Festival de Cine de Lima: Cine peruano, historia y memoria
Este año, 12 películas peruanas compiten en las diferentes secciones del Festival de Cine de Lima y lanzan la Competencia Peruana, una sección con ocho producciones nacionales. La dirección del festival recibió 45 largometrajes para esta edición, el número más alto en 28 años.
“Esa es la prueba concreta de cómo la ley que el Congreso ha derogado sí estaba funcionando, estaba produciendo un cine apreciable y un cine regional muy consistente”, nos dice Joel Calero, director de La piel más temida y que ahora postula con Álbum de familia. La cinta fue una de las primeras en agotar entradas. “Hay interés porque cierra una trilogía fílmico-política del conflicto armado interno; esta vez viendo las consecuencias en torno a la familia de un militar”, agrega.
Con la película de Calero compiten las ficciones Compartespacios, Killapa Wawan, Los indomables y los documentales Karuara, la gente del río, El tío Nilo, El pecado social y El Huaro.
Para Patricia Wiesse “es un acierto” que el festival lanzara esta competencia en un año crítico para el cine nacional. “Es un momento de incertidumbre. Es posible que una ley que va a afectar fuertemente a la incipiente industria sea aprobada por insistencia (por el Congreso) y ello restringirá el número de películas que se puedan producir cada año. Si se llega a aprobar la ley, el impacto se reflejará en esta sección del festival, tendrá más dificultad en mostrar una selección importante y variada”.
La cineasta considera que –aunque es “difícil poner a competir” cintas de ficción con documentales– el gran número de producción nacional es una respuesta. “Es una manera de decirle a los que están detrás de esta ley que estos somos y aquí estamos resistiendo”.
Para la directora de Mujer de soldado, el documental que recogió los testimonios de las mujeres que llevaron a juicio a los militares por el caso Manta y Vilca, las ocho películas seleccionadas tienen temas que podrían “incomodar” al poder. Los indomables con Reynaldo Arenas está ambientada en 1781 y presenta la historia del último descendiente de los incas aimaras y su esposa. “Deciden continuar con la insurrección indígena contra los opresores españoles. Sin embargo, la obsesión por la causa libertaria desencadenará una serie de tragedias”, dice la sinopsis. En Karuara, una mujer indígena se enfrenta al poder para proteger el río de su comunidad.
Wiesse dirigió El Huaro en un territorio de la selva que fue afectado por el Baguazo y conoció las historias de niñas awajún en una comunidad machista. “Justamente son los (temas) que el Congreso quiere censurar, que le molestan y no le gustan: memoria, historia, problemas sociales y medioambientales. Y es que cualquier director de cine sensible y consciente del país en el que vive no puede eludirlos. Está obligado a ser un buen artista y a ser crítico de su sociedad y de su tiempo”.
Calero coincide con la directora. “Es evidente que, en ciertos sectores políticos, claramente identificados con partidos como Renovación Popular y el fujimorismo, hay un deseo expreso de querer normar cuáles son los temas abordables en el cine”. En las otras secciones, El archivo bastardo se estrena en la Competencia Latinoamericana Documental y en ficción compiten por Perú: Raíz, Reinas y Kinra. “Que los congresistas puedan ver las películas y discutir a nivel de ideas y no de prejuicios sería casi un acto pedagógico, un acto sanador”.
Dato: El Festival de Cine de Lima va del 8 al 17 de agosto.