Vecinos de Montecarmelo, en pie de guerra por el cantón: «Seguiremos luchando contra esta amenaza para la vida del barrio»
Los vecinos de Montecarmelo han protagonizado los principales dolores de cabeza del Ayuntamiento de Madrid durante el pasado año. Y no están dispuestos a dejar de hacerlo. Los residentes de este vecindario del distrito de Fuencarral-El Pardo insisten en que no quieren un cantón de limpieza cerca de centros escolares y viviendas. Hace poco más de una semana, 3.000 vecinos se manifestaron, con el apoyo de PSOE, Más Madrid y Vox , para reclamar una nueva ubicación que albergue la macroestructura «de 10.000 metros cuadrados» prevista en este barrio del distrito de Fuencarral-El Pardo. Esta imagen, aseguran desde la asociación vecinal, volverá a repetirse pues la lucha frente a «una aberración urbanística que amenaza la vida en el barrio» no desaparecerá. Un año de manifestaciones, seis reuniones y ningún acuerdo . La posición del consistorio madrileño es inamovible, apunta Miguel , portavoz de la Asociación de Vecinos de Montecarmelo. Con la entrada del nuevo Contrato de Limpieza de los Espacios Públicos de Madrid y del servicio de limpieza urgente (Selur) se ha hecho necesario ampliar el parque de bases y cantones de limpieza de la capital. Las parcelas de este barrio tienen el uso cualificado para la implantación de estos servicios, apunta el consistorio en un escrito enviado al Colegio Alemán –uno de los centros más cercanos a las futuras construcciones– y al que ha tenido acceso este periódico. Así, aseguran que estas serán unas instalaciones «esenciales para un servicio fundamental » y que serán «totalmente inocuas, estéticas, sostenibles e integradas en su entorno y que pasarán desapercibidas». Los olores, los gases contaminantes, el tráfico y el ruido ocupan las principales preocupaciones de los vecinos que residen en las viviendas más cercanas al futuro cantón de Montecarmelo. En el mismo documento el ayuntamiento de la capital detalla las medidas que llevará a cabo para minimizar las molestias, sobre todo para asegurar que no exista gran impacto acústico y de los olores –que apunta que «serán prácticamente inexistentes»–. Sin embargo, estos apuntes no resultan suficientes para los vecinos: no quieren «un basurero» en su barrio. Esta posición se demuestra con las 14.000 firmas que llevaron en mayo a Cibeles con la intención de reubicar esta construcción. «No hemos recibido ninguna respuesta», determina Miguel. Desde la asociación vecinal insisten en que no están «en contra de este servicio», sino de que se coloque « entre dos colegios y una guardería , en el corazón de un barrio, para dar servicio a toda la zona noroeste de Madrid». La de este agosto es la tercera manifestación de este tipo en Montecarmelo y que a finales del año pasado también se extendía a los barrios de Las Tablas –en el distrito de Hortaleza– y Arroyo del Fresno – en Fuencarral-El Pardo–. Eso sí, las quejas no han dejado al ayuntamiento indiferente: la pasada primavera, el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad paralizó la construcción de 12 de los 16 cantones proyectados hasta «consensuar» su localización con los grupos municipales. Para el de Montecarmelo, sin embargo, no hay acuerdo. «Si el ayuntamiento, aparezca o no la fosa de los brigadistas, se empecina en construir las instalaciones de limpieza en la parcela situada tras el cementerio, que a nadie le quepa duda que la movilización vecinal va a continuar con renovadas energías y con todos los medios legales a nuestra disposición», insiste a este periódico el portavoz de la asociación vecinal. Eso sí, parece que no estarán solos. La izquierda y Vox se han unido en esta causa y participaron en la concentración que tuvo lugar el 11 de agosto.