Sociólogo Danilo Martuccelli: “La no participación política coincide con una enorme movilización individualizada”
El sociólogo Danilo Matuccelli explicó las razones del desinterés de la participación política en el Perú en su conferencia magistral "La democracia en las sociedades desformales" brindada durante un seminario del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). De acuerdo con el investigador, actualmente, los centros de interés de los peruanos se han trasladado del ámbito político al ámbito económico, culturales o familiares.
Esto, según el especialista, origina una doble crisis de la participación en la democracia. "La participación es una extraña obsesión de cientistas sociales. La gente no quiere participar. La explicación de por qué no quiere hacerlo es muy simple se llama, en la sociología del siglo 19, el individualismo. Salvo de un grupo de brillantes politólogos a nadie le interesa la vida política", expresó Matuccelli.
Sin embargo, en ese contexto, ocurre un fenómeno social extraño. El investigador así lo explica: "En una sociedad desformal no hay representatividad en el sentido académico de la palabra. La organicidad del vinculo, lazo social, demandas colectivas , partido político es débil. En la sociedad desformal los actores participan poco políticamente todos los peruanos y peruanas han aprendido que deben arreglárselas solo, es decir con sus allegados. La no la no participación política coincide con una enorme movilización individualizada cotidiana y generalizada. Si miras el sistema político, la gente no participa en la política, pero en la vida cotidiana sí".
"Si miras la vida cotidiana de un peruano, en un contexto que es tan difícil, hay actores que participan muchísimo. En el colegio de sus hijos, en sindicatos de su trabajo y demás", agregó.
Posteriormente, enmarco el reflejo político en la sociedad desformal. De acuerdo con uno de sus artículos, este fenómeno consiste en no diferenciar lo legal de lo formal. "La cuestión central deja de ser cómo desde el Estado y la legalidad se es capaz, o no, de reducir significativamente los sectores informales y los actos delictivos o criminales. Aunque este, por supuesto, es un problema mayor en cualquier sociedad, se trata empero de uno acotado con respecto a la cuestión más general de las formas –la de un país en donde «nadie respeta nada»– y marcado por un sentimiento de malestar generalizado con respecto a esta", se lee en el documento.
"La sociedad desformal como diagnóstico de la sociedad peruana llama la atención sobre un fenómeno más amplio e incluso distinto de la informalidad económica. Por difícil que sea la aplicación de la ley en el país, lo que más aflige o marca cotidianamente a los ciudadanos es el sentimiento de vivir en una sociedad desprolija, patuda, achorada, achichada, chabacana, o sea, profundamente desformalizada a nivel de sus relaciones sociales", continua.