Condenado un recluso por introducir hachís y cocaína en la cárcel para repartir entre los presos
La sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha confirmado la condena a dos años de prisión impuesta por la Audiencia de Valencia a un recluso reincidente que trató de introducir 126 gramos de hachís en la prisión de Picassent para distribuirlos entre el resto de presos. El tribunal confirma así la resolución de la Audiencia que declaró probado que el 9 de agosto de 2022 el recluso, que había sido condenado con anterioridad por un delito contra la salud pública, regresó al centro penitenciario llevando en el interior de su cuerpo 13 «huevas» de hachís , con un peso de 126,57 gramos, y un envoltorio con otros 2,27 gramos de cocaína. El recluso presentó un recurso contra la sentencia en el que alegó error en la valoración de la prueba y vulneración del derecho a la presunción de inocencia. En este sentido, sostenía que la pureza de la sustancia, del 6,5%, está muy cerca al 4% que permitiría afirmar que estaba desnaturalizada. Además, argumentaba que esa cantidad debería ser considerada para consumo propio dado que volvía a la cárcel tras un permiso y necesitaba un acopio superior a cinco días porque faltaban otros 45 para su siguiente salida. Sin embargo, el TSJCV ha rechazado sus alegaciones porque señala, entre otras cuestiones, que tanto la prueba documental como los testimonios de los funcionarios intervinientes en la incautación « probaron terminantemente y sin contradicción » que el recluso llevaba los envoltorios en su organismo y que la sustancia fue analizada y la cadena de custodia documentada. Además, añade que la cantidad intervenida excede «con mucho» del máximo considerado como «de acopio «, que está establecido en 50 gramos, al tiempo que no se ha acreditado que el recluso fuera consumidor de hachís.