A Alba nadie lo mueve del podio

París.— Tres años después, Alba siguió ahí, en el mismo lugar del olimpo. Se reservó en Tokio un puesto en el podio tras caer en el primer combate y ahora en París, cuando algunos no creían que pudiera, repitió su medalla de bronce. Con ella en el cuello dice adiós al deporte activo.

Alba es otro de los grandes atletas de la Isla que anuncia en estos Juegos Olímpicos su retiro, y lo hace a lo grande, tras haberse convertido en el primer multimedallista cubano en el taekwondo.

Pero antes, el representante cubano de 80 kilogramos festeja su presea. «Aquí todos los combates son duros, desde el primero. No hay adversario fácil».

Empezó ganándole al turco Emre Kutalmis Atesli, joven, pero ya es medallista mundial; perdió en una pelea muy pareja ante el británico Caden Cunninngham, tercero del ranking del orbe; en repechaje tuvo de contrario al nigerino Abdoul Issoufou, oro mundial y plata olímpico, y consiguió el bronce ante el croata Ivan Sapina, igualmente con varias medallas en campeonatos del mundo.

Dos preseas olímpicas seguidas tienen un valor que rebasa el propio peso de este santiaguero que mañana cumple 31 años de edad. «Aún no he asimilado la noticia, significa mucho para mí, mas incluso que la otra», dijo sobre semejante proeza.

«La gente solo ve cuando el atleta gana o está en el escenario, pero no saben lo que hay detrás, la parte oscura, los dolores, las lesiones, las cirugías, como es mi caso; el sacrificio de las familias…», todo eso cuenta a la hora de apreciar una actuación como la suya.

Dueño de un sitio privilegiado en el altar deportivo de Cuba, Rafael Alba anunció que tiene en planes a partir de ahora dedicar más tiempo a la familia, a su hijo, que siente le ha hecho falta la guía paterna, y a él mismo. «Quiero crecer también en lo personal; no hay mejor momento para retirarme que este, medallista olímpico. Me voy como un campeón, con la certeza de que uno sí puede lograr lo que se proponga».

En la propia jornada sabatina, Arlettys Acosta (67 kg) resultó eliminada, tras caer en su primera presentación ante la alemana Lorena Brandl.