Las normas a seguir si quieres llevar a tu perro en la moto

La moto es un medio de transporte económico y rápido que en los últimos tiempos ha ganado nuevos adeptos, sobre todo en las grandes ciudades donde hay mucho tráfico. De hecho, con un poco de previsión y otro tanto de cuidado, incluso podrás llevar a tu mascota. Eso sí, y al igual que cuando viajas con otros pasajeros o niños, si viajas con tu perro, tienes que realizar paradas cada cierto tiempo para que pueda hacer sus necesidades y moverse libremente y, si es invierno, protegerle del viento y el frío. Y, aunque es algo que siempre debes hacer, en estas circunstancias, es fundamental que conduzcas con prudencia, respetes las normas de tráfico y evites realizar movimientos bruscos que puedan marearla o alterarla. Así, según el Reglamento de Circulación General, «el conductor es el total responsable de la seguridad de cualquier pasajero que viaje con él, ya sea una persona, un objeto o una mascota». Por tanto, antes de emprender la marcha, éste debe asegurarse de estar en plenas condiciones para hacerlo, asegurándose de que nada le impida su visión, limite su libertad de movimiento o suponga un riesgo para los demás usuarios de la vía pública, por lo que deberá «colocar correctamente cualquier objeto o animal que transporte, para que no se produzca ninguna interferencia entre ellos y el conductor». Así que para garantizar que esto se cumpla, tal y como recoge Helvetia Seguros, lo primero que debes hacer antes de viajar con tu perro en moto es elegir un medio de transporte adecuado para ella, que cumpla con todas las medidas de seguridad. Dependiendo de las características del animal, puedes elegir entre una mochila homologada, la alternativa más utilizada. Está indicada especialmente para transportar animales de entre 10 y 12 kilos. Se puede llevar de dos formas: a la espalda, como las mochilas convencionales, o entre las piernas del conductor si éste viaja en un escúter. Debes asegurarte de que tenga las dimensiones apropiadas para tu mascota, además de un sistema de ventilación apropiado y que esté homologada. Si tu perro es pequeño y pesa menos de 8 kilos, puedes optar por llevarla en una bolsa sobredepósito que han sido específicamente diseñadas para el transporte de mascotas que van sujetas al depósito de la gasolina de la moto. Además de ser muy seguras, una de sus principales ventajas es que se montan y desmontan fácilmente. Es recomendable para los perros de mayor tamaño que no caben en las bolsas ni mochilas, un transportín. Se instala en la parte trasera de la moto, como si se tratara de un suplemento más del vehículo. A la hora de comprarlo, lo primero que tienes que hacer es comprobar si es adecuado para las dimensiones de tu mascota y si cuenta con una buena ventilación. Además, conviene que su interior esté acolchado para ofrecer la mayor comodidad y protección al animal. Por último, el sidecar es el sistema más adecuado para transportar con seguridad a animales de más de 12 kilos, aunque en España no es muy frecuente. Para poder utilizarlo es fundamental que la mascota esté bien adiestrada para viajar ahí, pues si no es así, pueden llegar a provocar algún accidente.