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Mypes hartas de la letra muerta: exigen cambios en Produce

A cuatro años del estallido de la pandemia, uno de los pocos frentes productivos que no ha dejado de manifestar su descontento ante las decisiones de los gobiernos de turno son las micro y pequeñas empresas (mypes).

En voz de Susana Saldaña, presidenta de la Asociación Gamarra Perú, se perdieron cinco horas el último 28 de julio, ya que las palabras de Dina Boluarte fueron “gaseosas” y “no trajeron nada nuevo”. Por ejemplo, los S/459 millones que se implementarán en compras a Myperú para la adquisición de uniformes policiales y escolares, junto a calzado y kits de cocina, responden a un pliego que se arrastra del discurso de 2023.

Hace poco salió la convocatoria para los kits de cocina mientras que los uniformes para la PNP tardaron un año en ejecutarse —acota Saldaña—; y ahora esperan que en agosto empiece la convocatoria para kits escolares y estiman que en marzo de 2025 ya se llegaría con el lote de uniformes adquiridos de las mypes.

, contó a La República.

Mypes en riesgo de desaparecer

y este año se puede correr la misma suerte de prolongarse la inacción del Ejecutivo, específicamente del Ministerio de la Producción, de acuerdo con Daniel Hermoza, presidente de Mypes Unidas del Perú.

Hermoza propone la reorganización del Produce ya que no se atiende la necesidad de acceso a financiamiento o combate el contrabando, falta de competitividad e informalidad.

Este “escenario de abandono” —a juicio del líder empresarial— da pie a que se eleve la mortandad empresarial y el enanismo, lo cual impacta negativamente en los ratios de empleo formal y no permite el cierre de brechas, considerando que existen un millón de mypes de subsistencia.

En esa línea, aclara que les es esquiva la esperanza de tener una política clara para apoyar a las mypes, por lo que exigen la salida del ministro Sergio González del Produce, puesto que solo se ven “medidas aisladas y desarticuladas que apelan al chorreo como herramienta de reactivación y que tardará años en traer resultados positivos”.

Cabe recordar que —10,6 millones de puestos— y principalmente, las encontramos en comercio (44,5%) y servicios (40,7%), al punto que abarcan 21% del PBI nacional, conforme a datos recogidos por el Instituto de Estudios Económicos y Sociales (IEES) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

“Las cifras son alarmantes y pasan desapercibidas. Tenemos varias empresas que son mypes por varios años y no crecen. Sin financiamiento blando y de largo plazo para mejorar las maquinarias, no se puede mejorar la productividad ni bajar precios. No se puede avanzar. Tenemos una fuerte desventaja competitiva”, mencionó Hermoza.

Por su parte, Saldaña criticó que Boluarte “celebre” el crecimiento de la actividad productiva nacional del segundo trimestre y recordó que los resultados no responden a políticas públicas. “Perú requiere crecer mínimo 5% a 8% para hablar de una verdadera reactivación”, enfatizó.

Impulso Myperú no habría llegado a todos

Saldaña recuerda que Dina Boluarte no dijo ni una sola palabra sobre Impulso Myperú y tildó de “fracaso” el programa ya que no beneficia a las mypes para las que fue creada.

Los datos más recientes del Cofide —puente del MEF para la entrega de los créditos con aval Estatal en Impulso Myperú— revelan que se han desembolsado más de S/7.374 millones para las empresas.

El fondo en total fue ampliado a S/15.000 millones y los negocios interesados tienen hasta el 31 de diciembre de este año para solicitarlo a cualquiera de las 24 entidades del sistema financiero o las 4 cooperativas que tienen un convenio con la banca de desarrollo. Incluso, a inicios del corriente, se optó por incluir a las grandes empresas.

Saldaña denuncia que estos S/15.000 millones “tienen nombre de mypes” pero solo ha permitido que las entidades financieras liberen sus carteras de deudas —cajas y bancos— mas no cumplen con impulsar a los pequeños negocios.

La República solicitó al Cofide el detalle del porcentaje de colocaciones por tamaño de empresa, así como el avance de Impulso Myperú, mas fue derivado al Ministerio de Economía y Finanzas, flanco desde el que se dio una respuesta a medias: una presentación a enero de este año —justo cuando recién se incluyó a las grandes empresas al programa— en el que muestran que más de 71.200 microempresas recibieron en promedio S/14.943 y las pequeñas, S/38.189; mientras que 26 medianas obtuvieron S/377.517 cada una.

El Produce tampoco quiso declarar para afrontar las críticas de las mypes.

“. Tampoco ofreció una salida concreta que permita el acceso a financiamiento”, puntualizó Saldaña.

Fallo estructural que golpea a las mypes

Entre enero y mayo de este año, se contabilizaron 6.264 empresas exportadoras de bienes —5,8% más que en el mismo periodo de 2023—, según el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales - CIEN de la Asociación de Exportadores (Adex).

De este universo, más del 93% lo ocupan las mypes pero, si lo miramos desde el valor generado por sus envíos, el panorama es distinto: apenas alcanzan el 0,7% del total de despachos.

Y es que pese a ser relativamente una minoría, las grandes empresas movieron US$24.438 millones en el acumulado a mayo; mientras que las pequeñas, apenas US$1.660 millones y las micro, US$180.400.

Según Gabriel Arrieta Padilla, jefe de Inteligencia Comercial y Estudios Económicos de CIEN-ADEX, la baja productividad golpea a las mypes. “La empresa grande es 21,6 veces más productiva que una micro, y frente a las pequeñas, 3,7. Hay una gran brecha en términos de productividad laboral”, comentó para esta casa periodística.

Otro punto flaco es la baja productividad a raíz de la poca innovación. Aquí, Arrieta sostiene que se ve un círculo vicioso por la falta de acceso a financiamiento ya que, al no contar con un presupuesto importante, las chances para abrirse a más mercados se reduce, ni qué decir del valor agregado que podrían tener.

Arrieta es partidario de crear una especie de Impulso Myperú para exportadoras, considerando que nuestros principales socios comerciales “siempre demandan productos de calidad”, y por ello, no hay motivo para no reconocer a las mypes como exportadoras de este calibre, sea en el ámbito local como internacional.

Consciente de quel y, por ende, les aplican tasas de interés más elevadas, plantea que “el Estado ingrese y contribuya con recursos no reembolsables para permitir a las mypes dar ese salto y posicionarlas”.

“No es que no pueda participar (una mype en el rubro exportador), sino que no puede mantener. En realidad la participación a exportar está abierta a todos”, reflexionó.

Aquí, Arrieta recuerda que existe una “asimetría de información” ya que el Perú goza de un amplio abanico de oportunidades, considerando la veintena de acuerdos comerciales que se tienen con economías como Estados Unidos, China o la Unión Europea, pero que no llegan a las mypes, las que terminan ignorando la existencia de preferencias arancelarias para exportar a menores costos.

Gamarra: el emporio comercial que resiste

● Gamarra es el emporio comercial más grande del Perú y concentra el 50% de la industria textil y confecciones. Genera hasta 150.000 empleos directos y más de 200.000 indirectos y se complementa con otros rubros como transporte, servicios y alimentos; y pese a su relevancia, se han mantenido aletargados por los golpes del contrabando, la subvaluación de bienes importados, la sobreimportación y práctica desleal de prendas asiáticas —especialmente de China—, recalca Saldaña.
● Una de las causas que duerme el sueño de los justos, precisamente, es la salvaguardias para equiparar la balanza, ya que 9 de cada 10 prendas que se venden son chinas y a precios ínfimos.

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