Escrito a los militares
En las protestas de 2014, en San Cristóbal, experimenté el poder que tenían alrededor de 200 hombres armados y disciplinados contra una concurrencia aproximada de 30.000 ciudadanos, unos disparos y unas bombas nos dispersaron, en la búsqueda de protección. Varios grupos fueron perseguidos por criminales motorizados armados, una acción que acabó con algunos heridos y […]
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En las protestas de 2014, en San Cristóbal, experimenté el poder que tenían alrededor de 200 hombres armados y disciplinados contra una concurrencia aproximada de 30.000 ciudadanos, unos disparos y unas bombas nos dispersaron, en la búsqueda de protección. Varios grupos fueron perseguidos por criminales motorizados armados, una acción que acabó con algunos heridos y 2 muertos. Hoy desde la distancia, a través de videos fidedignos y testimonios serios, veo que la historia vuelve a repetirse, hombres armados y disciplinados contra una población pacífica y desarmada; y lo peor, encapuchados, protegidos por las armas de la república, dispararon a mansalva contra ciudadanos que hacían vigilia frente a su centro de votación para asegurar la transparencia, lo que terminó con 1 muerto y 2 heridos. Frente a la aplastante votación contra Maduro, rechazado por millones de venezolanos, consumándose un grosero y perverso fraude electoral, he tomado la decisión de hacer una convocatoria ferviente a las fuerzas armadas venezolanas para que tomen conciencia del momento histórico que está viviendo nuestra querida patria y se decidan a colocarse del lado de la soberanía popular y el restablecimiento de la Constitución y del Estado de derecho.
No es necesario decirles a ustedes, quienes no tienen amigotes en el generalato corrupto, de la calamitosa situación que se vive en nuestro país. Muchos tienen a su familia y amigos de infancia en las barriadas de las ciudades y pueblos, o han tenido que marcharse para sobrevivir. Ustedes conocen que hay hambre, pobreza, desnutrición, es una colosal calamidad enfermarse. Saben por sus amigos y familiares que las pensiones de jubilación no alcanzan para las necesidades más básicas. Ustedes, militares profesionales, saben que están mal pagados, que en ocasiones para ayudar a su familia tienen que aceptar humillaciones, tienen la vivencia de que para ascender y mejorar su situación deben ser sumisos, sin tomarse en consideración sus méritos profesionales. Son conscientes de que la cúpula del mando se enriquece ilícitamente y en deterioro de la patria y la ciudadanía. Son conscientes de que la cúpula civil-militar del gobierno es corrupta y ha destruido nuestra principal empresa Pdvsa.
De manera que no les vengo a echar cuento sobre la inmensa tragedia que padece la patria. Ustedes la viven en carne propia. Tampoco vengo a darles discursos de moral ciudadana. Mi intención es llamarles la atención como profesionales. Vuestra profesión de las armas es la defensa de la patria frente a ataques de enemigos externos que quieran arrebatarnos nuestra soberanía. Esta soberanía se compone de los ciudadanos, la integridad territorial y la autonomía para el manejo del Estado. La Constitución reconoce expresamente que la soberanía reside en el pueblo y la ejerce mediante la elección, en proceso democrático, libre, imparcial. Ustedes deben con sus armas defender al pueblo, no utilizarlas para masacrarlo, o para intimidarlo y evitar que reclame sus derechos y lo justo. Ustedes conocen, así lo han estudiado, que la base de la doctrina militar venezolana son las enseñanzas libertarias de Bolívar, reflexionen y no caigan en la maldición del Padre de la Patria: ¡Maldito el soldado que apunta su arma contra el pueblo!
Muchos de ustedes han sido testigos de los resultados electorales. Debemos reconocer que la mayoría de los militares actuaron ajustados a la ley y facilitaron que se cumpliese lo dispuesto por la ley electoral. Saben ustedes que hubo una derrota aplastante de Maduro. Son conscientes de que alrededor de 65% del componente militar votó contra Maduro y 20% votó nulo. Ustedes sienten que el pueblo venezolano anhela un cambio en el modelo político y económico. El pueblo aspira a que haya trabajo, quiere que la familia se reintegre con los ausentes, quiere salarios dignos, que las pensiones cubran las necesidades, no ser perseguidos por reclamar sus derechos, que haya libertad de expresión e información, que tomen los méritos en el ámbito profesional, funcionarial y militar.
Militares, es momento propicio para que reflexionen y analicen la realidad del país y la situación actual. En esta coyuntura deben pensar que se deben a la patria. Solo pedimos que no muevan las armas contra el pueblo desarmado que reclama que se le reconozca su soberanía. Ustedes tienen que apoyar la transparencia en la presentación de los resultados electorales. Son mayoría. Deben exigir a sus mandos que requieran al gobierno de Maduro se realice una auditoría imparcial, con participación de los candidatos en forma libre y con observadores externos objetivos.
Militares profesionales y de tropa, miembros de las fuerzas armadas militares, de los cuerpos policiales, están en un momento histórico definitivo para la patria, crucial para su ejercicio profesional; no pueden darse la espalda a sí mismos, a su familia, a sus vecinos y amigos, ni a su conciencia y ética profesional. No los incitamos a que atenten contra la ley; por el contrario, pedimos que no empleen sus armas contra el pueblo ni contra las instituciones. Solo pedimos que se acate la ley y se reconozca la soberanía popular manifestada por el voto.
Rodrigo Rivera Morales es doctor en Derecho. Miembro fundador del capítulo España. Bloque Constitucional
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