«El cambio climático supone una de las mayores amenazas para el futuro de los Juegos Olímpicos»

Camas de cartón, una llama olímpica que no se alimenta de combustibles fósiles, promesas de acabar con el plástico de un solo uso en las sedes deportivas, climatización en las habitaciones de los deportistas. Medidas que se incluyen en una estrategia de sostenibilidad de casi 100 páginas para «ser los juegos más sostenibles de la historia». Esta es la frase que han repetido una y otra vez los miembros del comité organizador de los Juegos de la XXXIII Olimpiada. Eso supone, como mínimo, no acercarse a la media de 3,5 millones de toneladas de CO2 que han marcado Tokio 2020, Río 2016 y Londres 2012. «Reducirá a la mitad sus emisiones en comparación con Río y Londres», señala a este periódico Marie Sallois , directora de sostenibilidad del Comité Olímpico Internacional (COI). Esta alta ejecutiva francesa es, desde hace 20 años, la voz autorizada del olimpismo en sostenibilidad. Ella es la encargada de vigilar el nuevo legado olímpico, el verde y el que respeta los derechos humanos. Dos décadas en los que ha conseguido dos grandes oros: la Agenda Olímpica 2020 y la Casa Olímpica, la sede del COI en Suiza, que obtuvo en 2013 los estándares más altos en materia de sostenibilidad. Sin embargo, Sallois sabe que los objetivos que tiene por delante son una carrera de fondo y de muchos obstáculos. -Si tuviera que poner una nota a la descarbonización del movimiento olímpico en este momento, ¿cuál sería? -En lugar de asignar una nota estática, deberíamos considerar el progreso desde donde empezamos y donde estamos hoy. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha establecido objetivos ambiciosos para la descarbonización, con el fin de liderar la transformación de los Juegos Olímpicos y del Movimiento Olímpico. Como organización, aspiramos a reducir nuestras emisiones en un 30% para 2024 y en un 50% para 2030, en consonancia con el Acuerdo de París. Nuestra sede, la Casa Olímpica, está reconocida como uno de los edificios más sostenibles del mundo y simboliza nuestro nivel de ambición. Nos comprometemos a reducir nuestras emisiones en todas nuestras actividades, dando ejemplo a los demás. Pero lo que es mucho más importante es que estamos impulsando el cambio en el mundo del deporte. La Agenda Olímpica 2020, nuestra hoja de ruta, guía al Movimiento Olímpico hacia un futuro más sostenible y con menos emisiones de carbono. Antes, las ciudades anfitrionas se adaptaban a los Juegos, pero ahora se organizan de manera que se reduzca la huella y al mismo tiempo se atiendan las necesidades del anfitrión: económicas, medioambientales y sociales. Los organizadores deben reducir las emisiones relacionadas con el evento. París 2024, como primeros Juegos plenamente alineados con la Agenda Olímpica, reducirá a la mitad sus emisiones de carbono en comparación con Londres 2012 y Río 2016. -¿Y cómo lo va a hacer París? -París 2024 ejemplifica nuestra visión esbozada en la Agenda Olímpica 2020. Al centrarse en las emisiones relacionadas con todos los aspectos de los Juegos, París 2024 establece nuevos estándares para eventos sostenibles, responsables e inclusivos. Los Juegos reducirán a la mitad las emisiones en comparación con Londres 2012 y Río 2016. Pero París hará mucho más que reducir sus propias emisiones. Desde 2021, el comité organizador de París 2024 ha colaborado con el COI y la OCDE en la creación de indicadores clave de rendimiento para evaluar el impacto a largo plazo de los Juegos. A partir de 2030, el COI exigirá a los futuros anfitriones que utilicen estas directrices de la OCDE, garantizando una evaluación coherente y fiable del legado de cada edición. -¿Son realmente sostenibles los Juegos Olímpicos? -Los Juegos siguen dejando una huella, aunque hoy en día se está reduciendo drásticamente, pero lo son. Son sostenibles. Como te decía antes, en el pasado los anfitriones se adaptaban para acoger los Juegos, pero ahora los Juegos se adaptan a las necesidades a largo plazo de los anfitriones, reduciendo las emisiones y garantizando beneficios a largo plazo para la ciudad anfitriona. La Agenda Olímpica 2020 exige que los Juegos minimicen las emisiones y se ajusten al Acuerdo de París. Estos Juegos ejemplifican este enfoque. El 95% de las instalaciones son preexistentes o temporales, y todas utilizarán energía 100% renovable y estarán conectadas a la red, lo que reducirá el impacto del evento. París 2024 también reducirá la huella de su oferta alimentaria, reducirá a la mitad el plástico de un solo uso y calculará proactivamente su huella material. Como para tantas otras industrias, el transporte aéreo sigue siendo un reto; los viajes internacionales conllevan emisiones. Los anfitriones suelen utilizar los Juegos como catalizador para impulsar las opciones de transporte sostenible en el país anfitrión. En el pasado, este evento ha contribuido a acelerar la ampliación de las redes de transporte público en las ciudades anfitrionas de todo el mundo, y a mejorar las conexiones ferroviarias, los enlaces con el metro, los carriles bici y mucho más. En ese sentido, nos consideramos parte de la solución, aun reconociendo que las emisiones de Alcance 3 son de las más difíciles de reducir. Lograr las