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Salen a la luz las curiosas normas de la Familia Real británica a la hora de la comida

Abc.es 

Los pormenores de la vida diaria en el Palacio de Buckingham son un secreto bien guardado gracias a la discreción que todas las figuras que conforman la Casa Real británica cumplen a rajatabla. El motivo por el que el personal que trabaja para los Reyes y los Príncipes deben mantenerse callados acerca de los detalles del día a día es sencillo, si no lo hacen pondrían en jaque la seguridad de la institución y se jugarían sus puestos de trabajo. Una vez finalizado el vínculo laboral, la reserva puede permanecer por lealtad a la Corona o perderse por la jugosidad de sus anécdotas. Así lo hizo Annabel Elliot , la hermana de la Reina Camila , quien desveló para la biografía del Rey Carlos III sus manías a la hora de dormir con su esposa, como no vestir la cama con un edredón, que siempre haya tres almohadas o dejar las ventanas abiertas para refrescar la estancia. Ahora y con motivo de la jubilación de un miembro del personal de cocina de Palacio , se han desvelado normas, protocolos y manías que afectan a los invitados en las recepciones y, sobre todo, a los hijos del Príncipe Guillermo y Kate Middleton , la Princesa de Gales, en un aspecto diario con mucha relevancia e idiosincrasia: la hora de la comida. El medio británico 'The Mirror' ha compartido las curiosas revelaciones que ha hecho el exchef de Palacio Darren McGrady ,   con las que permite conocer significativos detalles que están siempre presentes en la hora de comer, como el lugar que ocupan en la mesa los hijos de los Príncipes o cuestiones relacionadas con los alimentos prohibidos en el menú. Durante los compromisos oficiales en los que se reciben en Palacio a mandatarios y personalidades para llevar a cabo comidas o cenas oficiales, era una incógnita la no presencia de George , Charlotte y Louis . McGrady ha querido resolver las dudas acerca de esa pauta y ha contado que la presencia de los menores no está permitida en esos actos, pues hasta que no dominen el arte de la conversación cortés no podrán compartir mesa con el resto de invitados. Así, en esas ocasiones, sin excepciones, los niños comen con sus niñeras en la guardería de Palacio. Esta distinción, además de su edad, responde a la necesidad de que reciban formación sobre el protocolo en la mesa y la degustación de los platos que los cocineros les preparan exclusivamente, puesto que sus comidas están elaboradas con controles para asegurar que sean saludables y equilibradas en nutrientes. Desvelado en una ocasión por la Reina Camila , el exchef ha confirmado que los hijos de Guillermo y Kate no son los únicos que se ven afectados por las normas de la Casa Real, los invitados tampoco probarán nunca dos alimentos vetados en los platos. Los cocineros tienen estrictas órdenes de no utilizar en ninguna preparación la cebolla y el ajo con el fin de evitarles reflujos intestinales y malos alientos, importantes a tener en cuenta en las recepciones, donde todos los invitados charlan sin parar entre sí. La seguridad es otro motivo por el que se prohíben otros productos en el menú de Palacio. La rigidez de las agendas de los miembros de la Familia Real no puede permitirse que sufran una indisposición gastrointestinal provocada por mariscos en mal estado. Así, la probabilidad de intoxicación mantendría lejos de la cocina a cangrejos, ostras, langostinos u otros animales del mar. El personal de cocina no solo tiene que seguir los protocolos establecidos, también ha de tener en cuenta las manías y gustos personales de cada monarca. Por ejemplo, Carlos III prefiere comer verduras y frutas orgánicas y de proximidad porque es animalista y está muy concienciado con el planeta. En defensa de los animales, también se ha vetado en Palacio el consumo de foie gras, para no participar en la forma salvaje en la que se produce.

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