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¿Segundas partes son buenas? La vuelta de Gallardo a River, bajo la lupa del management

¿Segundas partes son buenas? La vuelta de Gallardo a River, bajo la lupa del management

River recurrió a Marcelo Gallardo con la intención de repetir el éxito de su anterior ciclo. Los aprendizajes de las empresas que tuvieron que volver a contratar a sus antiguos CEO

El saber popular dice que las segundas partes nunca son buenas. Es que los éxitos del pasado no garantizan buenos resultados en el futuro. Sin embargo, en ocasiones, la idealización de lo que sucedió años atrás hace que, muchas veces, se vuelva a intentar con lo ya conocido antes que arriesgarse a lo nuevo.

Con la aspiración de volver a un ciclo éxitos, la dirigencia de River recurrió una vez más a Marcelo Gallardo para que se siente como director técnico en el banco de suplentes. De la misma manera, hubo empresas que luego de que su CEO diera un paso al costado o, incluso, de que lo despidieran, lo volvieron a llamar cuando las cosas no marchaban como lo esperado en la organización.

El caso más emblemático, sin dudas fue el del fundador de Apple Steve Jobs. En 1985, un año después del lanzamiento de la Mcintosh, la compañía lo despidió porque se enfocaba en el diseño y descuidaba el negocio.

El éxito de Mcinstosh se prolongó varios años aún sin Jobs en la compañía. Pero en los años 90, Apple empezó un proceso de declinación, que la llevó a convocarlo nuevamente en 1997.

Tras años de declive, Apple tuvo que convocar a Steve Jobs en 1997

"En el tiempo que pasó entre la primera y la segunda vez, el líder pudo haber analizado qué se hizo bien y qué se hizo mal. Además, en el medio hubo otras experiencias que lo nutrieron y que pudieron prepararlo para enfrentar una segunda vuelta con éxito", dice Ezequiel Palacios, director Asociado de Glue Executive Search.

En 2020, Bob Iger anunciaba su intención de dejar el puesto de CEO de Disney. El ejecutivo había sido el responsable de la adquisición de Pixar, Lucasfilms, Marvel, la cadenas NBC y 21st Century Fox, entre otras.

A la sombra del antecesor

No la tenía fácil su sucesor, Bob Chapek. El exitoso ciclo que tuvo Disney en los años anteriores dejaba muy alta la vara. Apenas poco más de dos años después de haber sido nombrado, la compañía lo despidió y volvió a recurrir a Iger, que todavía se mantiene en el cargo.

"Las historias de éxito que suelen mantenerse viva en la cultura de una empresa y arraigadas en la conducta de quienes tienen que ejecutar las tareas clave. Aquel que toma el cargo vacío debe construir poder no solo encontrando consenso sino buscando a los aliados para enfrentar las decisiones más complejas y difíciles que deben tomarse, muchas veces, en soledad", explica Federico Carrera, cofundador y COO de High Flow Consulting.

Bob Iger renunció como CEO de Disney en 2020 y dos años después volvió a ocupar el puesto

Pero en algunas ocasiones, los resultados obtenidos por el líder convocado como salvador no son los esperados. Eso fue lo que le pasó a Jack Dorsey, cuando el directorio de Twitter lo convocó en 2015, después de la renuncia de su sucesor, Dick Costolo.

En el tiempo que estuvo alejado de la conducción de la red social, Dorsey había fundado la aplicación de pagos digitales Square. Sin intención de dejar la dirección de su nueva compañía, el ejecutivo quiso hacerse cargo de ambas empresas a la vez. Dorsey se mantuvo al frente de Twitter hasta 2021, cuando anunció su salida. Lo hizo en medio de presiones de los accionistas, que reclamaban un CEO con dedicación exclusiva.

"La vuelta de un líder exitoso, ya sea Gallardo o un empresario como Jobs, genera mucha expectativa. Y es contra ella que va a tener que luchar. Es cierto que algunos caminos se acortan, porque ya conoce la organización. Pero eso no garantiza el éxito", concluye Palacios.

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