¿Estamos preparados para regular la Inteligencia Artificial en México?
De acuerdo con la OCDE, México se encuentra en el último lugar en adopción de tecnologías de nube en sus servicios financieros. Sin embargo, cada vez que se conversa con ejecutivos bancarios, lo que generalmente se encuentra son obstáculos para siquiera discutir la posibilidad de almacenar datos en la nube. Las estrictas regulaciones de la CNBV han inhibido a los ejecutivos de buscar estrategias agresivas para expandir el uso de la nube desde que esta tecnología comenzó a popularizarse hace varios años. Hoy en día, gracias a regulaciones más flexibles, varios bancos ya tienen al menos parte de sus operaciones en la nube. Poder tener sistemas en la nube permite a la industria mexicana utilizar algunas de las herramientas más avanzadas para potenciar su crecimiento.
Actualmente, en varias oficinas del Senado, se discute abiertamente la necesidad de una regulación sobre Inteligencia Artificial. Con el cambio de poder, comienzan a surgir debates sobre qué tipo de regulación debería implementarse en México al respecto. Hace un año, cuando Europa presentó su propia regulación, ya hablé del tema, y creo que es momento de revisitarlo.
Uno de los puntos interesantes de esa ley es que regulaba el uso de sistemas que utilizaran más de 10^25 FLOPS (una unidad de capacidad de cómputo), considerándolos un riesgo existencial. Hoy, un año después, ese número ha sido superado varias veces y no hay un riesgo mayor para la humanidad que el que existía hace un año.
Este ejemplo ilustra una de las preocupaciones más importantes al ser víctimas de la regulación: estamos regulando sin entender completamente la tecnología y hasta dónde puede llegar. Esto, como en el caso anterior de la nube, podría llevar a que México se quede atrás en estos temas por seguir una regulación que, incluso en Europa, está siendo superada por la tecnología.
La regulación es importante, y es crucial saber cuándo y cómo aplicarla ¿Se imaginan si hubiéramos regulado las velocidades de los autos a 20 km/h, dado que la velocidad máxima de los primeros vehículos apenas superaba los 15 km/h? Sin embargo, nadie cuestionaría jamas la prudencia de imponer límites a menos de 40 km/h en zonas urbanas. Me parece que hay una mezcla de cautela y alarmismo que debemos controlar y evitar que se adopte en los pasillos del Congreso mexicano.
Existen muchas voces hablando sobre regulación, y es vital que estas voces incluyan puntos de vista de todos los sectores de la sociedad. Tanto expertos en regulación como practicantes que entiendan cómo y en qué industria deben adaptarse dichas regulaciones. Crear una sola ley para toda la industria mexicana en materia de IA sería tan irresponsable como si la CNBV hubiera creado una única ley de adopción de la nube para todas las industrias en México.
Desde estas columnas, exhorto a los diferentes sectores y cámaras de comercio industrial en México a no dejar esta discusión en manos únicamente de legisladores y entusiastas de la IA que posiblemente sepan poco sobre su uso y potencial en las diversas industrias y la creación de valor derivada de ella.
México es un país maravillosamente heterogéneo, donde necesitamos de todas las voces y opiniones para crear una legislación que sea verdaderamente nuestra y que permita la adopción y el aprovechamiento de lo que considero es una de las herramientas más poderosas del nuevo siglo. Si fallamos en esto y sobreregulamos la tecnología, corremos el riesgo de rezagarnos aún más y perder mucho del potencial que se avecina en los próximos años.