El amanecer de un cambio de era en el baloncesto mundial asomaba iluminado por el astro
Nikola Jokic con
Bogdan Bogdanovic en su órbita e instigado por el astuto sabio
Svetislav Pesic para derrocar a un
Dream Team por primera vez. Pero ante los serbios y el día de sus vidas, llegando a liderar 43-54 al descanso y 63-76 al llegar al último cuarto, se levantó un casi noqueado Team USA en un arrebato de desesperación viendo en un flash pasar toda la historia de dominio mundial del baloncesto americano, una que no podía permitirse tal trágico capítulo. Un estallido de orgullo americano final para sobrevivir a la fiereza balcánica con un 95-91 y citarse en la final con la
Francia de
Victor Wembanyama, impregnado por un exuberante alarde de leyenda de
Stephen Curry (36 puntos y un 9/14 en triples) y LeBron James (16), asistidos por un
Joel Embiid al nivel de MVP ante el reinante (19).
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