Illa toma posesión del cargo en una ceremonia sin la bandera de España

«Prometo, por mi conciencia y mi honor, cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat de Cataluña con fidelidad al Rey, a la Constitución, al Estatuto de Autonomía y a las instituciones nacionales de Cataluña». Con estas palabras el líder del PSC, Salvador Illa, elegido presidente de la Generalitat por el Parlament el jueves, ha tomado posesión del cargo, este sábado, el mismo día en que se ha publicado su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en un breve pero pomposo acto con unos 400 invitados, entre ellos su familia. Illa ha utilizado las mismas palabras para prometer el cargo que utilizó en 2003 Pasqual Maragall (PSC), que fue presidente autonómico hasta 2006 para dar paso, después, a José Montilla (PSC), y que formó el primer tripartito de izquierdas con ERC y los antecesores de los comunes. La ceremonia, hoy, en el Palacio de la Generalitat y organizada por el equipo del presidente entrante, no por el del saliente, no ha contado con la bandera de España al lado de la de Cataluña, única enseña que se ha exhibido en el acto protocolario. En la ceremonia han intervenido Josep Rull (Junts), presidente del Parlament, y Pere Aragonès (ERC), ya expresidente autonómico. El primero ha leído la resolución por la que se nombra a Illa presidente de la Generalitat y el segundo ha impuesto al nuevo responsable de la administración catalana la medalla que simboliza el traspaso del cargo. Al acto han asistido, como invitados, entre otros, los ministros del Gobierno María Jesús Montero, Félix Bolaños, Jordi Hereu, Diana Morant y Ernest Urtasun, y dos presidentes autonómicos, los homólogos de Illa de Asturias, Adrián Barbón, y Navarra, María Chivite, todos del PSOE. Tras prometer el cargo y con la medalla presidencial al cuello, Illa ha tomado la palabra -solo en catalán- para agradecer el traspaso del cargo a Aragonès, con quien se reunió ayer para avanzar en la tarea, y para fijar que su intención como presidente de la Generalitat será la de «unir y servir» a todos los catalanes. «Mi principal objetivo es gobernar tan bien como sepa para todos. De todos y todas las catalanas es la institución, y de todos y todas las catalanas debe servir la institución», ha señalado, añadiendo que respetará la diversidad de Cataluña y aplicará políticas públicas para generar prosperidad. También ha puesto el acento en defender que, desde su punto de vista, Cataluña es una «tierra de acogida» y «solidaria». Y, sobre todo, ha destacado que la «defensa de nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra tierra no es nunca contra nadie», rectificando así sus discursos y los del PSC de los últimos meses en los que se apuntaba en la riqueza que suponía el bilingüismo que existe en la comunidad. Un giro en el discurso en este punto lingüístico que Illa ya empezó en su discurso en el debate de investidura, después de la firma del pacto con ERC en el que se defiende la inmersión lingüística en las escuelas. «Asumo ilusionado y honrado esta responsabilidad (de presidente de la Generalitat), y también con la humildad de quien quiere ser después de hoy el primer servidor público de Cataluña», ha dicho, para, acto seguido citar a los presidentes que le han precedido en el cargo, los ya mencionados, Maragall, Montilla y Aragonès y Jordi Pujol, Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra. Todos estos, a excepción e Maragall por cuestiones de salud, han asistido al acto entre los invitados. Al evento se ha tramitado la convocatoria a los representantes de todos los grupos en el Parlament, a excepción de los de Vox y los de Aliança Catalana.