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La derecha argentina usa la denuncia por violencia machista contra Alberto Fernández para atacar al feminismo

Mujeres feministas y peronistas respaldaron a la expareja del expresidente tras su denuncia por violencia machista y advirtieron sobre el oportunismo de referentes de la derecha para denostar al extinto Ministerio de la Mujeres, Géneros y Diversidad y las conquistas de derechos

En medio del estupor por la denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández por violencia machista, representantes del movimiento feminista y del peronismo han respaldado a la expareja del expresidente argentino. Además, advierten sobre el oportunismo y el uso político que hacen referentes de la derecha para denostar al extinto Ministerio de la Mujeres, Géneros y Diversidad y las conquistas logradas con la marea verde. 

Yáñez denunció este martes por violencia de género al exmandatario peronista en el juzgado de Julián Ercolini, en una audiencia virtual desde España. De momento, el magistrado ha dispuesto que Fernández no puede acercarse a su expareja a menos de 500 metros, pero puede estar en contacto con su hijo de dos años, a través de la madre de Fabiola. El exjefe de Estado, quien no puede salir del país, ha negado las acusaciones.

La denuncia profundiza la “grieta” que se vive en Argentina, término no académico que describe la polarización política desde hace años. Voces conservadoras y de ultraderecha cuestionan por estas horas al movimiento feminista, clave para los avances en materia de derechos sexuales y reproductivos y de lucha contra la violencia de género de los últimos años. 

La exministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, se ha solidarizado con la ex primera dama y ha desmentido haber estado al tanto de los hechos, como la han acusado sin presentar pruebas referentes del oficialismo. “Tomo conocimiento de la noticia de que Fabiola Yáñez sufrió violencia de género de parte del expresidente, primero, me solidarizo con ella”, así inició su posteo en X la exministra en el Gobierno de Fernández. 

“Fabiola nunca me comentó esta situación. Nadie puede dudar de lo que habría hecho en ese caso; como cuando se violaron derechos de mujeres indígenas y presenté mi renuncia”, añadía. Gómez Alcorta renunció al cargo en octubre de 2022 tras un violento operativo de desalojo de mujeres y niños mapuche en el sur del país que ella condenó. 

La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ha sido una de las políticas que ha fustigado a Gómez Alcorta y el ministerio que ella encabezó. “Crearon y usaron el Ministerio de la Mujer para cubrir sus propios delitos, mientras Alberto Fernández violentaba a su pareja en la intimidad de su casa. Alberto es un golpeador y el kirchnerismo lo encubrió. De eso no se vuelve”, publicó en X la diputada del PRO, partido aliado del gobierno de Milei.

Como Vidal, el diputado del partido oficialista La Libertad Avanza, Agustín Romo, atacó a Gómez Alcorta. “¿Así que la exministra de las Mujeres, la comunista @EliGAlcorta, hizo oídos sordos a los reclamos de la primera dama por la violencia de género que sufrió de parte del presidente? ¿Prefirió mantener el cargo antes que defender a una mujer? No falla”, publicó en X.

Contra las políticas de género

La abogada especializada en derechos humanos critica a quienes intentan aprovecharse de la denuncia de Yáñez para cuestionar lo que se consiguió a través del Ministerio, eliminado por el Gobierno ultraderechista de Javier Milei. “Lo que es inadmisible es que algunos que despotrican contra las políticas de género, que niegan que hayamos bajado los femicidios por dos años consecutivos, que aplauden y festejan el cierre del Ministerio de las Mujeres pretendan que el rol que tenía era ser la celadora de los comportamientos violentos del presidente o de cualquier otro funcionario. ¿También somos culpables de la violencia de ellos?”, señala Gómez Alcorta.

La exministra destaca los avances alcanzados en materia de derechos. “El Ministerio de las Mujeres fue una conquista de millones que nos cansamos de la violencia verbal, física, económica y sexual a la que todos los días nos someten. El Ministerio era una herramienta institucional para revertir tanta desigualdad y violencia”. 

Javier Milei, en el poder desde el 10 de diciembre, había prometido en campaña cerrar dicho ministerio y lo concretó. Además, recortó los fondos para la línea telefónica gratuita 144 de atención a las víctimas de violencia de género en todo el país. También interrumpió las políticas públicas orientadas a cumplir la Ley de los 1000 días aprobada durante el Gobierno de Fernández. El objetivo era promover la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes de vida del bebé. El presidente ultraderechista ha aprovechado el tema para reivindicar su política contraria a la perspectiva de género. Milei posteó en X: “Como sostenemos hace años, la solución para la violencia que ejercen los psicópatas contra las mujeres no es crear un Ministerio de la Mujer, no es contratar miles de empleados públicos innecesarios, no son los cursos de género y definitivamente tampoco es adjudicarle a todos los hombres una responsabilidad solo por el hecho de ser hombres”. 

El Gobierno anterior acompañó el reclamo de la marea verde en las calles, aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y se desarrolló el Programa Nacional de Educación Sexual Integral en las escuelas. 

No sólo la gestión actual desmantela programas clave en materia de género, sino que cuestiona a los feminismos. El vocero presidencial, Manuel Adorni también ha vertido sus críticas por redes sociales: “El Colectivo Ni Una Menos se pronuncia sobre un tuit mío (en el que recuerdo que todas las personas que sufren violencia de género pueden llamar al 144 para ser asistidas), pero no dicen nada ante una denuncia de golpizas realizada recientemente a una señorita. Fin”.

Desde la militancia feminista no parece haber lugar para sostener una doble vara. Ofelia Fernández, exlegisladora por el Frente de Todos en la ciudad de Buenos Aires, se indignó con el otrora líder de su proyecto. “No quiero esperar ni especular con estas cosas, jamás lo hice. De cualquier golpeador diría primero que es un hijo de puta. De Alberto Fernández creo también que es un psicópata por haber usado durante años al feminismo y a sus militantes”“.

Ayelén Mazzina, quien remplazó a Gómez Alcorta al frente del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, llamó a que este caso sirva para visibilizar que la violencia de género no distingue color ni cargo político. “No hay color político ni cargo. Siempre del lado de las mujeres. Mi solidaridad con Fabiola”, escribió Mazzina en su cuenta X, junto a un comunicado de Mujeres del Frente Renovador.

Por su parte, Malena Galmarini, exfuncionaria del gobierno de Fernández y esposa de Sergio Mazza (ex ministro de Economía y excandidato) compartió el mismo escrito que Mazzina y agregó: “La violencia de género existe, no tiene color político y se condena siempre. Como dijimos ayer: no importa quién sea el agresor ni qué cargo haya ocupado, estamos del lado de la víctima”.

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