cero emisiones es un reto, nuestra ambición de un futuro con bajas emisiones de carbono es alta. -¿Ve factible el objetivo de cero emisiones en algún ciclo olímpico? -La reducción de la huella de carbono es un elemento clave de nuestra estrategia de sostenibilidad. En línea con el Acuerdo de París, nos centramos en reducir nuestra huella como organización y dentro del Movimiento Olímpico. Lograr cero emisiones es un reto y el progreso puede no ser lineal, pero nuestra ambición de un futuro con bajas emisiones de carbono sigue siendo alta. Nuestro objetivo es garantizar que los impactos positivos de los Juegos superen cualquier impacto negativo, contribuyendo a nuestra visión de crear un mundo mejor a través del deporte. -¿Qué peso tiene la sostenibilidad en la futura selección de sedes olímpicas? ¿En qué se centrarán o en qué harán hincapié? -Es fundamental en nuestra visión de los futuros Juegos Olímpicos, guiada por la hoja de ruta estratégica del COI, la Agenda Olímpica 2020. Los Juegos deben crear un legado positivo duradero para las ciudades anfitrionas, los países y los residentes. Los organizadores deben integrar prácticas sostenibles en todos los aspectos de la planificación y las operaciones, reduciendo la huella mediante la reutilización de las instalaciones existentes, la aplicación de tecnologías ecológicas, el uso de energías renovables y el fomento del transporte sostenible. Los futuros anfitriones, como Los Ángeles 2028, están desarrollando planes integrales de sostenibilidad. LA 2028 ha adoptado un enfoque de «reutilización radical», utilizando el 100% de las sedes existentes o temporales, adaptando los Juegos a la ciudad en lugar de alterar la ciudad para los Juegos. -Hablaba antes de 2030 y es el horizonte más cercano que se tiene presente. ¿Qué es lo que más le preocupa? -El cambio climático supone una de las mayores amenazas para nuestro futuro y, de hecho, para el futuro del deporte. Un planeta que se calienta repercute en cuándo, dónde y cómo se pueden practicar los deportes, lo que afecta al rendimiento de los atletas y a la experiencia de los espectadores. Debemos minimizar nuestras emisiones y utilizar la plataforma del deporte para poner de relieve soluciones, inspirar la acción y catalizar el cambio, en consonancia con nuestra visión de crear un mundo mejor a través del deporte. Para 2030, todos los organizadores de los Juegos deberán minimizar las emisiones directas e indirectas relacionadas con los Juegos. Este planteamiento influirá significativamente en la organización de los futuros Juegos, como ya estamos viendo con París. -¿El movimiento olímpico puede concienciar sobre el cuidado del planeta? -Los Juegos Olímpicos atraen a miles de millones de espectadores en todo el mundo y unen a personas de distintos orígenes. Esta plataforma única, aunque muestra principalmente las actuaciones de los atletas, también puede inspirar a miles de millones de personas, destacar las innovaciones y presentar soluciones para el cambio climático. El simbolismo de los Juegos puede impulsar un cambio significativo. Como organización y representante del Movimiento Olímpico, también participamos en iniciativas mundiales para aprovechar el poder del deporte para acelerar la acción en todo el mundo. Por ejemplo, lanzamos conjuntamente con la CMNUCC la Iniciativa de la ONU Deporte para la Acción Climática, con el objetivo de liderar el mundo del deporte en la lucha contra el cambio climático mediante compromisos concretos y normas rigurosas para medir, reducir y notificar las emisiones de gases de efecto invernadero. Casi 300 organizaciones deportivas son ahora signatarias de este marco. Además, el COI ha creado el Marco del Deporte para la Naturaleza junto con la UICN, el PNUMA y el CDB, con el objetivo de llevar a cabo una acción transformadora en favor de la naturaleza en el deporte para 2030 y más allá. -¿Le preocupa que el cambio climático haga inviables los Juegos Olímpicos de verano debido a las altas temperaturas? ¿Qué se puede hacer? -El cambio climático es una amenaza importante para el deporte, y nos lo tomamos en serio. Nos comprometemos a reducir nuestro impacto, a ayudar al mundo del deporte a adaptarse a un clima cambiante y a inspirar la acción dentro de la comunidad deportiva y fuera de ella. Esta responsabilidad forma parte integral de nuestra visión de crear un mundo mejor a través del deporte. -¿Qué pasa con los Juegos Olímpicos de invierno? Ya se está produciendo una disminución notable de los niveles de nieve, ¿desaparecerán? -El COI ha creado Comisiones de Futuras Sedes para supervisar y fomentar el interés por albergar los Juegos, al tiempo que explora futuras oportunidades y retos, incluido el impacto del cambio climático. En octubre de 2023, la Sesión del COI aprobó el principio de una doble asignación para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 y 2034, lo que permitirá reflexionar sobre el futuro a largo plazo de los Juegos de Invierno. Entre los posibles temas figuran la rotación de los Juegos de Invierno dentro de un grupo de anfitriones, el uso de innovaciones y nuevas tecnologías, la organización conjunta de eventos entre regiones y la descentralización de la organización en favor de organizadores de eventos experimentados.