World News in Spanish

El depredador sexual de niñas que se ocultaba tras el entrenador de baloncesto de Gines

Abc.es 
José Luis S. R. era el entrenador de baloncesto del equipo femenino infantil de Gines entre 2015 y 2017. Detrás de esa apariencia se escapaba todo un depredador sexual de niñas . Su caso pasó de puntillas a nivel mediático por el celo de los investigadores de proteger a las víctimas por tratarse de menores de edad. Ahora el TSJA ha confirmado la pena de 13 años impuesta a este agresor sexual por haber violado a una de sus pupilas y acosar a otra. Hay una tercera chica que también lo denunció y cuyo caso se sigue en otro procedimiento como hace constar la sentencia emitida por el Alto Tribunal Andaluz. En septiembre de 2017 fue detenido por la Guardia Civil y puesto posteriormente en libertad provisional. El TSJA ha desestimado el recurso que presentó en su día la defensa del condenado tras haber sido sentenciado por la Audiencia Provincial en enero del año pasado. La víctima a la que violó, además de ser una de las jugadoras a la que entrenaba, pasó a tener una relación más estrecha cuando su madre, que acababa de separarse de su padre, inició una relación con él a finales de 2015. La Audiencia relata en su fallo que a mediados de 2016, José Luis S. R. se fue a vivir a la casa de su jugadora en donde su nueva pareja vivía con sus dos hijas de 13 y nueve años por aquellas fechas. Entre septiembre y octubre de ese año, comenzaron los abusos hacia la mayor de las hermanas a la que atacaba aprovechando que se quedaba con ella a solas en casa, sin testigos. Primero fueron tocamientos en los pechos y nalgas y siempre bajo amenazas hasta que un día fue a más y usando la violencia, la violó mostrándole además un cuchillo. «No vayas a contarle nada a nadie, porque si no, le cuento a todo el mundo que nos hemos acostado y luego te mato». Meses después, la relación que mantenía con la madre de la víctima se rompió. Poco después, el acusado empezó a acosar en redes sociales a otra de las jugadoras que por entonces tenía 15 años. Esta segunda víctima aportó los mensajes que le enviaba en los que le decía «que le atraía mucho» y se ofrecía a mantener relaciones sexuales : «Yo te propongo sexo, sin más, sin compromiso». Todos esos mensajes fueron reconocidos por el entrenador tras ser detenido. Hay una tercera jugadora a la que también habría acosado, pero cuyo caso está siendo analizado en otro procedimiento judicial. Este depredador sexual fue desenmascarado cuando la chica a la que había violado se enteró que su compañera de equipo estaba siendo acosada. Fue entonces cuando se decidió contárselo a su madre. Además, subraya la sentencia, la víctima estaba liberada de la presión que suponía denunciar a la pareja de su progenitora porque la relación ya estaba rota. El recurso planteado por el acusado se centraba en cuestionar la principal prueba de cargo de la acusación particular y de la Fiscalía: la declaración de la menor a la que había violado. Hay una asentada jurisprudencia sobre el peso de esas declaraciones como única prueba en procedimientos sobre delitos que se cometen en la intimidad. Sólo si se demuestra que ese testimonio está viciado, se puede eliminar del material probatorio. En este caso, la defensa incidió en las veces que la menor decía que no se acordaba de algunos detalles de las agresiones o cómo introdujo elementos nuevos en el testimonio aportado en el juicio. Pero el intento de tumbar la credibilidad de la chica no ha prosperado. La magistrada ponente de la sentencia subraya que «es una máxima de experiencia en los casos de enjuiciamiento de los delitos de violencia o abuso sexual infantil, sobre todo cuando son prolongados en el tiempo y comienzan a edad temprana, que las lagunas de memoria y las pequeñas contradicciones en que pueda incurrir la víctima son la prueba más genuina de la espontaneidad del declarante«. Sobre los mensajes que envió a otra de las jugadoras, el recurso planteado pedía la libre absolución de estos delitos por alteración psíquica al asegurar el condenado que fueron fruto del estado depresivo en el que se encontraba. Si bien, como detalla la sentencia, no hay ningún informe médico que acredite ese estado mental. Este depredador sexual fue detenido por la Guardia Civil en septiembre de 2017 y quedó en libertad provisional . La sentencia del TSJA es recurrible. Además de la pena de prisión, el fallo le impone que su perfil biológico debe estar dentro de las bases de datos policiales sobre delincuentes sexuales: una pena de diez años más de libertad vigilada, orden de alejamiento sobre las víctimas y el pago de una multa a la menor que violó de 20.000 euros.

Читайте на 123ru.net