Mary Luz Andía y su crítica las autoridades tras París 2024: “El COP y el IPD me frenaron”

Luego poner su nombre entre las 12 mejores de los Juegos Olímpicos París 2024, la marchista peruana reveló que no pudo prepararse en el extranjero debido a su exclusión del Programa París 2024.

Mary Luz Andía fue una de las más destacadas de la delegación peruana en los Juegos Olímpicos. A pesar de no contar con el apoyo del Programa París 2024, la marchista logró estampar su nombre entre las 12 mejores del mundo e hizo un llamado a las autoridades para que puedan resolver su problema y no se vea perjudicada en futuras competiciones.

En diálogo con La República, la atleta de 23 años también se pronunció sobre la implementación de un programa de marchistas a nivel nacional y la importancia de la salud mental en el deporte de alta competencia.

—¿Qué pasó por tu mente al cruzar la meta en París 2024, sobre todo por todo lo que te tocó vivir antes de los JJ. OO.?

—Todo el esfuerzo y sacrificio valió la pena para estar en el top 12. No pude estar con mi entrenador y cosas así, eran sentimientos encontrados al final y la adrenalina que tuve fue my bonito. Me doy cuenta de que Perú está avanzando en la marcha hacia esa medalla olímpica que tanto anhelamos.

—Sobre tu ausencia en el ‘Programa París 2024’, al cual no pudiste acceder y que no te permitió prepararte de la mejor manera, lograste hablar con el IPD al respecto para encontrar alguna solución

—He conversado con el nuevo presidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD), pero la raíz del problema es el Comité Olímpico Peruano (COP), que no me dio ningún boucher, boleto o comprobante (del viaje que realizó a los Juegos Olímpicos Tokio 2020) para rendir cuentas al IPD. Yo confiada en el Comité Olímpico, sin saber que ellos no iban a rendir cuentas. Al final yo me ‘comí la torta’. Solo hablé con el IPD porque en el COP no hay ningún interés en querer solucionar este tema. Tampoco se los he mencionado y, por eso, ni enterados están. De todas maneras, el presidente del IPD va a ir al COP para ver cómo se puede solucionar este tema que viene de la gestión 2021. Entonces, como van cambiando de presidentes, entiendo que lo dejan a un lado.

—Durante la transmisión de la prueba individual, el presidente del IPD mencionó que están planificando la implementación de un programa de marchistas, ¿qué te parece esta idea?

—Me dijo que iban a crear un programa como el de maratón. Para nosotros sería genial e ideal. Nosotros venimos tantos años con resultados, incluso mejores que la maratón. No digo que ellos estén mal, pero estamos consiguiendo resultados y creo que nos lo merecemos; por lo menos, un programa de marcha para no pasar este tipo de situaciones y tener lo básico del alto nivel para anhelar esa medalla.

—Estos fueron tus segundos Juegos Olímpicos y ya lograste competir en varias ocasiones a nivel internacional. Desde tu punto de vista, ¿qué crees que se debe implementar en un programa de marcha?

—Lo primero es implementar el apoyo a los que están iniciando. A mí me toco comer tierra en el inicio para poder resaltar en el alto nivel. Al inicio no hay apoyo, absolutamente, en nada. Ni del PAD (Programa de Apoyo al Deportista). Cuando inicias te piden una medalla sudamericana de la categoría U-20. Nosotros iniciamos antes, a los 12-14 años y no hay ningún apoyo, solo tu familia. Me gustaría que en el programa incluyan eso, ver los talentos para tener un equipo en el futuro. Yo veo ahora, categorías menores o juveniles, que no se están desarrollando de la mejor manera. Y no queremos que esta prueba desaparezca.

Tal vez incluir en los seguros el apoyo psicológico. Es una inversión bastante cara. A veces, leo las críticas de las personas y digo: ‘si supieran’. Se necesita médicos, nutricionistas, movilidad, área deportiva, suplementos, viajes al exterior. Por los menos, con lo básico estaríamos felices para desempeñarnos de la mejor manera.

—Si bien a tus 23 años cosechas varios éxitos, también te tocó vivir episodios de discriminación por maternidad, falta de apoyo y enfrentar comentarios negativos en redes sociales.

—Sufrí la discriminación de manera horrible. Esa nueva vida como madre, yo no imaginé que la sociedad fuera tan mala. En los centros deportivos me cerraron la puerta en la cara por ser madre. Ellos me decían: ‘tú puedes ingresas, pero tu bebé no’. Yo tenía que entrenar y mi bebé está lactando, ¿dónde están mis derechos de maternidad? Ellos me decían: ‘dedícate a ser mamá y deja tus sueños a un lado’

Cuando me dijeron eso, me sentí más motivada en demostrarle a esas personas que eso no está bien y no es cierto. Ahora las mismas personas me abren la puerta y me dicen que les callé la boca. Me alegra que lo reconozcan y que no vuelvan a hacer con otra madre.

—¿Crees que al tema de la salud mental no se le da la importancia necesaria en el deporte de alta competencia?

