Todo lo que debes tener en cuenta para elegir una moto
La decisión de comprar una moto nueva siempre es complicada y resulta más cara que la opción de que sea de segunda mano, aunque también es la opción más segura, ya que los que la cuidemos seremos nosotros mismos desde un principio, asegurándonos que los periodos de revisión que marca el libro de mantenimiento han sido los correctos. La principal duda que le surge a un nuevo motero a la hora de comprar una moto es, cuál comprar, algo que en gran medida dependerá del uso que le vayamos a dar, de nuestro presupuesto, y del carné que tengamos. Lo primero que tenemos que tener claro es par qué vamos a utilizar nuestra moto, si va a ser para circular en ciudad y carretera, solo en ciudad, si preferimos una clásica o una deportiva... no es lo mismo un scooter solo para ir a trabajar a un lugar cercano, que una naked con la que queramos devorar kilómetros durante los fines de semana, y, en base a esto, elegir el modelo adecuado. Cuando ya tengamos claro el uso que vamos a dar a la moto, lo mejor es hacer una lista con los modelos que más nos gustan y analizar sus características principales, los accesorios, precios, opiniones... quizá sea interesante comprarse alguna revista especializada o consultar fichas de motos en internet y hacer un listado con los pros y los contras. Una opción muy recomendable es elegir un modelo de años anteriores que no hayan cambiado mucho con respecto al actual, el ahorro de precio puede ser muy considerable. Por lo que respecta al precio, hay que estudiar las ofertas de los fabricantes y las fórmulas de financiación que nos proponen en los puntos de venta. En cualquier caso, siempre debemos de ser realistas y comprar solamente lo que nos podamos permitir. Parece algo obvio, pero no sería la primera vez que alguien se compra una moto para la que no tiene carné . Hay que recordar que con el AM o permiso de ciclomotor y con el B los vehículos que se pueden conducir tienen que ser de menos de 50 centímetros cúbicos (cc) y no pueden superar los 45 kilómetros por hora. Con el carné A1 y el B y 3 años de experiencia, podemos conducir motos de hasta 11 kW de potencia, algo menos de 15 CV, o 125 cc. Y con el carné A2 se puede circular con motocicletas con una potencia máxima de 35 kW y una relación potencia/peso máxima de 0,2 kW/kg y no derivadas de un vehículo con más del doble de su potencia. Hay que recordar que la ley nos permite comprar una moto sin tener carné para conducirla pero en ningún caso podremos circular con ella sin el permiso correspondiente. La búsqueda del concesionario más adecuado también es algo a tener muy en cuenta, lo primero es ver cuáles tienen el modelo de moto que nos gusta, que estén lo más cerca de donde vivimos, ya que si alguna vez tenemos algún problema o queremos hacer una revisión, emplearemos menos tiempo en ello. No está de más elegir varios que cumplan con nuestras expectativas y negociar con ellos la mejor oferta, o los extras que nos puedan incluir, eso sí, que siempre nos den un presupuesto por escrito con los datos del vendedor y el concesionario, fecha y lugar en el que se emite el presupuesto, descripción completa del modelo y de la oferta (marca, modelo, color, caballos, cilindrada, extras, impuestos...) y por último, fecha en la que vence dicha oferta. En el concesionario debemos subirnos a ella y comprobar que apoyamos bien los pies en el suelo. Observar si el puesto de conducción es ergonómico, si los mandos se accionan de manera sencilla e intuitiva y preguntarle al vendedor todo aquello que nos pueda resultar de interés: consumo, mantenimiento, consejos para sacarle el mayor partido a la moto... Y si estamos interesados, no podemos dejar de solicitar probar la moto. En los concesionarios suelen tener vehículos de prueba con la que deberíamos dar una vuelta y ver cuáles son nuestras sensaciones, si «callejeamos» bien, si vamos cómodos y seguros y si sus prestaciones nos permiten adelantar con solvencia. Entre otras cosas. Y no menos importante es tener un buen seguro, hay que recordar que no podremos estrenar nuestra nueva moto sin uno, así lo establece la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor. Por ello, lo mejor es comparar diferentes opciones . Empresas especializadas en seguros de moto podrán asesorarnos dándonos la opción que más se adapte a nuestro presupuesto, uso y necesidades, pudiendo personalizar nuestra póliza con las coberturas opcionales de, por ejemplo, Accidentes del Conductor, Asistencia en Viaje con servicio de grúa y Equipamiento... Ya solo nos queda recoger nuestra moto en el concesionario. Pero, antes de estrenarla, es conveniente comprobar que nos entregan todo lo necesario. Está la factura de la compra. También los papeles de la moto, que son la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos del Ministerio de Industria, el permiso de circulación del Ministerio del Interior y la declaración de alta en el Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IMVTM). Para que no se deterioren, es mejor guardarlos en una funda protectora, también es recomendable hacer fotocopias compulsadas. Otra opción es memorizarlos en la app miDGT. Así como la garantía. En ella tienen que precisarse cuáles son sus coberturas y el plazo de vigencia, así como las limitaciones y exclusiones. Sin olvidar el manual de usuario y el libro de revisiones; y un juego de herramientas y otro juego de llaves.