, en un espacio lleno de gente, influye negativamente en la rutina del entrenamiento. Sabemos que el calor con baja humedad provoca una evaporación más rápida del agua corporal, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y sobrecalentamiento. Las altas temperaturas también afectan a la resistencia muscular, reduciendo la capacidad de los músculos de contraerse repetidamente durante largos periodos de tiempo, lo que provoca una mayor fatiga muscular, así como el aumento de las hormonas del estrés como el cortisol. No pretendemos los usuarios del Centro del Agua alcanzar un confort térmico óptimo. No esperamos tanto. Nos conformaríamos, en estos días de canícula con temperaturas extremas, con que el aire acondicionado funcionase o que lo hiciera adecuadamente. Hemos estado sin aire por una avería: según nos dicen, tenían que traer un compresor desde muy lejos (debía de ser de un exoplaneta, por lo que tardaban). Y aun con el dichoso compresor, el aire sigue sin funcionar bien, o lo bajan tan al mínimo que apenas se nota (en el vestuario ni asoma por la puerta). El cabreo de los usuarios no ha hecho más que caldear más el ambiente. Las quejas y las reclamaciones se acumulan sin que surtan ningún efecto. Impotencia y (cantidades industriales de) sudor. Algún mareo que otro (esperemos que no tenga que ocurrir alguna desgracia para que la empresa o el ayuntamiento tomen cartas en el asunto). Y por si esto fuera poco, del dispensador de agua del gimnasio sale apenas un chorrito, cuando sale, de agua tibia (aún recuerdo cuando uno podía saciar su sed con un chorro generoso de agua fría). No hablamos sólo de rendimiento deportivo sino de salud. Si nos entrenamos en un espacio cerrado con mala ventilación y repleto de gente respirando al mismo tiempo, los niveles de CO₂ aumentan muy rápidamente, lo que puede provocar somnolencia, congestión, dolores de cabeza y pérdida de atención. Se está poniendo a prueba la fidelidad de los clientes de Supera; algunos de hecho se han dado ya de baja para inscribirse en otros gimnasios. Pero los vecinos de Toledo no queremos perder estas instalaciones, fundamentales por otra parte para reactivar un barrio que se ha visto muy afectado por el traslado al Polígono del hospital. Antes al contrario: sólo deseamos el correcto funcionamiento de este complejo deportivo tan necesario para la ciudad de Toledo, que además (como las antiguas termas romanas) funciona como un lugar de encuentro y socialización de primer orden. Como usuarios del Centro Municipal de Agua de Palomarejos tenemos los mismos derechos que cualquier consumidor: derecho a la salud y a la seguridad, por supuesto, pero también derecho a que se protejan nuestros intereses económicos. Curiosamente, la bajada en la calidad de los servicios prestados por Supera no ha ido acompañada de una bajada de las cuotas, sino todo lo contrario . Durante los meses de verano se restringe el horario de apertura del centro, y durante la primera quincena de agosto se va a cerrar toda la zona de agua para su limpieza y renovación (tan necesaria, por otra parte). Sin embargo, seguimos pagando lo mismo. ¿Se dará por enterada la empresa concesionaria de las protestas de los usuarios, convertidas ya en un clamor? ¿Abandonará el ayuntamiento su pasividad habitual para proteger y garantizar los derechos de los ciudadanos de Toledo? Se da la circunstancia, no exenta de ironía, de que hace dos meses el actual alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, presentó la candidatura oficial para que Toledo sea Capital Europea del Deporte en 2025 , en su intento de «fomentar desde este ayuntamiento la práctica deportiva y los hábitos de vida saludables». Con este fin, hace unos días el concejal de Deportes hizo una visita al Centro de Agua acompañado de los responsables de Supera. Habida cuenta del compromiso señalado por el alcalde de «mejorar las instalaciones deportivas de la ciudad», nos preguntamos si tomó nota de las quejas de los usuarios, o si se paró a preguntar a alguno de éstos por su grado de satisfacción en el uso y disfrute de estas instalaciones?

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