Actrices, el teatro como parábola de la vida

Alberto Ísola dirige a Sandra Bernasconi, Ximena Arroyo y Natalia Torres en la destacada obra sobre "las luces y sombras" del teatro.

En escena veremos a una estrella de la televisión, a una diva del teatro clásico y a una actriz de doblaje. Alberto Ísola está en la primera fila del Teatro de Lucía y desde las butacas corrige las luces, el volumen de la música, la posición de las sillas y el ingreso de Ximena Arroyo. La actriz que dirige la Asociación de Artistas Aficionados e hija de Sonia Seminario dice que la obra ‘Actrices’, llega en un momento especial para revisar la carrera, con las luces y las sombras. “Me moviliza en muchos sentidos a reencontrarme con el teatro en el que creo. Le dedicas tiempo a los ensayos y te dirige tu maestro. Es volver a revisar el hecho de que hay que batallar, entender que no puedes frustrarte porque no siempre hay trabajo”, nos comenta durante un descanso del ensayo.

En la obra, una novel actriz (Norma Venegas) tiene que entrevistar a tres figuras de la actuación para hablar de la primera actriz Encarna Ribera. Cada una de ellas tiene su propia versión de la que fue su maestra.

Arroyo es ‘María Caminal’, una actriz que dejó los escenarios para dedicarse al doblaje. “Era buena, pero le pareció muy fuerte la batalla que se tiene que librar para conseguir un papel”. La historia no le parece distante a la realidad de los artistas. “El país que tenemos es, justamente, porque olvidamos que el arte,  la cultura, es transversal a todos los sectores”.

Por su lado, Sandra Bernasconi interpreta a ‘Gloria Marc’, la diva del teatro clásico. A la hija de Lucía Irurita y una de las fundadoras del teatro de la calle Bellavista, le ha costado entender a su personaje.  “Para ella es muy importante el ‘afuera’, ha construido un personaje de ella misma. He sufrido porque es tan lejana a mí. Yo no soy una persona que ha estado buscando la fama”.

Para Bernasconi es interesante que la obra hable del “monstruo”, de los temores, de la muerte, del éxito y  de las preguntas que no se hacían a los  20 años.  “Alberto es mi maestro y me propuso la obra, todo. Con Natalia (Torres, hija de Lola Vilar) jugaba de chica. Nuestras madres-las tres- tenían sus compañías, trabajaban ellas, lo hacían del forro, solas, luchaban contra todo. Ha sido un camino difícil y siento que la obra te aterriza, te hace reflexiona y también en el momento en el que estamos pasando”.

  Natalia Torres Vilar es la famosa figura de televisión ‘Assumpta Roca’. “La obra habla de algo que no es nuestro entorno por el nivel de competencia, acá uno hace teatro porque le gusta, no te vas a hacer rica. En la época de mi mamá, sí había una cosa muy intelectualoide y era difícil romper esa barrera. Eso es lo que más recuerdo, esa gran separación. Ahora es diferente, además, siempre hacer teatro es un esfuerzo heroico. El divismo aparece más en la tele, en el teatro no, la reacción del resto sería expectorante(sonríe)”.

 La actriz cuenta que, cuando Ísola le habló de la obra aceptó sin leer el guion. “Es que ha sido uno de los sueños que siempre he tenido. He trabajado con él en televisión, pero nunca me había dirigido. Es como estar en un taller de actuación”. Al igual que Bernasconi y Arroyo, dice que hay una expectativa especial en esta obra. “Mi esperanza es celebrar con el público teatrero. Espero comprobar que sí existe en Lima un grupo no pequeño que ama el teatro y ven todo lo que pueden. Puede que no sea una masa, pero es suficientemente grande para celebrar”.

Temporada: De jueves a lunes en el Teatro de Lucía, Miraflores.