Una afrenta a la Justicia, un ultraje a la Nación, entre el prófugo Puigdemont y el ausente Sánchez
Una humillación a la Justicia. Una burla al Estado de derecho. Un ultraje a la Nación. Pedro Sánchez ha consentido que el retorno de Carles Puigdemont, prófugo desde hace 2.500 días, haya derivado en un inconcebible esperpento, tan inopinado como indigno. El delincuente más reclamado por los tribunales se permitió el lujo de protagonizar un mitin anunciado con 24 horas, en pleno corazón de Barcelona y ante un despliegue policial de primer orden sin sufrir contratiempo alguno. El líder de Junts se encaramó en un atril primorosamente dispuesto con la colaboración del Ayuntamiento s ...