—Yo lo viví en las Olimpiadas del 2021 (Tokio). Uno mismo se presiona psicológicamente. Ahora, cuando veo los comentarios en redes sociales, con la experiencia que tuve… La ignorancia en nuestro país refleja una triste realidad que tenemos en nuestra cultura deportiva. Nos falta informarnos sobre los deportes. A veces uno piensa que ganar unas olimpiadas es como un campeonato sudamericano en fútbol. No es así. Yo veo los comentarios y noto que es muy triste que no sepan cómo es el camino para llegar a unos Juegos Olímpicos. No cualquiera va, tú tienes que ganar ese cupo. Tenemos que pelear entre las 48 mejores del mundo, no de Sudamérica, del mundo. Solo tenemos 48 cupos en todo el mundo y te piden una marca para lograrlo. No es solo ganar un Sudamericano e ingresaste a las olimpiadas. Es un camino largo que tienes que pasar para solo poder estar presente. Por eso tenemos pocos atletas clasificados, cada vez bajan más la cantidad porque cada ciclo olímpico bajan más las marcas. Tal vez, si seguimos con esta política deportiva, ya no vamos a poder ni mandar a 5 atletas a las olimpiadas. En mi deporte se ignora la parte psicológica, que es muy importante. Yo creo que las personas que pasaron por depresión o ansiedad pueden entender el tema de salud mental.

A mí me pasó antes de tener a mi hija. Estaba mal, físicamente reaccionaba mi cuerpo. Yo iba a la clínica y no tenía absolutamente nada. Lo he manejado todo este tiempo, sigo batallando con ello, estoy ganando, pero a veces caigo en esos episodios y siento que no he avanzado nada. Pero cuando estoy bien veo lo que avance en estos 3 años. La llegada de mi hija me ayudó mucho en lo mental: me dio paz y tranquilidad, a no estar tanto con el deporte. Nosotros en el alto nivel somos así. Queremos tanto la perfección o esa medalla olímpica que nos enfocamos tanto y no nos damos cuenta de nuestra salud mental.

—Recuerdo que Simone Biles mencionó en varias ocasiones la presencia de los ‘twisties’ (bloqueos mentales) en la gimnasia. En tu deporte, ¿de qué manera se puede presentar algo así?

—Yo entiendo esa frase de ella, que dice que su cuerpo y su mente desconectaron. Es algo que nos pasa. Tu mente no te hace caso. Tú quieres descansar, pero tu mente no quiere. Es como pelear con otra persona. Es difícil explicarlo; por eso, las personas que sufrieron problemas de salud mental podrán entenderme. A veces muchas personas me dicen que lo psicológico es lo de menos, pero, al final, eso determina el resultado final. La que gana es la que mejor maneja esto.

—¿A París 2024 pudieron viajar con algún psicólogo?

—Nosotros viajamos con 2 médicos, pero ninguno era psicólogo. Nosotros le preguntamos a una amiga de Estados Unidos cómo traen su equipo de apoyo y ella me dice que para todo el equipo vinieron 48 médicos y, aparte, cada atleta trae su psicólogo. Imagínate la magnitud y la comparación que hacemos. Por ejemplo, las chinas, traen su propia comida: se la cocinan ahí para que no puedan comer lo nuevo que les dan. Nosotros no tenemos ese tipo de apoyo, pero aun así competimos con ese nivel de trabajo más personalizado (...). La verdad es que si comparamos lo que ellos tienen con lo de nosotros, somos un chiste a su lado. Aun así, tratamos de estar en el top 10 del mundo. Mira a Kimberly hasta dónde llegó. Hay que seguir demostrando que sí podemos.

—Alonso Correa es uno de los deportistas que también habló de lo insuficiente que es el apoyo del Estado para costear sus equipos y demás gastos de preparación.

—Eso es lo que yo trato de explicar a los ‘haters’. Mi deporte no es tan caro como el de ellos. Nosotros que somos marchistas o maratonistas, unas zapatillas de competencia, que te duran apenas para 2 pruebas, nos cuestan 1200 soles. Y las de entrenamiento están entre 800 soles. Imagínate los suplementos, la movilidad, pagarle a tu psicólogo, tener una nutricionista. Acá en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) a veces tenemos completo o, a veces, no hay psicólogo y nutricionista. Nosotros nos acomodamos cada cierto tiempo. Agradezco a las empresas que nos dieron el apoyo para entrenar en condiciones básicas para los Juegos Olímpicos. 

Por parte del Estado, estoy en el PAD, pero ellos no invirtieron en el Programa París 2024 conmigo. No he salido a competir al exterior, a enfrentarme con las mejores en los Challengers, como Kimberly (García) que ganó en La Coruña. No he podido porque no tuve el presupuesto, apenas pude pagarme uno en Dudinská (Eslovaquia), a inicios de año, en el que quedé tercera y mejoré mi marca. Cuando vas compitiendo constantemente hay una mejora. Pero en este caso, gracias al COP y el IPD me frenaron. Yo, la verdad, no me molesto, solo espero que con estos resultados puedan abrir los ojos y solucionar mi tema. Yo no pienso solo ahora, pienso en mis sueños a futuro en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028 y luchar por esa medalla. Este deporte no es de la noche a la mañana, son años. Cada segundo de nuestro tiempo se mejora. 

—París 2024 ya es historia, ¿qué viene para Mary Luz Andía en estos meses previos al inicio de un nuevo ciclo olímpico?

—Ahora viene el descanso (risas). Fueron 3 años de recorrido sin parar y fue duro clasificar a los Juegos Olímpicos. Tengo 2 meses de descanso para adaptarme a la nueva rutina de mi hija. Después de esto, el próximo año viene el Mundial en Tokio y el objetivo es estar, por lo menos, entre las 5 y 10 mejores del mundo.